domingo, 27 de marzo de 2016

ETAPAS DE LA HISTORIA DEL A.T. Y DEL N.T.

ETAPAS DE LA HISTORIA DE ISRAEL
EL ANTIGUO TESTAMENTO
SUMARIO:
Primera Etapa: Los orígenes: PATRIARCAS Y MATRIARCAS (1.800 – 1250 a.C.)
- Son los inicios del pueblo de Dios. Es la época de los patriarcas en Canaán y Egipto, donde se van formando los cuatro grupos que darán origen al pueblo de Israel: Mosaico, Abrahámico, Sinaítico y Hapirú.
Segunda Etapa: La llegada a la tierra prometida y organización en tribus: (1225 – 1025 a.C.)
- Conquista, asentamiento y organización social en las 12 Tribus
Tercera Etapa: Los Reyes: (1025 – 586 a.C.)
- Inicios de la monarquía. Caída del Reino del Norte a manos del imperio Asirio. Caída del Reino del Sur (Destierro) a manos del imperio Babilónico
Cuarta Etapa: El exilio o destierro a Babilonia (587 – 539 a.C.)
- Impacto del destierro para Israel.
Quinta Etapa: Los Restauradores: (539 –533 a.C.)
- Comienza con el triunfo de Ciro (imperio Persa), quien permite el regreso de Israel a Jerusalén y la reconstrucción del país. Termina con la caída del imperio Persa en manos de Alejandro (imperio helenista)
Sexta Etapa: Los defensores de la fe (333 – 63 a.C.)
- Guerra de los Macabeos por la independencia.
Séptima Etapa: Resistencia y fin (63 a.C. – 135 d.C.)
- Situación y luchas de Israel en tiempos del imperio romano hasta la destrucción de templo (70 d.C.) y arrasamiento definitivo de la resistencia israelita (135 d.C.)
EL NUEVO TESTAMENTO
Primera Etapa: Jesús y su vida
- Dinámica de la rueda de la vida de Jesús (infancia, comienzo misionero, la encrucijada crítica, la subida a Jerusalén: muerte y resurrección)
Segunda Etapa: Comunidad de Jerusalén (+ 30 – 40 d.C.)
- El tiempo de las dudas y el miedo. De los primeros encuentros de los discípulos y las mujeres con el resucitado. El tiempo de Pentecostés.
Tercera Etapa: Predicación de Pedro y Pablo (+ 36 – 48 d.C.)
- La formación de las primeras comunidades cristianas animadas por la predicación de Pedro, Pablo y otros seguidores. El tiempo del kerigma (anuncio), catequesis y celebración. Se forman dos tipos de comunidades cristianas: las de origen judío y las de origen helenista.
Cuarta Etapa: Encrucijada de la Iglesia (año 48 d.C.)
- Surgen las dificultades entre los judeocristianos y los helénicocristianos. Hay que cumplir la ley judía?, la circuncisión?, etc. Concilio de Jerusalén.
Quinta Etapa: Expansión del cristianismo (40 – 70 d.C.)
- De la mano de Pablo el cristianismo llega al Asia menor, Grecia, Egipto y la capital del imperio (Roma)
Sexta Etapa: Persecución y martirio (60-90 d.C.)
- Aunque la persecución nació con el mismo cristianismo, esta fue una etapa especialmente fuerte.
Séptima Etapa: Período post-apostólico
- Después de las dos primeras generaciones de cristianos, comienzan a establecerse las primeras “autoridades al interior de las comunidades”
Etapas de la historia de Israel 2
PRIMERA ETAPA: LOS ORÍGENES. PATRIARCAS Y MATRIARCAS. MODELO PIRAMIDAL
"Llamamos entonces a Yavé, Dios de nuestros padres, y Yavé nos escuchó, vio nuestra humillación, nuestros duros trabajos y la opresión a que estábamos sometidos. El nos sacó de Egipto con mano firme, demostrando su poder con señales y milagros que sembraron el terror" (Dt 26,7-8).
Fechas aproximadas: De los años 1.800 a.C. a 1.225 a.C.
1. Hechos y comentarios
Parece que a finales del siglo XII a. C. se encontraron en Canaán cuatro grupos que habían tenido en común una experiencia de marginación y opresión:
- Los Hapirú o shashu son grupos campesinos cananeos que se habían sublevado y se habían liberado del sistema de impuestos de los reyes refugiándose en las montañas. Son asaltantes a sueldo, mercenarios, guerrilleros, huyen de las cuidades-estado y no pagan impuestos.
- Los clanes patriarcales, Abrahámicos: pastores seminómadas, que poco a poco se iban infiltrando en el país, vivían alrededor de las ciudades, provenían de Mesopotamia.
- El grupo de Moisés, esclavos que se habían escapado de Egipto trayendo la fe en Yavé, el Dios liberador.
- El grupo del Sinaí, ligado al monte Sinaí. Son semi-nómadas y pastores, surgen fuera de Canaán.
El grupo venido de Egipto se unió a sus antiguos parientes, los pastores y en parte también a los campesinos que se organizaban en la montaña huyendo de las ciudades. La gran hazaña de haber enfrentado victoriosamente al Faraón animó a los grupos. El número de hebreos liberados de Egipto fue pequeño. Pero muchos otros se sintieron identificados con esta gran hazaña, y alrededor del acontecimiento del Exodo reconstruyen una historia en común.
Israel es el resultado de la mezcla de estos grupos que hemos señalado, de sus experiencias de resistencia y liberación. Tienen en común dos aspectos: a) se oponen al faraón ya sus servidores y b) a los reyes cananeos, estos grupos reúnen a los sectores más empobrecidos (pastores sin tierra, campesinos marginados y trabajadores forzados).
Israel concentra las experiencias de los sin tierra. Es la organización de los empobrecidos en Egipto y en Canaán, caminan juntos en busca de una tierra y de una nueva sociedad.
2. Apoyemos lo dicho con los siguientes textos
 Yavé se da a conocer como el Dios de los padres: Ex 3,1-8.
 Huyen de las ciudades- estado, se esconden en las montañas y forman grupos de resistencia: 1 Sam 22,2.
 La liberación de los israelitas: Ex 14,5-30.
 Abraham y Lot como clanes patriarcales: Gn 13, 5-18.
 Isaac fue esclavo de las ciudades -estado, realizó trabajos forzados: Gn 49,14-15.
 El Sinaí es un lugar de culto y de la presencia de Dios: Ex 19, 16-25.
 En el Sinaí, Dios y el pueblo hacen una alianza: Dt 5,1-6.
 Dios promete un pueblo numeroso: Gn 15, 1- 7.
 El pueblo está sometido a esclavitud: Gn 47,13-26.
3. Preguntas
1. ¿En qué fechas se desarrolló este período? En qué lugares? ¿Cuáles son los personajes principales?
2. ¿Cómo se llaman los grupos que dieron origen a Israel?
3. ¿En qué tiempo vivieron?
4. ¿Qué problemas tuvieron?
5. ¿Qué hicieron por el pueblo?
6. Cuáles son las experiencias de Dios que aparecen en este período?
4. Para el plenario
 Responder a las preguntas
 Preparar una consigna que recoja lo leído.
Etapas de la historia de Israel 3
SEGUNDA ETAPA: LAS TRIBUS. MODELO TRIBAL
"...levántate y pasa ese río Jordán, tú con todo este pueblo a la tierra que yo doya los hijos de Israel. Les doy todo el territorio que conquisten como yo prometí a Moisés. " (los. 1,2-3).
Fechas aproximadas de este período: 1225 a.C. a 1025 a.C. Esto significa que esta época cumbre de Israel sólo duro unos 200 años
1. Hechos y Comentarios
Los israelitas han salido de Egipto, marchan por el desierto rumbo a la tierra prometida. Josué, Caleb y otros hicieron una exploración del territorio. La tierra es buena. Las dificultades del camino, la oposición de los enemigos, las divisiones internas retardan la conquista de la tierra prometida.
Todavía en la vida de Moisés conquistan tierras al oriente del Jordán y las reparten entre tres tribus. Ahora Josué encabeza el paso del Jordán y anima a las tribus a la conquista. Las tres tribus que ya habían recibido tierras se solidarizan en la lucha y participan en la conquista de la tierra.
El libro de Josué cuenta que las doce tribus pasaron juntas el Río Jordán. Sin embargo, es probable que unos grupos entraron más tarde por la ruta del sur , y también parece ser que habían quedado en el territorio palestino restos de los descendientes de los patriarcas, pues no necesariamente todos tuvieron que ir a Egipto. Lo que sucede es que al contar y escribir la historia, con mucha sabiduría popular y con sentido nacional, se presenta como si las doce tribus hubieran entrado juntas y al mismo tiempo. Conquistan ciudades como Jericó, Ay, y algunos reinos.
Josué sabe continuar la lucha que había emprendido Moisés, promueve más y más la organización de las tribus. Pide con frecuencia la colaboración. por representantes, de cada una de las tribus. Realiza asambleas en Silo y Siquem donde nombra secretarios, se dan responsabilidades y tareas, y se hacen compromisos y reglamentos. Hacen alianzas con grupos y personas que estaban ya en el territorio.
No basta conquistar la tierra, hay que repartirla con justicia para hacerla producir. Es necesaria la Organización Popular. La experiencia de Israel durante la conquista-reparto de tierras y esa época de los jueces cuando no tenían rey, da mucha luz: Las familias estaban organizadas y tenían un jefe patriarcal; las familias unidas formaban un clan, y varios clanes, una tribu y las tribus formaban una federación. Ahí se procuraba respetar la libertad de decisión y la solidaridad.
2. Apoyemos lo dicho con uno de los siguientes textos:
 Josué sabe asumir el relevo en la lucha: Jos. 1. 1-9.
 Las tribus que ya tenían tierras saben hacerse solidarias con las otras: Jos. I. 10-18.
 El Dios vivo les ayuda a hacer una nueva pascua, el paso del Jordán: Jos. 3.7-17.
 El pueblo levanta un monumento de 12 piedras como signo conmemorativo: Jos. 4. 1-9.
 Toma de Jericó: Jos 6. 1-20.
 Asamblea de Siló. Animar a repartir tierras en justicia. Organización Popular. los. 18. 1-10.
 Despedida y agradecimiento de las tribus del otro lado del Jordán: Jos. 22. 1-12.
 Asamblea de Siquem: Jos. 24. 1-13 y 24. 14-28.
3. Preguntas
1. ¿Cuáles son las fechas aproximadas de este período? ¿El lugar donde se desarrolla? ¿Las figuras principales?
2. ¿Cómo fue la entrada de las tribus a la tierra prometida?
3. ¿Cuál es el papel de Jacob?
4. ¿En qué tiempo vivieron?
5. ¿Cómo se organización a nivel de tierras, de organización política, familiar, etc.?
6. ¿Cuál es la experiencia de Dios que aparece en este período?
4. Para el plenario
 Contestar las preguntas
 Preparar una consigna que pueda ser gritada por todos..
Etapas de la historia de Israel 4
TERCERA ETAPA: LOS REYES
"El pueblo no quiso escuchar a Samuel y dijo: No; tendremos un rey. Nosotros seremos también como los demás pueblos. Nuestro rey nos dirigirá e irá frente a nosotros en nuestros combates." (1Sam. 8,19-20).
Fechas aproximadas: La monarquía comienza aproximadamente en el año 1025 a.C.. El Reino del Norte cae en el año 722 a.C. y el Reino del Sur en el 587 a.C.
1. Hechos y Comentarios
La experiencia de organización popular de Israel tenia muchas dificultades. Algunas de ellas son la geografía y otras diferencias que dificultan la unión entre las 2 tribus del sur y las 10 del norte, las divisiones y pleitos internos, la corrupción de los jueces, la presión de los pequeños reinos vecinos y también las grandes potencias que querían dominar ese corredor de paso tan estratégico para el comercio y la guerra... Ante toda esta realidad se les fue imponiendo la idea de tener un rey y aceptaron el sistema de la monarquía, que como su nombre lo dice, es el poder de uno. Esto era muy contrario a su experiencia de asamblea, y de poder repartido a partir de las familias de los clanes, tribus, hasta llegar a la confederación de tribus.
Eligieron primero a Saúl, que era de la Tribu de Benjamín. Después de su muerte., gobernaron a las doce tribus algunos pretendientes al trono hasta que decidieron reconocer al rey David, de la tribu de Judá. David se estableció en Hebrón y luego conquistó Jerusalén donde reinó 33 años. Conquistó muchas tierras y amplió el territorio.
Después de David siguió Salomón, su hijo. Su sucesión fue hecha entre muchas luchas por el poder, aún entre hermanos. Absalón, por ejemplo, se rebeló contra su Padre y aprovechó el malestar que los pueblos del Norte tenían contra los del Sur. Salomón construyó el Templo. Propició el que se empezara a escribir la historia de su pueblo. Al morir, su hijo Roboam tomó el poder y quiso imponer más cargas y rigor al pueblo. Los pueblos del norte, reunidos en asamblea, no lo aceptaron y se separaron; fue la división o cisma, tanto a nivel religioso como político en dos: En el Norte: Israel con Samaria, como capital, y en el Sur: Judá, con su capital Jerusalén.
En el Reino del Norte la mayoría de los reyes que hubo "tomaron el mal camino" e hicieron alianzas y concesiones a los reinos vecinos, y también en materia religiosa... Por eso se levantaron los profetas para denunciar las injusticias e idolatrías. Elías y Eliseo en el Siglo IX a. C. y después Amós, Oseas, Isaías y Miqueas en el Siglo VIII a. C.
Los Asirios, un imperio muy poderoso de Oriente, los ataca y cae Samaría en el año 721 a. C. El Reino del Norte, Israel, duró 210 años.
En el Reino del Sur también la mayoría de los 18 reyes, hicieron el mal ante los ojos de Dios con excepción de Ezequías y Josías quienes apoyaron a los profetas y a algunos sacerdotes en hacer la REFORMA religiosa y política. Este hecho fue muy importante. La caída del Reino de Israel, los propios problemas y fracasos de Judá pedían urgentemente un cambio, una reforma.
Buscaron crear una nueva conciencia en el pueblo para que fuera fiel al proyecto de Dios ya su propio pasado. Se revaloriza la ley, los valores de alianza y la solidaridad. Por eso, se escribe el Deuteronomio -Segunda ley y otros libros. Con el fin de evitar los abusos en el culto se cierran y prohiben los cultos en varios santuarios populares. Esta reforma a pesar de tener aciertos ya que ayudó a sostenerse a Judá, tuvo la desventaja de haber sido hecha en gran parte de arriba hacia abajo, y esto trajo, entre otras consecuencias, la centralización de culto en el Templo de Jerusalén, y el debilitamiento de la religiosidad del pueblo.
Los profetas que más se distinguieron en el Reino del Sur fueron: Isaías, quien evitó que Judá se aliara con Egipto para combatir contra Asiria, pues probablemente hubiera corrido la misma suerte que el Reino de Israel. El también combatió el culto vacío y encubridor de injusticias. Sofonías, Habacuc y Jeremías. Jeremías luchó mucho para que Judá no se aliara a Egipto contra Babilonia, pero no le hicieron caso y Jerusalén después de 3 años de sitio es tomada y destruida: Templo, murallas, todo. Era el año 587 a. C.
Etapas de la historia de Israel 5
2. Apoyemos lo dicho con uno de los siguientes textos
 El pueblo pide un rey: 1Sam. 8, 1-22
 Saúl es elegido rey por sorteo entre las tribus: 1Sam. 10,17-27.
 David se enfrenta a Goliat: 1Sam. 17,40-51.
 David anda errante huyendo de Saúl: 1Sam. 22, 1-5.
 David es consagrado como rey de Israel: 2Sam. 22, 1-5.
 Absalón se rebela contra su padre: 2Sam. 15, 1-12
 Salomón es consagrado rey: 1Re 1, 28-40.
 Salomón construye el templo y lo consagra: 1Re 8, 10-21.
 Los dos reinos: el del Norte y el del Sur: 1Re 12, 1-25.
 Elías cansado de la vida se enfrenta a Dios. 1Re 19,1-15
 Injusticias del rey Ajab contra Nabot y su viña: 1Re 21, 1-16.
 Eliseo; un profeta que aprende de los pobres y los ayuda: 2Re 4,1-7.
 Caída de Samaria: 2Re 17,4-23.
 Reforma en tiempos del rey Josías yel Profeta Jeremías: 2Re 23,1-7.
 Sitio y destrucción de Jerusalén: 2Re 25, 1-3.
3. Preguntas:
1. Cuáles son las fechas aproximadas de este período? El lugar donde se desarrolló?, las figuras principales?
2. ¿Cuáles fueron las razones que llevaron a los israelitas a pensar en la necesidad de un rey?
3. Qué significa monarquía?
4. En que se diferencia la monarquía de la organización tribal?
5. Cuáles fueron los cuatro primeros reyes de Israel, a que tribu pertenecían y que es lo que más se recuerda de su gobierno?
6. Por que se dividió Israel? Cómo se llamaban los dos reinos y cuál era su capital?
7. Qué pasó con el reino del Norte?
8. Qué pasó con el reino del sur?
9. Cuáles fueron los únicos reyes que después de David fueron fieles al proyecto de Dios?
10. Cuál era el objetivo de la reforma religiosa impulsada por Josías, sacerdotes y profetas?
11. Cuáles fueron los profetas más importantes de este período y que hicieron en especial?
12. Cuál es la experiencia de Dios en este período? (Conteste después de leer 1 Sam 8,6-22
4. Para el plenario:
 Responder las preguntas
 Preparar una consigna que resuma lo leído. .
Etapas de la historia de Israel 6
CUARTA ETAPA: LOS DESTERRADOS
"A orillas, de los ríos de Babilonia estábamos sentados y llorábamos al acordarnos de Sión. En los álamos de la orilla teníamos colgadas nuestras arpas,... ¿Cómo podríamos cantar un canto a Yavé en tierra extraniera?" (Sal. 137,1-4)
Fechas aproximadas: 587 a.C. hasta el 539 a.C.
1. Hechos y comentarios
Babilonia combatió largo tiempo contra Judá. Hizo una primera deportación en la que sacó principalmente a los jefes y notables del país ya los técnicos y artesanos. Al caer la ciudad, el destierro fue más general aunque dejaron a algunos pobres como esclavos en su propia tierra para trabajar en las viñas y campos.
La vida del destierro fue, como es siempre, muy dura. Habían perdido la patria, la tierra, el Templo... Todo prácticamente. Muchos, ante estas pruebas, perdieron también la fe y la esperanza y se fueron acomodando a la nueva situación. Un grupo pequeño y pobre, como semillas de resistencia, conservó la fe, la esperanza y la vida del pueblo. Es el pequeño resto de Israel que había anunciado el profeta Sofonías. Ese grupito de pobres, entre los cuales había algunos sacerdotes y profetas. luchó para animar la vida de comunidad. Miraron al pasado para fortalecer su fe en el Dios que los liberó y quien había creado todas las cosas. Soñaron en el futuro para acrecentar su esperanza en una nueva vida. No perdieron tiempo. Reunieron muchos de los escritos pasados y los fueron complementando, re-ordenando. Estaban también muy atentos a los acontecimientos que iban pasando dentro de Babilonia y en los países vecinos. Por eso. un profeta llamado el Segundo Isaías fue consolando al pueblo. Y descubrió en el avance y victorias del emperador persa, Ciro, la esperanza y la certeza de que para ellos también llegaría su liberación. Les hizo ver que tendrían, con la ayuda de Dios, un nuevo éxodo, una nueva salida del cautiverio. El profeta Ezequiel y su escuela sacerdotal son muy importantes en este tiempo de destierro.
2. Apoyemos lo dicho con uno de los siguientes textos:
 Las lamentaciones por la destrucción de Jerusalén y comienzo del destierro: Lam 5a.
 Quejas de los desterrados allá en Babilonia: Salmo 137 (136).
 Los deportados son como huesos secos. Pero Dios los revivirá: Ez 37, 1-14.
 Dios y el profeta consuelan a su pueblo y le anuncian el fin del cautiverio: Is. 40. 1-2;
 Babilonia será destruida. Recordemos la historia pasada de nuestro pueblo: Is. 43, 14-21
 Dios se vale de Ciro como instrumento para liberar a su pueblo del destierro: Is 45, 1-6.
 Los cánticos del Siervo Sufriente o Servidor de Yavé. (Se estudian en Isaías-Segundo)
 Profecía de un corazón y un espíritu nuevo y del regreso a la tierra. Ez. 36, 24-30.
3. Preguntas:
1. ¿Cuántos años duró el destierro o exilio? ¿Qué personas fueron llevados al destierro?
2. Lugares donde se desarrolla este período?, Personajes principales?
3. ¿Cuál fue el aporte del grupo llamado “resto de Israel”?
4. Cuál es el papel del Segundo Isaías?
5. Cual imperio domina en este período?
6. Qué experiencia de Dios caracteriza este período?
4. Para el plenario:
 Contestar las preguntas.
 Hacer una consigna que resuma lo leído
Etapas de la historia de Israel 7
QUINTA ETAPA: LOS RESTAURADORES
"Cuando el Señor hizo volver a los cautivos de Síón como soñando nos quedamos; entonces se llenó de risa nuestra boca y nuestros labios de gritos de alegría". (Salmo 126, 1-2)
Fechas aproximadas: Del año 539 a.C. cuando cae el imperio babilónico en manos de los Persas hasta el año 333 a.C. cuando cae el imperio Persa en manos de los Griegos
1. Hechos y comentarios
Ciro, gran rey persa, fue dominando varios territorios hasta que doblegó a Babilonia. Ciro dejó salir y regresar a su tierra a los desterrados cautivos. Los judíos van regresando poco a poco, y regresan con mucha alegría, cantando como cantan los salmos, pero pronto empieza a pasar la euforia. Unos prefieren quedarse en Babilonia, Egipto y otros países. Algunos al regresar y encontrar todo en ruinas, no resisten y se vuelven a buscar otros lugares. Hay una gran dispersión. Toda reconstrucción es muy dura. Los que habían quedado en el lugar eran gente sencilla y muy esclavizada sin los suficientes medios para reconstruir. Los vecinos, antiguos integrantes del reino del Norte, o samaritanos no reciben con gusto a los que regresan y vuelven a agudizarse las divisiones.
Esto se agravó cuando Zorobabel, un descendiente de David, reconstruye el Templo pues los judíos rechazaron, unirse a los samaritanos, a los que consideraban paganos. Años después, el pueblo pide un líder y llaman a Nehemías que actúa como gobernador. El reconstruye las murallas de Jerusalén y organiza mejor la administración pública del país. Pero estos trabajos resultan pesados para todos y hay cierto malestar y se echa a algunos enemigos en contra. Más adelante viene otro personaje notable a ayudar y es el sacerdote-escriba Esdras. Esdras emprende una nueva reforma espiritual en Jerusalén. Pone como centro de su reconstrucción la LEY. La ley puede llegar mucho más fácil a donde están los judíos. que los judíos al Templo. Empieza así a formar el judaísmo como religión. Su apoyo está en la sangre o raza, en el Templo, y sobre todo en la Ley. Además. por las dificultades para hacer la justicia y la liberación, muchos hombres buenos se van conformando con hacerse justos a nivel individual y moral.
El profetismo se empieza a apagar. Los profetas de este tiempo, bajo la dominación persa, son Zacarías, Ageo, Joel. Ellos ya no hacen tantas denuncias, sino más bien repiten un poco las ideas de los profetas anteriores y apenas son imitadores. Esta época es la edad de oro de los salmos: Recuerdan el destierro, se alegran de regresar a Jerusalén ya su Templo. También se trabaja mucho en completar y armar colecciones de libros sagrados. A esta época de Restauración se le llama también del Judaísmo y abarca hasta el tiempo de los Macabeos.
2. Apoyemos lo dicho con uno de los siguientes textos:
 El retorno Esdras 1, 1-11
 I.os que regresan vuelven cantando llenos de alegría. Salmos 122 y 125
 Reconstrucción del nuevo templo dirigida por Zorobabel; Esdras 3, 1-13
 Dificultades con los samaritanos y otros grupos. Esdras 4, 1-5 y Es.4, 12-16.
 Nehemías como gobernador llega a reconstruir las murallas de Jerusalén. Neh 2, 11- 20
 Dificultades Neh 4,9-17
 Muchos se burlan de los reconstructores Neh. 3,33-38
 Los ricos no quieren contribuir Neh,5,1-9.
 El Judaísmo nace cuando Esdras escribe la ley. Neh 8. 1-18
 Reservar terreno para el Templo. Ez 45, 16
 El Espíritu sobre el Siervo de Yavé : Is. 61, 1-11;
3. Preguntas:
1. ¿Fechas en que se desarrolla este período? , lugares y personajes principales?
2. Que hace Ciro por los desterrados? Que hacen los desterrados?
3. Quiénes son Zorobabel, Nehemías, Esdras? Que hacen?
4. Cuál es la característica del profetismo en este período? por qué?
5. Cómo se le llama a este período?
6. Cuál es el imperio dominante en este período?
7. Cuál es la experiencia de Dios en este período?
4. Para el plenario
 Contestar las preguntas
 Elaborar una consigna que resuma lo leído
Etapas de la historia de Israel 8
SEXTA ETAPA: DEFENSORES DE LA FE
"Por entonces se les unieron (a los Macabeos ) un grupo de los Asideos (piadosos), israelitas valientes, entregados de coraz6n a la ley. También aquéllos que huían de la opresión se les unieron. y lograron así formar un ejército que castigaba a los pecadores y malvados". (1Mac 2, 42-44).
Fechas aproximadas: Se considera en este período la dominación griega que va del año 333 a.C. hasta el año 63 a.C. cuando llega al poder el imperio romano. Hay que tener en cuanta sin embargo el año 170 a.C. cuando se da en Israel un levantamiento popular liderado por los Macabeos.
1. Hechos y comentarios
Esta época la podemos enmarcar cuando termina la dominación persa ante el empuje invencible de Alejandro Magno, el griego. Cuando murió Alejandro, pocos años después, se repartió el imperio griego entre sus generales. Palestina quedó al principio bajo los Tolomeos que tomaron el territorio de Egipto. Pero por luchas internas entre ellos, Palestina pasó después al dominio de los Seleucidas o sirios que estaban al Oriente. La cultura griega empezó a penetrar en los pueblos a quienes había dominado y también a los judíos, tanto los que estaban en Palestina como los que estaban dispersos en otros países. Esto trajo fuertes conflictos religiosos, tanto en lo personal, a nivel de conciencia como en lo social por las divisiones internas a causa de las distintas ideas. Cuando los romanos empezaron a extenderse, un rey de los sirios llamado Antíoco IV quiso hacerles frente. Como era más débil y no tenía suficientes recursos, robo objetos de los templos paganos y también del templo de Jerusalén. Esto agravo la crisis: los judíos estaban descontentos y Antíoco comenzó una represión del Judaísmo aún más fuerte. Prohibió cumplir la ley, circuncidarse y otras observancias de la ley. Metió la imagen de Zeus -dios griego- en el Templo. Los judíos llamaron a esto como "Abominación de desolación". Ver Dan. 9,27 y Mt 24, 15.
Entonces los Macabeos por una indignación religiosa, y también por protesta ante atropellos y por una ansia de independencia después de haber vivido oprimidos tantos años, encabezando al pueblo judío, se rebelaron y comenzó la Revolución Macabea. Historia de resistencia del Pueblo y de Fidelidad a la ley de Dios. Matatías era el padre de 5 hijos: Judas, Juan, Simón, Eleazar y Jonatán y con ellos empezó el levantamiento, la guerra. Poco a poco se le fueron uniendo otros grupos de gente valiente y piadosa: los Assidim ( de ahí saldrán más tarde los fariseos y los esenios) y otros, sobre todo los reprimidos por no aliarse ni aceptar las costumbres de los pueblos griegos y sirios.
Hubo mucha represión y hasta martirios, pero todo esto ayudó a buscar en la historia y en la fe un sentido a la muerte y fueron descubriendo la vida eterna, la resurrección. Fueron ganando varias batallas. Aunque tuvieron varios reveses y derrotas lograron conseguir la libertad religiosa y la independencia política. después de purificar el Templo establecieron nueva fiesta: la Dedicación. Muere Matatías y luego mataron a Judas. Hay también intrigas internas y traiciones. Jonatán sube como sumo sacerdote pero es asesinado. Simón toma el mando y junta en sí el poder de rey y de sumo sacerdote. Le sucede su hijo Juan. Aquí comienza el tiempo de los reyes Hasmoneos.
2. Apoyemos lo dicho con uno de los siguientes textos:
 Penetración de la cultura griega en Israel y sus consecuencias: 1Mac 1. 10-15
 Antíoco IV saquea el Templo y persigue a los judíos fieles a la ley: 1Mac 1, 16-50.
 Matatías retorna la historia de su pueblo Israel para animar a seguir la lucha: 1Mac 2, 49.
 Purificación y Dedicación del Templo: 1Mac 4, 36-59
 Valoración del martirio y de morir por la fe y la patria: 2Mac 7, 20- 23.
 Esta experiencia de persecución y martirio hará encontrar la fe en la resurrección: 2Mac 7,21-42.
3. Preguntas:
1. ¿Fechas de este período? ¿Imperio dominante? ¿Lugar? ¿Personajes principales?
2. ¿Qué sucede a la muerte de Alejandro?
3. ¿Que consecuencias trajo la cultura griega o helénica para Israel?
4. ¿Quién es y que hizo Antioco IV Epífanes
5. ¿Quiénes son los macabeos y que hicieron?
6. ¿Cuál es la experiencia de Dios en este período?
4. Para el plenario
 Contestar las preguntas
 Elaborar una consigna que resuma lo leído
Etapas de la historia de Israel 9
SÉPTIMA ETAPA: RESISTENCIA Y FIN
"En esos días, el Emperador dictó una ley que ordenaba hacer un censo en todo el Imperio. Este primer censo se hizo cuando Quirino era Gobernador de Siria " (Lc 2, 1-2).
Fechas aproximadas: Desde el fin del dominio griego (año 63 a.C.) hasta el fin de toda la resistencia popular israelita (año 135 d.C.)
1. Hechos y comentarios
La vida cotidiana de Palestina en general, y de Jesús y de las comunidades en particular está marcada por la dominación romana, por eso es importante conocer de cerca el sistema y la organización social del Imperio. En 63 a.C. Roma se hace presente en Palestina por medio del general Pompeyo, quien interviene militarmente en un conflicto entre los herederos de la dinastías de los asmoneos.
Los Romanos sabían de política y de derecho; además, llegaron para quedarse, por eso implementaron una serie de medidas que les aseguraba la permanencia. En los territorios dominados por Roma fuera de Palestina crecía un sentimiento antijudío, de allí que muchos judíos observantes de la Ley fueran a refugiarse a Jerusalén. La población de la ciudad aumentaba, había mayor necesidad de alimentos y la población tenía que pagar fuertes tributos. Esto generó más pobreza, marginación y esclavismo.
Dominio romano sobre Palestina:
- 63 al 37 a.C.: se da la lucha por la libertad.
- 4 a.C. -41 d.C.: Palestina está dividida.
- 41 -44 D.C.: Agripa I. Reina sobre toda Judea.
- 44 -66 d. C. : Procuradores romanos sobre Palestina.
- 66 -74 d.C.: Se da la primera gran guerra contra Roma.
- 47- 132 d.C.: Se celebra el Sanhedrín de Jamnia.
- 132 -135 d. C.: Acontece la segunda gran guerra contra Roma.
Movimientos populares en esos tiempos:
El movimiento de Jesús, el Nazareno no fue el único movimiento contestatario al Imperio Romano y al sistema social de Israel. Encontramos varios grupos que luchan por la independencia:
1. Las luchas populares de 6 a148, en la que se destaca Judas de Galilea y Teudas.
2. El movimiento de Jesús que arranca en el año 26. Surge con la predicación de Juan Bautista continúa con Jesús, quien supo organizar a las masas en Galilea, denuncia a los falsos servidores de Dios y al Templo como centro de explotación. Su líder muere crucificado. Después, mueren por conflictos entre judeo-cristianos y helenistas Esteban en el año 32, Santiago (el hermano de Juan) en el año 44 y Santiago (el hermanos del Señor) en el año 62.
3. La lucha de los sicarios hasta el año 70. Fue un movimiento organizado que asesinaba a los enemigos del pueblo. Realizaban acciones revolucionarias contra el Imperio, controlaron Jerusalén hasta que el ejército romano destruyo la ciudad. Destacan como sus líderes Menajen y Simón bar Giora.
4. Desde la caída de Jerusalén en el año 77 hasta el año 135, los líderes y movimientos populares como: Zelotas, Sicarios y las fuerzas de Juan Gischala, articularon una resistencia de gran poderío que sólo pudo ser aplastada por las legiones romanas.
2. Apoyemos lo dicho con los siguientes textos:
 Hubo revueltas contra el Imperio: de Barrabás: Mc 15, 7; de los Galileos: Lc 13, 1; Hch 5, 36-37.
 El movimiento popular sufrió persecución, prisión y muerte: Mc 1,14-15; Mt 14,1-12.
 El Emperador mandó hacer un censo: Lc 2,1-2.
 Cuando nace Jesús gobierna Herodes: Mt 2,1-11.
 Cuando María, José y Jesús regresan de Egipto, Arquelao gobierna: Mt 2, 22-23.
 Herodes Agripa, nieto de Herodes el Grande mató a Santiago y encarceló a Pedro: Hch 12,1-2.11.
 En Jerusalén circula la moneda del César: Mc 12, 13-17.
 Roma estaba atenta a cualquier protesta para reprimir inmediatamente: In 15, 47-50.
3. Preguntas:
1. ¿Fechas de este período? Imperio dominante? Lugar? Personajes principales?
2. ¿Cuál es el papel de Roma?
3. ¿Por qué crece la pobreza en Jerusalén?
4. ¿Cuáles son los movimientos populares y sus características en tiempos de Jesús?
5. ¿Cuál es la experiencia de Dios en este período?
4. Para el plenario
 Contestar las preguntas
 Elaborar una consigna que resuma lo leído
Etapas de la historia de Israel 10
ETAPAS DEL NUEVO TESTAMENTO
ETAPA CERO
JESÚS DE NAZARET (6 A.C. – 30 D.C.)
Jesús nace en Belén para cumplirse la profecía de Isaías. Vive en Nazaret junto a María y José. Su vida transcurre como la de un judío piadoso, practicante de la ley según la tradición de los fariseos, que era el grupo religioso más importante en galilea. De ellos seguramente aprendió a rezar, leer y escribir, etc.
Cuando tenía unos 33 años (año 27-28), recibe el bautismo de Juan, la complacencia total del padre que le permite prepararse en el desierto antes de comenzar su vida pública. Su ministerio comienza eligiendo, por su nombre, a algunos discípulos, con quienes comparte la vida, enseñanza, el testimonio y sobre todo el enuncio de la venida del Reino. Condenado a muerte por las autoridades civiles y religiosas fue crucificado por los romanos probablemente el 7 de Abril del año 30.
ACLARANDO FECHAS
Estamos en el año 2010. Pero ¿Qué quiere decir 2010? y ¿Por qué precisamente 2010? Significa que, contando desde el nacimiento de Cristo, hasta ahora han pasado exactamente 2010 años. Por eso, ahora todo llevará esta fecha y todo se identificará con esta cifra de 2010. Esta se llama “la era cristiana”, que ahora está difundida y prácticamente aceptada por el mundo entero.
Los griegos antiguamente contaban (comenzando en el 776 a.C.) por los años de las olimpiadas dando esas competencias deportivas mayor importancia quizá de la que merecían.
Los romanos fijaban el punto de partida en la fundación de Roma (1 de Enero de 1753), y situaban los demás acontecimientos con referencia a este suceso capital de la historia del mundo.
Por ninguna de estas dos maneras de contar se generalizó, ni siquiera entre los mismos griegos o romanos.
Los griegos cambiaban a veces el modo de computar el tiempo, por ejemplo, tomando como referencia el nacimiento de Alejandro ( Año 356), o de los emperadores o por el establecimiento de tal o cual reinado.
No debemos creer que a los primeros cristianos se les ocurriera ya cambiar estos usos, para introducir una nueva manera de cuenta con el gran acontecimiento de Cristo, aunque san Pablo dijera ya que la Venida de Cristo había tenido lugar "en la plenitud de los tiempos" (Gal 4,4).
Fue tan sólo en el siglo VI, en los alrededores del año 540 cuando a un monje llamado Dionisio el Pequeño, en un contexto, donde gracias a Constantino, la religión cristiana se había convertido en la religión del imperio romano, le pareció que cronológicamente Cristo debía ser el centro de la historia, por tanto, había que dividirla en dos mitades: antes y después de Cristo.
Había que empezar a contar los años de la historia a partir del nacimiento de Cristo. Después de largas investigaciones, consultas y cálculos, fijó el nacimiento de Cristo en el año 754 de la fundación de Roma. Pero parece que Dionisio se equivocó en 5 o 6 años. ¿Por qué?
- En primer lugar, se sabe con certeza que Herodes murió en la pascua del año 750 de la fundación de Roma. Herodes reinó entre el año 37 y 4 a.C.
- Según los evangelios (Mt 2,1) Cristo nació en el reinado de Herodes. Luego el nacimiento de Jesús no pudo ser en 754 de la fundación de Roma, porque Herodes ya había muerto en el año 750, o sea 4 años antes que Jesús naciera. Aquí ya tendríamos que descontar 4 años.
- Faltaría calcular el hecho que Herodes mando matar a los niños menores de dos años, calculando que Jesús tendría menos que esto. Así sumamos ente 4 y 6 años.
- Jesús nació aproximadamente el año 6 a.C.
La idea de Dionisio hizo fortuna, y su cómputo poco a poco se fue extendiendo por Francia, Italia, Inglaterra, España y ahora se usa en el mundo entero, y nos indica que Cristo es el centro y la meta de toda la Historia de la humanidad.
Etapas de la historia de Israel 11
PRIMERA ETAPA
COMUNIDAD DE JERUSALÉN
La primitiva comunidad tiene como antecedente la práctica liberadora de Jesús. Pasa por un tiempo de desierto, tiempo de prueba. como un nuevo éxodo. y no es para menos, Jesús su líder ha muerto en una cruz. Muchos de sus seguidores, desde los más cercanos hasta los más lejanos se sienten !defraudados. frustrados, tienen dudas y miedos. Pero el movimiento se fortalece cuando viven la experiencia del resucitado (Lc 24.13-35).
Los apóstoles, discípulos y mujeres se reúnen para reflexionar y explicarse lo que ha pasado con Jesús (Hch 1,9-12). Experimentan a un Jesús que está vivo, descubren que la gloria de Jesús es el Espíritu Santo, la gente que cree en El se siente llena del Espíritu.
Con la resurrección también resucita el Proyecto del Reino. Llega el momento de hacer vida la Palabra, de poner carne en las palabras fraternidad, compartir, etc. (Hch 2,46-47). Así los discípulos de Jesús y los que se van sumando, a un nuevo modo de vivir dan testimonio de Jesús y de su proyecto.
Sin embargo, la naciente y primitiva comunidad está confundida, va al Templo de Jerusalén, lo que indica observancia de la antigua ley, aún caminan por la senda del judaísmo. Pero también se reúnen en las casas, lo cual señala la novedad de la "nueva alianza", la apertura de un nuevo camino. La "casa de Dios" se extiende a las casas y corazones donde vive el pueblo (2,46-47). esta primera etapa de la comunidad la encontrarnos narrada en Hechos del 1 al 5.
Textos bíblicos:
Hch 2,1-13: Venida del Espíritu Santo.
Hch 2,14-41: Pedro proclama a Jesucristo.
Hch 2,42-47; 4,32-37: La primera comunidad.
Preguntas
¿Qué hace diferente la etapa 0 y la etapa “comunidad de Jerusalén”?
¿Que motiva el paso de la frustración y duda a la confianza en Jesús?
¿Qué hacen, experimentan y descubren los apóstoles, discípulos y mujeres que seguían a Jesús?
¿Cuáles son las confusiones y ambigüedades que vive la primitiva comunidad cristiana?
¿Cuáles son las características de esta etapa?
¿Cómo podemos poner en práctica hoy lo que vivió la Iglesia ahí?
Etapas de la historia de Israel 12
SEGUNDA ETAPA
PREDICACIÓN DE PEDRO PABLO
En los capítulos 6-15 del mismo libró de los Hechos se describe el comienzo de una nueva época apostólica a partir de la formación de dos grupos distintos de creyentes en el nombre de Jesús: los hebreos y los helenistas
1. Los hebreos son un grupo de judíos que tienen como proyecto de evangelización el anuncio de Jesús a los judíos de la diáspora, o sea evangelización al interior del pueblo judío. Ellos están liderados por Pedro y después por Santiago que llegó a ser el gran jefe de la Iglesia judío-cristiana hasta que fue asesinado en el año 62.
Este proyecto de evangelización era muy lógico porque Jesús, siendo judío, vino a proclamar el Reino de Dios primero en su propio pueblo. Su proyecto era entendido a la luz de las Sagradas Escrituras que eran conocidas por el mundo judío. De allí es que Pedro ve a la sociedad judía como el lugar privilegiado para hacer comprender el mensaje de Jesús.
2. Los helenistas tenían como proyecto de evangelización el pueblo de los no judíos. Tiene como líderes al grupo de los 7: Esteban, Felipe, los demás y por último Pablo. El libro de los Hechos resalta este proyecto en todos sus relatos.
Este proyecto surge de una corriente de pensamiento mucho más crítica y tiene un espíritu radicalmente inspirado en el éxodo. Provocó la dispersión acelerada del evangelio. Al respecto cabe anotar que el proceso de evangelización en las naciones no está descrito solamente en el libro de los hechos de los apóstoles, se realizó a través de distintas personas o grupos, incluso comerciantes, artesanos, etc.
Lo importante es que tanto la misión en el mundo judío como entre los no judíos fueron muy necesarias. Lucas demuestra como estas dos misiones estaban inspiradas por el Espíritu; pero también los problemas que surgían entre ellas. Por ejemplo en Jerusalén algunos defendían el criterio de que los paganos convertidos debían conocer y aceptar la memoria histórica del pueblo de Israel pero no obligaría a que los paganos se conviertan en judíos sociológica y culturalmente.
Textos bíblicos
Hch 6,1- 7: Se eligen servidores.
Hch 7,1-2.48-60: Historia de Esteban.
Hch 8,26-40: Felipe evangeliza a un pagano.
Hch 9,1-30: Saulo encuentra a Cristo.
Preguntas
¿Cuáles son los dos grupos que se forman en los inicios de la Iglesia?
¿Cuáles son las características del grupo de los judíos y cuáles del grupo de los helenistas?
¿Cuáles son las características de esta etapa?
¿Cómo podemos poner en práctica hoy lo que vivió la Iglesia ahí?
Etapas de la historia de Israel 13
TERCERA ETAPA
ENCRUCIJADA DE LA IGLESIA
La Iglesia se encuentra frente a grandes novedades: el Evangelio, el Reino de Dios, la Pascua de Jesucristo. Esto significa una nueva manera de vivir la religión, de practicar la fe, de cumplir la misión.
Es un nuevo camino que todavía no está abierto y presenta varias posibilidades: continuar el antiguo camino de los judíos, abandonar todo para entrar con los paganos, encerrarse en su comunidad apostólica o ser fiel al Señor e integrar lo antiguo y lo nuevo, abrirse a todos los pueblos sin dejar de ser el pueblo único de Dios, como lo estaba haciendo ya Pablo en las comunidades de Asia Menor.
Esta novedad generó varios conflictos y crisis. Los conflictos de los cristianos con los judíos y los paganos se acumularon, agudizaron y repercutieron en el interior de las comunidades y de la Iglesia (11,1-3; 13,48-52). La Iglesia vivió un momento de crisis, de encrucijada crítica: tenía que elegir; quedarse en la ley de Moisés y exigir la circuncisión y otras normas para quedarse en la fe o continuar el nuevo camino apoyándose en el pasado, pero rompiendo con el para poder dejar entrar (irrumpir) la novedad del Evangelio (10,44-48). Se multiplicaron las discusiones y divisiones (15,1- 7). ¿Por dónde y cómo caminar?
Solo encuentra solución en la reunión de Asamblea de representantes. Hacen el Primer Concilio de Jerusalén con el fin de dialogar basados en una fe común, pero a partir de realidades diferentes (15,7-12) buscan soluciones y acuerdos (15,19-13). El ambiente es de oración, comunión y participación. La decisión tomada abre camino a los paganos. Multiplicará el trabajo, las misiones y las dificultades. Por eso el Espíritu Santo les confirma su opción, su compromiso (15,26).
Con esta decisión se supera algunos conflictos que surgieron entre Pedro y Pablo. Creemos que si Pablo no hubiera tenido un profundo amor a la Iglesia hoy tendríamos dos cristianismos: uno basado en la cultura judía y otro basado en la cultura griega.
Textos bíblicos
Hch 11,1-3: Conflictos.
Hch 10,44-48: El Espíritu es para todos.
Hch 15: El Concilio de Jerusalén.
Gal 2,1-10: Versión de Pablo.
Preguntas
¿Cuáles son las grandes novedades con las que se enfrenta la Iglesia?
¿En qué consistió el primer gran conflicto en la Iglesia?
¿Cuál fue la decisión principal del concilio de Jerusalén?
¿Cuáles son las características de esta etapa?
¿Cómo podemos poner en práctica hoy lo que vivió la Iglesia ahí?
Etapas de la historia de Israel 14
CUARTA ETAPA
APERTURA SIN FRONTERAS
La nueva comprensión que tuvieron los discípulos a partir del Concilio de Jerusalén, hizo que se diera una apertura sin fronteras a: Roma, Grecia, Asia Menor .Claro, la tarea fue impulsada por el grupo de Pablo, Pedro y Juan. .
La Iglesia después del Concilio de Jerusalén confirmó su opción por el Evangelio del Señor Jesús, y como Jesús, buscó con decisión cumplir la voluntad, el proyecto de Dios, implantar el Reino de Dios entre los hombres, defender la vida, en especial la de los más débiles, frente a los poderes y proyectos de muerte. Por eso se enfrentará al poder religioso concentrado en Jerusalén por medio de la ley y el templo y al poder político concentrado en el Imperio Romano.
Ir a Jerusalén es como ir a enfrentar, y a sufrir el conflicto. Por ejemplo "cuando Pedro subió a Jerusalén los circuncisos le reprochaban el que hubiera aceptado a los no circuncidados" (11,2). E ir a Roma (19,21-22) por medio de Pablo igualmente era asumir el conflicto. Son varios los motivos que apresuran a la Iglesia, a los cristianos, a Pablo para estar en Jerusalén (20,16). Es el Espíritu Santo que mueve, y encadena a los apóstoles con el amor de Jesús para que anuncien el evangelio y extiendan el Reino (20,22-27). Muestran un valor y una decisión de entregarse hasta la muerte por el nombre de Jesús y dan testimonio del nuevo camino, frente a los judíos y gentiles (25, 11-12). Pablo va hasta Roma en un viaje lleno de aventuras y peligros (27,1-6) y llega al centro del imperio del poder para anunciar el Evangelio (28, 11-20).
Esta es la época rica en cartas de Pablo, quien anima, instruye y llama la atención a sus comunidades cercanas y distantes.
Textos bíblicos
Hch 17,16-34: Pablo en Atenas.
Hch 18,1-17: Pablo en Corinto.
Hch 19,1-20: Pablo en Efeso
Hch 28,23-28: Pablo en Roma
Preguntas
¿Hacia dónde comenzó a extenderse la Iglesia. Ubicar en un mapa?
¿Por qué Jerusalén y Roma eran ciudades de conflicto para los apóstoles?
¿Cuáles son las características de esta etapa?
¿Cómo podemos poner en práctica hoy lo que vivió la Iglesia ahí?
Etapas de la historia de Israel 15
QUINTA ETAPA
PERSECUCIÓN Y MARTIRIO
En una primera etapa (años 30-60) la comunidad sufre persecución y martirio desde el poder religioso y judío, que no acepta que se predique a Jesucristo como el Mesías. Luego hacia los años 60-100 sufrirá persecución y muerte desde el poder político y romano.
Las obras que hace la primitiva comunidad le van a traer persecuciones desde el comienzo, por curar al paralítico los apóstoles son encarcelados (4, 1-3) los amenazaron y quisieron hacerlos callar (4,17-22), los azotaron y torturaron (5,40-41).
Esteban, primer mártir cristiano, por denunciar a los jefes de los judíos como manipuladores del templo y de la ley, es asesinado a pedradas (7,54-60). Además de perseguir a los helenistas y a las iglesias se recrudeció la persecución cuando mataron al apóstol Santiago y apresaron a Pedro (12,1-4).
Pablo fue maltratado, azotado, expulsado y apresado varias veces (16,22-24). Judíos de Asia y gente de Jerusalén apresan a Pablo y quieren matarlo (21,27-33). En especial saduceos y fariseos se conjuran para matarlo y se confabulan con los sumos sacerdotes, ancianos y demás miembros del sanedrín para ponerle una trampa (23,6-11 ).
Más tarde, Nerón, el emperador Romano, hizo perseguir a los cristianos (año 64- 67), incluso llevándoles al circo para hacer objeto de diversión de la gente. Recrudeció la persecución hacia el año 100 con el Emperador Domiciano. Esta es la época en que se escribe el Apocalipsis.
Textos bíblicos:
Hch 16,22-24: Pablo es arrestado en Filipos.
Hch 21,27-33: Pablo es arrestado en el Templo.
Ap 12,1- 7: Iglesia perseguida por el Imperio.
Preguntas
¿Cuáles son los dos grandes períodos de la persecución a los cristianos en el primer siglo por parte del imperio romano?
¿Por qué son perseguidos?
¿Quiénes los persiguen?
¿Cuáles son las características de esta etapa?
¿Cómo podemos poner en práctica hoy lo que vivió la Iglesia ahí?
Etapas de la historia de Israel 16
SEXTA ETAPA
JERARQUIZACIÓN
Para este momento han muerto la primera y segunda generación de apóstoles de Jesús. No hay testigos directos del Jesús histórico. Algunas comunidades han vivido mucho tiempo de persecución y además, están pasando momentos de confusión, pues "falsos maestros" se hacen presentes en las comunidades con nuevas doctrinas acerca de quién es Jesús-Cristo, qué es la Iglesia, etc.
Por eso, lo que va a caracterizar a esta etapa es la preocupación por institucionalizar o jerarquizar la Iglesia, es decir reunir y controlar a las comunidades domésticas bajo una sola cabeza para guardar la tradición "fiel" de los apóstoles, que justamente está en peligro por la presencia de estos falsos maestros.
Aquí surge la tradición eclesial fundante que es muy pluralista y se manifiesta en los escritos de la época. Cabe destacar que esta es una generación de escritores anónimos que escriben a la sombra de alguna gran figura apostólica como Pablo, Pedro o Juan.
Debido a las circunstancias que viven las comunidades estos escritores se preocupan por alentar o exhortar.
"Manténganse firmes en la esperanza" (Heb 6,9-12).
"Tengan cuidado de los maestros engañosos" (2P 2)
“Fe en el Cristo de carne y hueso”. (1Jn 1,1-2)
“Unir vida y fe”. ( 1Jn 3, 15)
Textos bíblicos:
1Tim 1,3-14: Los maestros falsos.
Ti 1,5-16: Los obispos presbíteros.
1Jn 4,1-21: No crean a todos los inspirados
Preguntas
¿Quiénes hacen parte de la primera y segunda generación?
¿Después de la muerte de las dos primeras generaciones surgen nuevos problemas, cuáles?
¿Qué se plantea para enfrentar los nuevos problemas?
¿Cuál de las exhortaciones le llama más la atención por qué?
¿Cuáles son las características de esta etapa?
¿Cómo podemos poner en práctica hoy lo que vivió la Iglesia ahí?

DEUTERONOMIO

DEUTERONOMIO
Es uno de los libros más majestuosos, más fascinantes y significativos del Antiguo Testamento. Se cita  195 veces en el Nuevo Testamento. En referencias es excedido  a  los salmos, a Isaias, a  Génesis y a  Exodo en ese orden. De hecho, Jesús lo citó  en tres ocasiones en las tentaciones (Mateo 4:1.11; cf. Deut. 8:3; 6:13, 16). Él incluso citó Deut. 6:5 cuando está preguntado cuál era el mandamiento más grande. 
TITULO: Deuteronomio significa "la segunda ley," o "Repetición de la Ley." Esta basada en una interpretación equivocada de la traducción de Hebreos 17:18, la cual correctamente es una " copia de esta ley." EL titulo en Hebreo es 'ellah had devarim, "Estas son las palabras," de las primeras dos palabras del original. Deuteronomio es mas que una repetición de la ley encontrada en los libros anteriores de Moisés. En este libro las leyes son mas explícitas, interpretadas, explicadas y aplicadas para la vida diaria del pueblo judío. Quizá el mejor titulo del libro debería ser solo "Palabras".
AUTOR: El libro  consiste casi enteramente en los discursos de despedida de Moisés mientras él dirigía al pueblo de Israel momentos antes que ellos cruzaran hacia la tierra prometida. La evidencia interna y externa es fuerte para Moisés como el autor de este libro junto con todos los primeros cinco libros del viejo testamento (Deut. 1:1; 31:9, 22, 24ff; Éxodo 17:14; 24:4, 7; Números 33:2). El autor tiene un conocimiento de primera mano de los detalles y de la historia y geografía del éxodo. Solamente Moisés podía decir de los detalles de los acontecimientos en el capítulo tres. Alguien los centenares de la escritura de años más adelante no sería familiar con tales detalles. Moisés era con un hombre instruido que sabe leer y escribir y habría sido familiar los tratados del este cercanos y su forma de escritura. Los elementos egipcios también favorecen Moisés como el autor. Ningún Egiptólogo ha detectado nunca un anacronismo o cualquier rastro de la edad o las circunstancias no confinadas al día de Moisés. La convicción judía muy antigua de que Moisés era el autor se expresa en el título alternativo para Deuteronomio "El quinto libro de Moisés." Moisés es declarado ser el narrador del libro entero. (1:1; 5:1; 27:11; 29:2; 31:1; 31:30; 33:1). El es definitivamente el autor responsable del libro. El dirigió, controlo y fue el responsable de todo lo que estaba en el texto original. Hay una marcada unidad y una consistencia en sus escritos. El tema obligatorio es la adoración de Jehová. Con excepción de Cristo, Moisés es el intérprete más grande de esa adoración. Cristo no solamente es citado en el libro, sino que  se lo atribuyó a Moisés   (Mat. 19:7–9; Juan 5:45–47; cf. Deut 18:18). Así lo dice Lucas, Pedro, Pablo y Santiago en el Nuevo Testamento. Probablemente fue Josué quien escribió el obituario de  Moisés en Deuteronomio 34.  Es mas, la arqueología ha probado que Moisés pudo haber sido el autor. No hay nada en el libro que indique algo que corresponda a otros tiempos que no sean los de Moisés. De hecho, contiene todo lo que uno pueda esperar de la pluma de Moisés.
Mucho se ha escrito sobre la hipótesis documental o la teoría del Pentateuco, que lleva a cabo la visión que algún redactor desconocido, o los redactores pasaron a través de los libros antiguos y de las varias piezas abstraídas. Los autores agregan que el nombre de Moisés fue dado como el autor para dar estatus a los libros. Es altamente imaginativo pero carece de credibilidad porque la literatura no se produce en esta manera. Es artificial y conduce a lo absurdo y al principio falso de la evolución de la religión para las fórmulas en la formación del Pentateuco. La hipótesis documental contradice las declaraciones llanas del Antiguo y Nuevo Testamentos que Moisés es el autor del Pentateuco. Un alocado ha dicho: "si los cinco libros de Moisés no fueron escritos por Moisés, deben haber sido escritos por alguien llamado Moisés." Una de las mejores discusiones para la profesión de escritor de Moisés es la evidencia interna que presenta palabras arcaicas y construcciones obsoletas como objeto exponiendo a Moisés como autor. Moisés tenía ayudantes como Eleazar el sacerdote y éste consideraría de variaciones leves en estilo. Aunque ha pasado con las guerras, calamidades, esfuerzos de los enemigos de destruirlo, puso a un lado y perdió por siglos, todavía tiene el sentido de lo original y de un texto digno de confianza. La profesión de escritor de Moisés ha tenido la tradición intacta unánime de la propiedad judía y cristiana hasta años recientes. Correcto, nadie ha probado que Moisés no escribió estos cinco libros. La hipótesis documental como presentado originalmente ha deteriorado casi totalmente entre los estudiantes el estudio del Pentateuco.
Los capítulos 28,30 son una de las profecías más asombrosas de la Biblia porque predice la historia entera de la gente judía. Incluso señala al tiempo en que dejan de ser una nación y se dispersan sobre la faz de la tierra (28:64; 30:1.6). Con los cuadros gráficamente vivos de la palabra Moisés describe para ellos qué resultaría si él cambiara Jehová al servicio y a los ídolos de sus vecinos. Por lo tanto, Israel vagó por muchos siglos como gente sin una tierra. Moisés miraba lejos en el futuro y vio a gente dispersada en tierras del cautiverio, y entonces él vio a Dios  reunirlos a ellos otra vez a una restauración final.
Es significativo que Moisés nunca es elogiado hasta después de su muerte en armonía con su humildad (34:10). Es muy razonable concluir que este trabajo es el resultado de una conexión histórica verdadera entre el hombre y el libro que lleva su nombre como autor. Refleja claramente la personalidad de Moisés, de los datos geográficos de Egipto, del desierto de Sinaí y del ajuste histórico que esperaríamos en su contenido. Es un gran libro de un gran autor. 
LUGAR: El pueblo de Israel está situado en la tierra  del ultimo campamento en el desierto en los llanos de Moab durante el intervalo de cuarenta días antes de cruzar la Jordania para comenzar la conquista de Canaan. El ajuste de la comprobación es igual que la abertura de Josué en el desierto. El libro entero ocurre en los llanos de Moab. Los que salieron de Egipto han vagado en el desierto por casi 38 años (Números 16:1.17:13; 20:1; Deut. 1:19.46). Ahora estaban en el mismo punto que hacia 38 años antes. Al principio del cuadragésimo año estaban en Cades-barnea por una segunda vez (Num. 20:1.21:35 ), y ahora tenemos ante nosotros el ultimo mes  en la vida de Moisés. ¿Qué tendrá que decir el gran líder  a su gente? ¿Cuál será su voluntad y último testamento?
FECHA: c. 1406 antes de Cristo y cubre mas o menos cuarenta años.
TEMA: El tema de Deuteronomio se dispone en las palabras "posee" y "posesión." Éstas son exhortaciones e instrucciones referentes a la posesión de la tierra prometida. Estamos en el borde de ir a través del río de Jordania y de tomar la posesión de la tierra. El énfasis del convenio en Deuteronomio está en el establecimiento en la tierra prometida. Éste es un convenio de la posesión de la tierra. En este convenio ampliado, hay también la disposición para el exilio si la gente  rechaza a Yahvé para servir a los ídolos.
PALABRAS CLAVE: "Recuerda," "posee," "obedecer"
PROPÓSITO: Deuteronomio es una exposición en forma modificada  de las instrucciones y de las leyes a una segunda generación de Israelitas que creció  en el viaje por el desierto. Toda la primera generación está muerta ahora, a excepción de Josué, Caleb y Moisés. Moisés morirá antes de  cruzar Israel sobre el Jordán. Es básicamente una revisión de la ley antes de cruzar a la tierra prometida. Este libro  ayuda al pueblo a ajustarse a un nuevo líder y a una nueva vida en el convenio en una tierra nueva. Describe a la audiencia que oyó estos mensajes predicados como "todo el Israel." Sin embargo, los lectores serían el pueblo después de que se hayan instalado en la tierra. El libro sirve como recordatorio del propósito de Dios para Israel y cómo deben vivir como su gente en la tierra nueva. 
VERSOS CLAVE: 10:12–13
"Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Yahvé tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Yahvé tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma;  que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que tengas prosperidad?"
ESTILO: Esto es sobre todo un libro de oratoria que consiste de los sermones o de los discursos que  contienen la ley y la historia redentora. Contiene los mensajes de despedida dados por Moisés mientras que él repasa la historia de la gente elegida. Los tres discursos principales son precedidos por una breve introducción (1:1.5) y seguidos por un epilogo (34) que dé el panegírico de Moisés. Sirve como "puente" entre la primera y segunda generación de Israelitas. Deuteronomio se escribe en un estilo constante con la exposición de la ley civil, moral y religiosa, y es didáctico. Tiene el tono de un padre mayor que habla a sus niños que les recuerda la importancia de la obediencia. Transporta la impresión de un viejo hombre reprendiendo a sus niños para la desobediencia. Él esta ansioso que recuerden el convenio y sean fieles al SEÑOR Dios cuando él quiere irse más lejos para recordárselos. Hay también la fuerza del reconocimiento como líder responsable y respetado con su integridad intacta.
OPCIÓN DEL DIOS DE ISRAEL: Yahvé eligió a Israel para ser su propia posesión (Deu. 7:6.8). El concepto de la "elección" de Israel en el Antiguo Testamento es comunicado lo más a menudo posible por el verbo "para elegir." El SEÑOR Dios expresó su opción creando a una nueva gente, es decir, su propia gente peculiar. Cuando pensamos en la elección divina, no debemos pensar en el Dios que elige de una nación ya existente mientras que rechazan todas las otras. A través del trabajo del rescate, Dios creó una nueva gente. Él comenzó desde la basura con una nueva familia, Abraham, y creó una nueva nación, Israel, basado en un nuevo convenio. Génesis 3 a 11 demuestra que todas las naciones de la tierra habían llegado a ser corruptas más allá de la imaginación (Gen 6:5ff, 11). Con Abraham y sus descendientes, Dios hacía algo enteramente nuevo. Él creaba a su propia gente especial a que él eligió amar más bien que  destruyendo totalmente la tierra. Aquí está una familia que ahora ha crecido en una nación que no especuló sobre Dios. Le conocían de sus experiencias con él. Habían experimentado su liberación de Egipto y él les exigió su obediencia y adoración. Ese gran acto de la fe y de la obediencia se expresa en el gran Shema en 6:4.5.  
¿Por qué el SEÑOR eligió Israel? El convenio comienza con amor, "porque el SEÑOR le ama" (7:8). Era un acto de la tolerancia (7:6.11).
Esta es la razón por la cual el mandamiento en Josué de destruir totalmente a sus enemigos era tan crítico. Es extraño para nosotros en el vigésimo siglo. Sin embargo, habría sido la muerte de una nueva nación si Israel no hubiera obedecido a Dios  Yahvé  eligió Israel, y él es el Dios de Israel. Él no ha entrado en un convenio con ninguna otra nación. Sin embargo, la tensión de Deuteronomio es que Israel tiene presente los peligros de contaminar su fe con la idolatría de los canaanitas. El peor pecado que Israel podía cometer contra Dios era covertirse a otros dioses. El castigo para la idolatría eran terrible y severo. Dios no toleraría la idolatría debido a la relación especial que tenia con su gente. La peor falta de Israel de obedecer la ley de Dios era la  idolatría y como castigo  la destrucción del reino y exilio de la tierra prometida .
El politeísmo es absolutamente increíble. Se toma como concedido en Deuteronomio y Josué que los canaanitas eran gente  reprobada. La destrucción completa de los canaanitas era necesaria para prevenir la corrupción de Israel. La pureza de la lealtad y de la adoración de Israel no podría ser preservada a menos que estos caracteres pervertidos fueran aniquilados. Números 25:1 son un buen recordatorio de lo qué sucedió cuando Israel jugó con la idolatría de Moab. No puede permitirse repetir el mismo error (Deut. 7:1.5). 
Por otra parte, no nos olvidemos del propósito de este convenio. Israel debía ser una nación  misionera. Dios bendeciría todas las familias de la tierra a través de Israel (Gen 12:3). "Porque eres pueblo santo á Jehová tu Dios, y Yahvé te ha escogido para que le seas un pueblo singular de entre todos los pueblos que están sobre la haz de la tierra." (Deu. 14:2). Israel perteneció al SEÑOR de una manera peculiar, con los derechos personales de ellos como su posesión personal. A través de Israel el Mesías vendría. Israel era el almacén de la revelación divina y ella llevaría el mensaje de Dios a todas las naciones. La gente judía no era mejor, ni más sabia, ni más fuerte que cualquier otra nación. Para el momento en que viniera Cristo ella era la gente mejor preparada para llevar las buenas noticias a las naciones (no-Judias) gentiles. La nación entera era  testigo a las naciones (Exodo 19:5, 6; Amos 3:2). 
Todo Dios pidió de Israel era que ellos lo amaran y lo sirvieran con todo el corazón y alma. El guardar de sus mandamientos era simplemente la expresión del amor. Si lo amamos, haremos lo que él dice que hagamos. Si lo amamos, guardaremos sus mandamientos. 
DEUTERONOMIO Y LOS PACTOS DEL CERCANO ORIENTE
Los últimos eruditos ha acentuado la consistencia del pacto en Deuteronomio  y los tratados del cercano oriente durante los siglos 13 y 14 antes de Cristo. Los Hebreos utilizan las mismas palabras para hacer un tratado o convenio internacional y el de  Yahvé y su gente. La mayoría de estos tratados se descubrieron  entre 1500 y 600 antes de Cristo. Nos estamos ocupando de este mismo marco de tiempo en Deuteronomio. Las ideas y los términos demuestran una relación notable entre las partes de los tratados y el convenio de Dios y su pueblo. La nueva relación con Dios fue llamada un pacto. Este convenio era un paso decisivo en la creación de la nación de Israel. 
Los convenios antiguos se asemejan a los tratados en lo que se refiere a su lenguaje retórico, estructura e ideología. El propósito de un tratado era asegurar la lealtad entera del vasallaje  al otro socio en el tratado. El estilo retórico es una característica de Deuteronomio. La terminología es repleta con palabras como "miedo," "amor," "atender a la voz de," "seguimiento." De hecho, "la voz rebelde, peca" al igual que el pueblo del pacto. 
La semejanza más llamativa es la estructura de la los tratados y los convenios en el Antiguo Testamento. Había seis porciones en un tratado: Un preámbulo que nombra al autor del tratado, un prólogo histórico definiendo la relación entre las partes, las estipulaciones que describen las responsabilidades mutuas, el documento del tratado que debía ser leído en intervalos regulares, una lista de los dioses que atestiguaron el tratado, y sus maldiciones resultantes, de las bendiciones y de las amenazas si el tratado es violentado. Por supuesto, el Antiguo Testamento omitió la lista de dioses porque Yahvé  cortaba el convenio con su gente elegida. Por lo menos cuatro de estos elementos se encuentran en Deuteronomio: el prólogo, las estipulaciones, el documento del tratado y las bendiciones.
Por otra parte, ambos comienzan con historia e insistencia respecto a la gracia y a la misericordia del autor del pacto. La amabilidad se demuestra a menudo al pueblo vasallo. Aquí vemos a menudo a Yahvé recordándole a  su misericordia. Las estipulaciones vienen después  que el SEÑOR les ha recordado a su pueblo lo que él ha hecho para ellos. Por supuesto, las bendiciones se prometen para la obediencia y las maldiciones si el tratado es violentado. Dios ha entrado en un convenio con Israel y él espera que sean obedientes y leal a él. El exilio de la tierra prometida es la maldición si son desobedientes y van detrás de ídolos. Los profetas fueron enviados de Dios para llevar juicios proféticos cuando el pueblo desobedeciere. Dios guardó a su gente  con tolerancia y misericordia. Otros ejemplos del motivo del tratado se sugieren en Exodo 19,24; Josué 24 y I Samuel 12. 
Es digno de notar que estos tratados fueron transmitidos a las generaciones subsecuentes como documentos inviolables. Fueron sellados y colocados en lugares seguros por ejemplo en los templos. Éste es probablemente la evidencia más fuerte contra un proceso evolutivo de la escritura y de desarrollar los primeros cinco libros de la Biblia, y especialmente Deuteronomio.
UN PROFETA COMO MOISES: Deuteronomio 18:15.19 da el aseguramiento de Israel que  Dios no los abandonará, pero los dirigirá y conducirá. Jesús es el profeta por excelencia. Él entendía este profecía como se refiere de si mismo  en Juan 5:46, y el Apóstol Pedro también lo entendía así al referirse a Jesús (Hechos 3:22.26). El habla inequívocamente del Mesías, Jesucristo.

PRINCIPIOS DE MORAR:
1.    Los principios generales en Deuteronomio son eternos. Justamente como Jesús encontró fuerza en la palabra de Dios para hacer frente al Tentador, así  nosotros podemos encontrar fuerza espiritual en la cara de la oposición mientras aplicamos la palabra de Dios en nuestras vidas. Se ordenó a la gente que escribiera ciertas porciones de las escrituras en sus portones y los memorizara. Podemos escribirlo en las tarjetas, inscripción en los carteles, placas, escuchar ellos en los cassettes como recordatorios constantes para leer y prestar atención a la palabra de Dios. La cosa importante es conseguirla antes de nosotros y en nuestros corazones así que podemos habitar en ella.
2.    Jesús dijo que los dos grandes mandamientos de la ley eran amar al SEÑOR Dios y amar a su prójimo. Éste es el corazón de Deuteronomio. El amor es la llave de la vida con Dios. Le debemos nuestros corazones porque él primero nos amó.
3.    Dios se ha revelado en los hechos de la historia. Él se refiere sobre las situaciones humanas, tuyas y mías. 
4.    Jehová encontró que Israel estaba fuera de su gracia. Gracia es la única explicación para la nación de Israel. También esta es la única explicaron que podemos darnos de su amor a nosotros.
5.    El énfasis de  Deuteronomio esta en la relación existente entre la verdadera fe y una vida santa. El cristianismo no es una póliza de seguros que nos garantice que vamos a ir al cielo. Es acerca del propósito eterno de Dios para nosotros conforme a su voluntad con su Hijo. Obtener nuestra salvación es  justo la primera fase, por lo tan  importante que es. Mucho de nuestro mal cristianismo  es el resultado de nuestra predicación de seguros contra incendios. El SEÑOR nos ha redimido y él exige nuestra lealtad a él.  
6.    "El Señor, Nuestro Dios, Uno es." La unidad del Dios Triuno esta presente. El es "uno" como una unidad con distinciones de las tres divinas personas en la Trinidad.
7.    Cuales son aquellos canaanitas en nuestras vidas que debemos quitar? Esta usted espiritualmente "casado" con algunos valores culturales modernos violando los valores de Dios?
8.    El peor pecado sigue siendo la idolatría. El castigo fue severamente terrible para Israel. Fue la falta de Israel de obedecer el mandato de Jehová de destruir a los canaanitas que los condujo para llegar a una  total idolatría, y en última instancia a la destrucción del reino y exilio de la tierra prometida.
Este gran libro termina con la enfermedad mortal de Moisés. El galardonado escritor F. B. Meyer se ha expresado en la siguiente forma:
A los 120, su ojo no se ha apagado, ni su fuerza natural ha disminuido, el hombre ya envejecido subió al Monte Sinai, y, como él vio la tierra prometida, la cual él esperaba entrar, Dios lo levantó suavemente en la  mejor tierra. En un momento, su alma había pasado dentro del velo, y él estaba en el casa con Dios. Dios enterró su cuerpo. De su sepulcro, ningún hombre sabe. Su restos fueron quitados de todo lo que podría llegar a la idolatría.
La ultima visión que tenemos de Moisés en las escrituras está en el pasaje de la Transfiguración, junto con Elijas, hablando con Jesús sobre su próximo éxodo. Debido a su muerte y resurrección, él nos prometió que, "voy a preparar un lugar para ustedes.
DEUTERONOMIO:  es una palabra de origen griego, que significa "segunda ley". Tal designación expresa sólo en parte el contenido del quinto libro del Pentateuco, ya que este, más que un código de leyes en sentido estricto, es una larga y vibrante exhortación destinada a "recordar" a Israel el sentido y las exigencias de la Alianza. De allí que las prescripciones concretas estén siempre acompañadas de advertencias y reproches, de promesas y amenazas.
El Deuteronomio está estructurado como una serie de discursos dirigidos por Moisés a los israelitas antes de su entrada en Canaán. Esta forma literaria se explica por las circunstancias que dieron origen a la composición del Libro. Desde tiempos muy antiguos, los sacerdotes levíticos prolongaron la actividad de Moisés, proclamando solemnemente en las celebraciones litúrgicas la Alianza del Señor con su Pueblo elegido. En estas celebraciones, ellos no se limitaban a repetir una Ley fijada para siempre, sino que la completaban y actualizaban, a fin de responder a nuevas situaciones y necesidades. Así las leyes contenidas en los códigos tradicionales de Israel se vieron enriquecidas con elementos originales de importancia, que luego quedaron consignados en la legislación deuteronómica. Entre estos aportes merecen especial atención la ley sobre la unidad del Santuario, los criterios para discernir a los auténticos profetas y las severas prescripciones contra la idolatría. Todo esto estaba destinado a contrarrestar el pernicioso influjo que la religión de Baal y los cultos cananeos ejercían sobre la fe de Israel.
La composición del Deuteronomio atravesó por diversas etapas. Su redacción primitiva puede situarse en el siglo VIII a.C., en los ambientes levíticos del reino del Norte. Después de la destrucción de Samaría, estos grupos se refugiaron en Judá y el Libro quedó depositado en los archivos del Templo de Jerusalén. En el año 622 a.C., el rey Josías mandó reparar el Templo, y allí se encontró un "libro de la Alianza" (2 Rey. 23.2), que fue leído en presencia del rey y dio un nuevo impulso a la reforma religiosa iniciada por él. Este "libro de la Alianza" era sin duda el Deuteronomio, aunque en una forma más breve que la actual. A partir de ese momento, la legislación deuteronómica se convirtió en objeto de asidua meditación y proporcionó un criterio de primer orden para interpretar toda la historia de Israel. Posteriormente, la obra original fue completada y enriquecida con nuevos aportes, hasta que pasó a formar parte del Pentateuco.
Entre todos los escritos del Antiguo Testamento, el Deuteronomio se destaca por su estilo peculiar. Su lenguaje es solemne, pero al mismo tiempo directo, cálido y preocupado por suscitar una incondicional fidelidad al Señor. Es un estilo que quiere hablar sobre todo al corazón. La repetición incansable de ciertas palabras y giros confiere a toda la obra una notable fuerza persuasiva.
El paso frecuente del "tú" al "ustedes" es otra característica del estilo deuteronómico. Esta alternancia es un procedimiento oratorio para interpelar a los oyentes: el "tú" apunta menos a los individuos en particular que a la conciencia de la comunidad, en la que cada uno debe verse representado y medir su propia responsabilidad.
El Deuteronomio traza para Israel un programa de vida, inspirado en la predicación de los Profetas, en los escritos sapienciales y en las tradiciones históricas del Pentateuco, desde los tiempos patriarcales hasta la entrada en la Tierra prometida. El Dios que aquí se manifiesta no es una divinidad fría y distante, sino el Dios misericordioso que está cerca de su Pueblo y le revela su Ley, porque lo ama y espera ser amado con la misma intensidad. De esa manera, el Deuteronomio marca un jalón decisivo en el camino hacia la revelación definitiva de Dios en el Nuevo Testamento, donde el Apóstol san Juan afirma: "Dios es amor, y el que permanece en el amor permanece en Dios, y Dios permanece en él" (1 Jn. 4. 16).
PRIMER DISCURSO DE MOISÉS
El Deuteronomio se presenta como el testamento espiritual de Moisés. Poco antes de su muerte, él reúne por última vez al pueblo y pronuncia sus palabras de despedida. En su primer discurso, Moisés evoca la experiencia común vivida en el desierto. Esta experiencia está llena de enseñanzas. En los acontecimientos de su propia historia, Israel debe ver el signo más elocuente del amor del Señor, que lo eligió gratuitamente. Y también debe reconocer el poder de su Dios, que lo liberó de todos los peligros. Así, antes de proclamar la voluntad divina expresada en la Ley, el legislador expone los hechos que fundamentan la autoridad del Señor y su derecho a reclamar una absoluta fidelidad.
En esta evocación histórica, se destaca la suerte corrida por la primera generación de israelitas en el desierto. Por su pecado de incredulidad, ellos fueron condenados a morir sin entrar en la Tierra prometida. También este hecho debe servir de advertencia. El amor del Señor es exigente. La fidelidad a él abre el camino de la felicidad; la infidelidad separa al Pueblo de su Dios, única fuente de vida, y lo lleva necesariamente a la ruina.
UBICACIÓN GEOGRÁFICA DEL DISCURSO
1 1 Estas son las palabras que Moisés dirigió a todo Israel, al otro lado del Jordán, en el desierto, en la Arabá, frente a Suf, entre Parán, Tofel y Labán, Jaserot y Dizahab. 2 –Desde el Horeb hasta Cades Barné, hay once días de camino por las montañas de Seír–. 3 En el cuadragésimo año, el primer día del undécimo mes, Moisés habló a los israelitas, como el Señor se lo había ordenado.
4 Después de haber derrotado a Sijón, rey de los amorreos que residía en Jesbón, y a Og, rey de Basán, que residía en Astarot y Edrei, 5 al otro lado del Jordán, en territorio de Moab, Moisés comenzó a exponer esta Ley, diciendo:
MIRADA HISTÓRICA RETROSPECTIVA: LA PARTIDA DEL HOREB
6 El Señor, nuestro Dios, nos habló en el Horeb en estos términos: "Ya han estado bastante tiempo en esta montaña. 7 Den vuelta y pónganse en camino, para ir a la montaña de los amorreos y a todas las regiones vecinas: La Arabá, la Montaña, la Sefelá, el Négueb y la costa marítima –es decir, la tierra de Canaán– y el Líbano, hasta el Gran Río, el río Éufrates. 8 Yo pongo el país delante de ustedes: vayan a tomar posesión de la tierra que el Señor juró dar a sus padres, a Abraham, a Isaac y a Jacob, y a sus descendientes después de ellos".
LA INSTITUCIÓN DE LOS JUECES
9 En aquel tiempo, yo les dije: "Yo solo no puedo hacerme cargo de todos ustedes. 10 El Señor, su Dios, los ha multiplicado de tal manera, que hoy ustedes son numerosos como las estrellas del cielo. 11 ¡Que el Señor, el Dios de sus padres, los haga aún mil veces más numerosos y los bendiga, como lo ha prometido! 12¿Cómo podré, entonces, cargar yo solo con el peso de todos ustedes y ocuparme también de sus litigios? 13 Designen para cada una de sus tribus a hombres sabios, prudentes y experimentados, y yo los pondré al frente de ustedes".
14 Ustedes me respondieron: "Tu propuesta nos parece buena". 15 Entonces tomé de entre los jefes de las tribus a unos hombres sabios y experimentados y los puse al frente de ustedes como jefes de mil, de cien, de cincuenta y de diez hombres, y como escribas para las tribus. 16 Al mismo tiempo, di esta orden a los jueces: "Escuchen a sus hermanos y hagan justicia, cuando tengan un pleito entre ellos o con un extranjero. 17 No sean parciales en los juicios: escuchen a los humildes lo mismo que a los poderosos. No se dejen intimidar por nadie, porque el juicio pertenece a Dios. Y cuando se les presente un caso demasiado difícil, diríjanse a mí, para que yo lo resuelva". 18 Así les indiqué aquella vez todo lo que ustedes debían hacer.
LA LLEGADA A CADES BARNÉ
19 Después partimos del Horeb, y comenzamos a recorrer el desierto inmenso y temible que ustedes han visto. Íbamos hacia la montaña de los amorreos, como el Señor, nuestro Dios, nos lo había ordenado, y llegamos a Cades Barné.
LA EXPLORACIÓN DE CANAÁN
20 Entonces yo les dije: "Ya han llegado a la montaña de los amorreos, que nos da el Señor, nuestro Dios. 21 El Señor, tu Dios, pone este país delante de ustedes: sube a tomar posesión de él, según te lo ha dicho el Señor, el Dios de tus padres. No temas ni te acobardes". 22 Pero ustedes se acercaron a mí para decirme: "Enviemos delante de nosotros algunos hombres para que exploren la región y nos informen sobre el camino que debemos tomar y sobre las ciudades a las que debemos entrar".
23 La idea me pareció buena, y yo designé a doce de ustedes, uno por cada tribu. 24 Ellos se dirigieron hacia la región montañosa y llegaron al valle de Escol. Después de haber inspeccionado la montaña, 25 regresaron trayendo en sus manos frutos de esa región, y nos presentaron este informe: "La tierra que nos da el Señor, nuestro Dios, es excelente".
El temor y la protesta de los israelitas
26 Pero ustedes se negaron a subir y se rebelaron contra la orden del Señor, su Dios. 27 Se pusieron a murmurar en sus carpas, diciendo: "El Señor nos aborrece; por eso nos hizo salir de Egipto para entregarnos a los amorreos y destruirnos. 28 ¿Adónde iremos? Nuestros hermanos nos dejaron sin aliento, cuando nos dijeron: ‘Son gente más grande y más alta que nosotros; las ciudades son enormes y están provistas de murallas que se elevan hasta el cielo. Allí vimos también a los anaquitas’".
La exhortación de Moisésa confiar en el Señor
29 Entonces yo les dije: "No se acobarden ni les tengan miedo. 30 El Señor, su Dios, que va delante de ustedes, combatirá por ustedes, como lo hizo en Egipto ante sus propios ojos, 31 y también en el desierto, donde tú viste que el Señor, tu Dios, te conducía como un padre conduce a su hijo, a lo largo de todo el camino que recorriste hasta llegar a este lugar". 32 Y a pesar de todo, ustedes no tuvieron confianza en el Señor, su Dios, 33 que los precedía durante la marcha para buscarles un lugar donde acampar: de noche en el fuego, mostrándoles el camino que debían seguir, y de día en la nube.
La indignación del Señory el castigo del pueblo
34 Al oír lo que ustedes decían, el Señor se irritó y pronunció este juramento: 35 "Ni uno solo de los hombres de esta generación perversa verá la hermosa tierra que yo juré dar a sus padres. 36 El único que podrá verla es Caleb, el hijo de Iefuné. A él y a sus hijos les daré la tierra que sus pies han pisado, porque él ha sido siempre fiel al Señor".
37 Y por culpa de ustedes, el Señor se indignó también contra mí, y me dijo: "Tampoco tú entrarás. 38 El que entrará es Josué, tu ayudante. Infúndele valor, porque él deberá poner a Israel en posesión de la tierra. 39 Y también entrarán los niños –esos que según ustedes iban a ser presa del enemigo– los hijos de ustedes, que aún no saben distinguir lo bueno de lo malo; a ellos les daré la tierra y ellos la poseerán. 40 En cuanto a ustedes, den vuelta y avancen hacia el desierto, en dirección al Mar Rojo".
41 Ustedes me dijeron: "Hemos pecado contra el Señor. Pero ahora estamos dispuestos a subir y a combatir como el Señor, nuestro Dios, nos ha ordenado". Cada uno de ustedes se equipó con sus armas, creyendo que era fácil subir a la montaña. 42 Pero el Señor me dijo: "Ordénales que no suban a combatir, porque yo no estoy más en medio de ellos. Si lo hacen, serán derrotados por sus enemigos".
43 Yo les transmití la advertencia, pero ustedes no me escucharon y, rebelándose contra la palabra del Señor, tuvieron la osadía de escalar la montaña. 44Entonces los amorreos que habitan en esa montaña les salieron al encuentro, los persiguieron como abejas, y los derrotaron en la región de Seír hasta llegar a Jormá. 45 Cuando ustedes regresaron, se pusieron a llorar delante del Señor, pero él no los escuchó ni les hizo caso. 46 Y así tuvieron que permanecer en Cades durante tanto tiempo.
El paso por Edóm y Moab
2 1 Después dimos vuelta y nos pusimos en camino hacia el desierto, en dirección al Mar Rojo, como me lo había dicho el Señor. Durante muchos días estuvimos dando vueltas alrededor del macizo de Seír, 2 hasta que por fin el Señor me dijo: 3 "Basta ya de dar vueltas alrededor de esta montaña. Ahora diríjanse hacia el norte. 4 Comunica esta orden al pueblo: Ustedes van a pasar por la región de Seír, donde viven sus hermanos, los descendientes de Esaú, los cuales desconfían de ustedes. Pero atiendan bien: 5 no los provoquen, porque yo no les daré nada de su territorio, ni siquiera el espacio que ocupa la huella de una pisada, ya que el macizo de Seír se lo he dado en posesión a Esaú. 6 Cómprenles con dinero el alimento que necesitan para comer, y páguenles también el agua que beban. 7 Porque el Señor, tu Dios, te ha bendecido en todas tus empresas, y te ha protegido mientras caminabas por este gran desierto. Ya hace cuarenta años que el Señor, tu Dios, está contigo y nunca te faltó nada".
8 Por la ruta de la Arabá, que viene de Elat y de Esión Guéber, bordeamos la región de Seír, donde viven nuestros hermanos, los descendientes de Esaú. Luego dimos vuelta y tomamos el camino del desierto de Moab. 9 Entonces el Señor me dijo: "Tampoco ataques a Moab ni lo provoques a la guerra, porque no te daré ninguna fracción de su territorio, ya que la posesión de Ar se la he dado a los descendientes de Lot".
–10 Antiguamente habían estado allí los emíes, un pueblo fuerte, numeroso y de elevada estatura como los anaquitas. 11Tanto ellos como los anaquitas eran tenidos por gigantes, pero los moabitas los llaman emíes. 12 En Seír, en cambio, primero estuvieron los hurritas; pero los descendientes de Esaú los desposeyeron y los exterminaron, instalándose en lugar de ellos, como lo hizo Israel con la tierra que el Señor le dio en posesión–.
13 "Y ahora, ordenó el Señor, reanuden la marcha y crucen el torrente Zéred".
La llegada a la Transjordania
Entonces pasamos el torrente Zéred. 14 Desde que salimos de Cades Barné hasta que cruzamos el torrente Zéred, transcurrieron treinta y ocho años: el tiempo suficiente para que muriera toda aquella generación de guerreros, como el Señor se lo había jurado. 15 Porque el Señor puso su mano sobre ellos, hasta hacerlos desaparecer por completo del campamento.
16 Cuando ya no quedó en medio del pueblo ninguno de aquellos guerreros –porque todos habían muerto– 17 el Señor me habló en estos términos: 18 "Ahora vas a pasar por Ar, que está en las fronteras de Moab, 19 y luego te vas a enfrentar con los amonitas. No los ataques ni los provoques, porque yo no te daré en posesión ninguna fracción de su territorio, ya que se lo he dado en posesión a los descendientes de Lot".
–20 También este era considerado un país de gigantes. En efecto, allí habitaron antiguamente los gigantes que los amonitas llaman zamzumíes. 21 Eran un pueblo fuerte, numeroso y de elevada estatura como los anaquitas; pero el Señor los destruyó por medio de los amonitas, que los desposeyeron y se establecieron en lugar de ellos. 22 Lo mismo había hecho con los descendientes de Esaú, que habitan en Seír, cuando por medio de ellos destruyó a los hurritas; de esta manera, aquellos desposeyeron a los hurritas y se establecieron en su lugar hasta el día de hoy. 23 En cuanto a los avitas, que habitaban en los poblados hasta Gaza, fueron exterminados por los caftoritas, provenientes de Caftor, los cuales se establecieron en lugar de ellos–.
24 Luego el Señor añadió: "Reanuden la marcha y crucen el torrente Arnón. Yo te entrego a Sijón, rey de Jesbón, el amorreo, con todo su país. Prepárate para iniciar la conquista y provócalo a la guerra. 25 A partir de este momento, haré que el pánico y el terror se apoderen de todos los pueblos que están bajo el cielo: el que oiga hablar de ti, temblará y se estremecerá de espanto".

LA CONQUISTA DEL REINO DE SIJÓN
26 Desde el desierto de Quedemot envié mensajeros a Sijón, rey de Jesbón, con la siguiente propuesta de paz: 27"Déjame pasar por tu país. Iré por el camino, sin desviarme ni a la derecha ni a la izquierda. 28 Véndeme las provisiones necesarias para comer, y dame también, a cambio de dinero, agua para beber. Te pido solamente que me dejes pasar, 29 como ya me han dejado los descendientes de Esaú, que viven en Seír, y los moabitas de Ar. Así podré cruzar el Jordán y llegar a la tierra que nos da el Señor, nuestro Dios".
30 Pero Sijón, rey de Jesbón, se negó a dejarnos pasar por su territorio, porque el Señor, tu Dios, había ofuscado su espíritu y endurecido su corazón, a fin de ponerlo en tus manos, como lo está todavía hoy. 31 Entonces el Señor me dijo: "He decidido entregarte a Sijón con todo su país. Empieza la conquista apoderándote de su territorio". 32 Sijón nos salió al paso con todas sus tropas, dispuesto a librarnos batalla en Iasá. 33 Pero el Señor lo puso en nuestras manos y lo derrotamos, a él con sus hijos y todas sus tropas. 34 Nos apoderamos de todas sus ciudades y las consagramos al exterminio, sacrificando a hombres, mujeres y niños, sin dejar ningún sobreviviente. 35 Nos reservamos como botín solamente el ganado y los despojos de las ciudades conquistadas. 36 Desde Aroer, en la ribera del Arnón –incluyendo la ciudad que está en el valle– hasta Galaad, no hubo para nosotros ninguna ciudad inexpugnable: el Señor, nuestro Dios, nos entregó todo. 37 Pero no te acercaste al país de los amonitas: toda la ribera del torrente laboc, las ciudades de la montaña y todos los lugares que el Señor, nuestro Dios, te había prohibido.
La conquista del reino de Og
3 1 Después dimos vuelta y subimos en dirección a Basán. Entonces Og, rey de Basán, nos salió al paso con todo su ejército, dispuesto a presentarnos batalla en Edrei. 2 Pero el Señor me advirtió: "No le tengas miedo, porque yo lo pondré en tus manos con todo su ejército y sus dominios. Trátalo de la misma manera que trataste a Sijón, el rey de los amorreos que habitaba en Jesbón".
3 Efectivamente, el Señor, nuestro Dios, puso también en nuestras manos a Og, rey de Basán, con todo su ejército, y lo derrotamos hasta tal punto que no le quedó ni un solo sobreviviente. 4Aquella vez nos apoderamos de todas sus ciudades. Las conquistamos todas, sin exceptuar ninguna: las sesenta ciudades del distrito de Argob, que pertenecía al reino de Og, en Basán. 5 Todas ellas eran ciudades defendidas por altas murallas, puertas y cerrojos, sin contar las ciudades de los perizitas, que también eran muy numerosas. 6 Y las consagramos al exterminio, como habíamos hecho con Sijón, rey de Jesbón, matando en cada ciudad a hombres, mujeres y niños. 7 Pero nos reservamos como botín el ganado y los despojos de las ciudades.
8 Así conquistamos, en aquella ocasión, el territorio de los dos reyes amorreos de la Transjordania, desde el Arnón hasta el monte Hermón 9 –al cual los sidonios llaman Sirión y los amorreos Senir– 10 incluidas todas las ciudades del altiplano, todo Galaad y todo Basán, hasta Salcá y Edrei, ciudades del reino de Og, en Basán. 11 En cuanto a Og, rey de Basán, él era el único sobreviviente de la raza de los gigantes, como puede apreciarse por su sarcófago, que todavía se encuentra en Rabat de los amonitas: es un sarcófago de basalto, que mide cuatro metros y medio de largo por cuatro de ancho, según la medida común.
La distribución de la Transjordania
12 Una vez que tomamos posesión del país, yo entregué a las tribus de Rubén y de Gad el territorio que se extiende desde Aroer, en el valle del Arnón, hasta la mitad de las montañas de Galaad, con sus ciudades. 13 Y cedí a media tribu de Manasés el resto de Galaad y todo Basán –el reino de Og– incluyendo el distrito de Argob. Ahora bien, todo Basán es lo que hoy se llama Tierra de Gigantes. 14 Pero Jaír, hijo de Manasés, se apoderó del distrito de Argob, hasta la frontera de Gesur y de Maacá, y puso su nombre a esa parte de Basán, que hasta hoy se sigue llamando Jaír. 15 A Maquir le di Galaad. 16 A las tribus de Rubén y de Gad les cedí el territorio que va desde Galaad hasta el Arnón, con la mitad del torrente como frontera, y hasta el torrente laboc, que sirve de límite con los amonitas; 17 y además, la Arabá, con el Jordán como frontera desde Genesaret hasta el mar de la Arabá o mar de la Sal, al pie de las laderas del Pisgá, hacia el oriente.
Instrucciones de Moisésa las tribus de la Transjordania
18 En aquel tiempo, yo les di esta orden: "El Señor, su Dios, los ha puesto en posesión de esta tierra. Ustedes, los guerreros, tomen sus armas y avancen al frente de sus hermanos, los israelitas. 19 Solamente sus mujeres, con los niños y el ganado –yo sé que ustedes tienen mucho ganado– se quedarán en las ciudades que les di, 20 hasta que el Señor, su Dios, conceda el descanso a sus hermanos, como lo hizo con ustedes, y también ellos tomen posesión de la tierra que el Señor les dará al otro lado del Jordán. Luego cada uno podrá volver a la herencia que les he asignado".
21 Entonces hice esta advertencia a Josué: "Tú has visto con tus propios ojos todo lo que hizo el Señor, nuestro Dios, con estos dos reyes. De la misma manera tratará el Señor a todos los reinos por donde vas a pasar. 22 No les teman, porque el que combate por ustedes es el Señor, tu Dios".
Moisés excluido de la Tierra prometida
23 Y en esa ocasión, yo dirigí al Señor esta súplica: 24 "Señor, tú que has comenzado a mostrar a tu servidor tu grandeza y tu mano poderosa, porque no hay ningún dios en el cielo o en la tierra capaz de realizar las obras y los portentos que tú realizas: 25 déjame ir a ver la hermosa tierra que está del otro lado del Jordán, esa hermosa montaña, y el Líbano". 26 Pero por culpa de ustedes, el Señor se irritó contra mí y no me escuchó, sino que me dijo: "¡Basta! no vuelvas a hablarme de ese asunto. 27 Sube a la cima del Pisgá y extiende tu mirada hacia el oeste y el norte, hacia el sur y el este, y contempla esa tierra, porque tú no cruzarás el Jordán. 28 Da a Josué las debidas instrucciones, infúndele valor y anímalo, porque él lo cruzará al frente de este pueblo y lo pondrá en posesión de la tierra que ahora vas a ver."
29 Y nos quedamos en el valle que está junto a Bet Peor.
Exhortación de Moisés:la Ley del Señor, sabiduría de Israel
4 1 Y ahora, Israel, escucha los preceptos y las leyes que yo les enseño para que las pongan en práctica. Así ustedes vivirán y entrarán a tomar posesión de la tierra que les da el Señor, el Dios de sus padres. 2 No añadan ni quiten nada de lo que yo les ordeno. Observen los mandamientos del Señor, su Dios, tal como yo se los prescribo. 3 Ya han visto con sus propios ojos lo que hizo el Señor en Baal Peor: él aniquiló a todos los que siguieron al Baal de Peor. 4 Ustedes, en cambio, los que permanecieron fieles al Señor, su Dios, viven todavía. 5 Tengan bien presente que ha sido el Señor, mi Dios, el que me ordenó enseñarles los preceptos y las leyes que ustedes deberán cumplir en la tierra de la que van a tomar posesión. 6 Obsérvenlos y pónganlos en práctica, porque así serán sabios y prudentes a los ojos de los pueblos, que al oír todas estas leyes, dirán: "¡Realmente es un pueblo sabio y prudente esta gran nación!". 7 ¿Existe acaso una nación tan grande que tenga sus dioses cerca de ella, como el Señor, nuestro Dios, está cerca de nosotros siempre que lo invocamos? 8¿Y qué gran nación tiene preceptos y costumbres tan justas como esta Ley que hoy promulgo en presencia de ustedes?
La revelación de Diosen el monte Horeb
9 Pero presta atención y ten cuidado, para no olvidar las cosas que has visto con tus propios ojos, ni dejar que se aparten de tu corazón un sólo instante. Enséñalas a tus hijos y a tus nietos. 10El día en que estabas delante del Señor, tu Dios, en el Horeb, él me dijo: "Reúneme al pueblo y yo les haré oír mis palabras, para que aprendan a temerme mientras vivan sobre la tierra, y enseñen a sus hijos a hacer otro tanto". 11Ustedes se acercaron y permanecieron al pie de la montaña, mientras la montaña ardía envuelta en un fuego que se elevaba hasta lo más alto del cielo, entre negros nubarrones y una densa oscuridad. 12 El Señor les habló desde el fuego, y ustedes escuchaban el sonido de sus palabras, pero no percibían ninguna figura: sólo se oía la voz. 13 Así les reveló su alianza y les mandó que la cumplieran: las diez Palabras que él mismo escribió en dos tablas de piedra. 14 En aquella oportunidad, él me ordenó que les diera preceptos y leyes para que ustedes los pusieran en práctica en la tierra de la que van a tomar posesión.
Advertencia contra la idolatría
15 Tengan cuidado de ustedes mismos. Cuando el Señor les habló desde el fuego, en el Horeb, ustedes no vieron ninguna figura. 16 No vayan a pervertirse, entonces, haciéndose ídolos de cualquier clase, que tengan figura de hombre o de mujer, 17 de animales que viven en la tierra o de aves que vuelan por el espacio, 18 de reptiles que se arrastran por el suelo, o de peces que viven en las aguas, debajo de la tierra. 19 Y cuando levantes los ojos hacia el cielo y veas el sol, la luna, las estrellas y todo el Ejército de los cielos, no te dejes seducir ni te postres para rendirles culto. Porque ellos son la parte que el Señor, tu Dios, ha dado a todos los pueblos que están bajo el cielo. 20 A ustedes, en cambio, los tomó y los hizo salir de Egipto –ese horno donde se funde el hierro– para que fueran el pueblo de su herencia, como lo son en el día de hoy.
21 Pero por culpa de ustedes, el Señor se indignó contra mí y juró que yo no pasaría el Jordán ni entraría en la hermosa tierra que él te da como herencia. 22 Sí, yo moriré en este país antes de pasar el Jordán, pero ustedes lo van a cruzar y van a tomar posesión de esa hermosa tierra. 23 Tengan cuidado, entonces, de no olvidar la alianza que el Señor, su Dios, ha establecido con ustedes, y no se fabriquen ningún ídolo que tenga la figura de todo aquello que el Señor les prohibe. 24 Porque el Señor, tu Dios, es un fuego devorador, un Dios celoso.
Perspectivas de castigoy conversión del pueblo
25 Y si después de haber tenido hijos y nietos y de haber vivido largo tiempo en el país, ustedes se pervierten y se hacen ídolos de cualquier clase, si cometen lo que es malo a los ojos del Señor, su Dios, y provocan su indignación, 26yo les juro hoy, poniendo por testigos contra ustedes al cielo y a la tierra, que desaparecerán muy pronto del país que van a poseer cuando crucen el Jordán. No vivirán allí mucho tiempo, porque serán exterminados por completo: 27 el Señor los dispersará entre los pueblos y no quedarán más que unos pocos, diseminados en medio de las naciones adonde él los conduzca. 28 Allí ustedes servirán a dioses hechos por la mano del hombre, dioses de madera y de piedra, que no ven ni oyen, no comen ni sienten.
29 Entonces buscarás al Señor, tu Dios, y lo encontrarás, si lo buscas con todo tu corazón y con toda tu alma. 30 Y cuando estés angustiado, porque te habrán sucedido todas estas cosas –al cabo de los años– volverás al Señor, tu Dios, y lo escucharás. 31 Porque el Señor, tu Dios, es un Dios misericordioso, que no te abandonará, ni te destruirá, ni se olvidará de la alianza que estableció con tus padres mediante un juramento.
La predilección de Dios por su Pueblo
32 Pregúntale al tiempo pasado, a los días que te han precedido desde que el Señor creó al hombre sobre la tierra, si de un extremo al otro del cielo sucedió alguna vez algo tan admirable o se oyó una cosa semejante. 33 ¿Qué pueblo oyó la voz de Dios que hablaba desde el fuego, como la oíste tú, y pudo sobrevivir? 34 ¿O qué dios intentó venir a tomar para sí una nación de en medio de otra, con milagros, signos y prodigios, combatiendo con mano poderosa y brazo fuerte, y realizando tremendas hazañas, como el Señor, tu Dios, lo hizo por ustedes en Egipto, delante de tus mismos ojos?
35 A ti se te hicieron ver todas estas cosas, para que sepas que el Señor es Dios, y que no hay otro dios fuera de él. 36 Él te hizo oír su voz desde el cielo para instruirte; en la tierra te mostró su gran fuego, y desde ese fuego tú escuchaste sus palabras. 37 Por amor a tus padres, y porque eligió a la descendencia que nacería de ellos, el Señor te hizo salir de Egipto con su presencia y su gran poder; 38 desposeyó a naciones más numerosas y fuertes que tú; te introdujo en sus territorios y te los dio como herencia, hasta el día de hoy. 39 Reconoce hoy y medita en tu corazón que el Señor es Dios –allá arriba, en el cielo, y aquí abajo, en la tierra– y no hay otro. 40 Observa los preceptos y los mandamientos que hoy te prescribo. Así serás feliz, tú y tus hijos después de ti, y vivirás mucho tiempo en la tierra que el Señor, tu Dios, te da para siempre.
Las ciudades de refugio
41 Moisés destinó tres ciudades situadas al este del Jordán, 42 para que en ellas se refugiara el homicida que hubiera matado a alguien involuntariamente, sin haberlo odiado antes: buscando asilo en una de esas ciudades, salvaría su vida. 43 Estas ciudades eran: para los rubenitas, Béser, que estaba situada en el desierto, en el altiplano; para los gaditas, Ramot de Galaad; y para los manasitas, Golán de Basán.
SEGUNDO DISCURSO DE MOISÉS
Este segundo discurso introduce más directamente la promulgación de la legislación deuteronómica. Una vez más, la atención se orienta hacia los hechos del pasado: la promesa del Señor a los Patriarcas, la salida de Egipto, el don de la Ley en el Sinaí y la travesía del desierto. En la meditación de su propia historia, Israel debe encontrar los motivos para mantenerse fiel a la Alianza. Él es el Pueblo de Dios, pero no puede gloriarse de su condición privilegiada: la elección de que ha sido objeto es una gracia, un testimonio del amor paternal de Dios. Y ese amor exige una entrega filial, que excluye todo compromiso con los pueblos paganos y sus dioses.
El Deuteronomio enseña un amor expresado en obras, que abarca todos los sectores de la vida humana. Aunque la Ley del Señor contiene muchos preceptos, hay uno que es el primero y principal, el que fundamenta y da sentido a todos los demás: "Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas" (6. 5). De este mandamiento, que sólo se practica auténticamente cuando va acompañado del amor al prójimo (Lev. 19. 18), Jesús hará depender "toda la Ley y los Profetas" (Mt. 22. 40).
Proemio histórico del discurso
44 Esta es la Ley que Moisés expuso a los israelitas, 45 y estas son las normas, los preceptos y las leyes que les dictó después que salieron de Egipto, 46 cuando todavía se encontraban al otro lado del Jordán, en el valle que está cerca de Bet Peor. Allí tenía su territorio Sijón, el rey amorreo que habitaba en Jesbón. Pero al salir de Egipto, Moisés y los israelitas lo derrotaron 47 y se apoderaron de su territorio. Lo mismo hicieron con el país de Og, rey de Basán. Así conquistaron los países de los dos reyes amorreos de la Transjordania; 48desde Aroer, en la orilla del torrente Arnón, hasta el Monte Sirión –o sea, el Hermón– 49 incluida toda la Arabá, al este del Jordán, hasta el mar de la Arabá, al pie de las laderas del Pisgá.
La promulgación del Decálogo
5 1 Moisés convocó a todo Israel y les dijo: Escucha, Israel, los preceptos y las leyes que yo promulgo hoy en presencia de todos ustedes. Apréndanlos para ponerlos en práctica cuidadosamente. 2 El Señor, nuestro Dios, hizo una alianza con nosotros en el Horeb. 3 No la hizo con nuestros padres, sino con nosotros, los que hoy estamos aquí, todos con vida. 4 En la montaña les habló cara a cara, desde el fuego, 5 mientras yo hacía de intermediario entre el Señor y ustedes para anunciarles su palabra, porque ustedes, atemorizados por el fuego, no habían subido a la montaña.
El Señor dijo:
6 Yo soy el Señor, tu Dios, que te hice salir de Egipto, de un lugar de esclavitud.
7 No tendrás otros dioses delante de mí.
8 No te harás ninguna escultura y ninguna imagen de lo que hay arriba, en el cielo, o abajo, en la tierra, o debajo de la tierra, en las aguas. 9 No te postrarás ante ellas ni les rendirás culto, porque yo soy el Señor, tu Dios, un Dios celoso, que castigo la maldad de los padres en los hijos, hasta la tercera y cuarta generación, si ellos me aborrecen; 10 y tengo misericordia a lo largo de mil generaciones, si me aman y cumplen mis mandamientos.
11 No pronunciarás en vano el nombre del Señor, tu Dios, porque él no dejará sin castigo al que lo pronuncie en vano.
12 Observa el día sábado para santificarlo, como el Señor, tu Dios, te lo ha ordenado. 13 Durante seis días trabajarás y realizarás todas tus tareas, 14 pero el séptimo día es día de descanso en honor del Señor, tu Dios. En él no harán ningún trabajo ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tu buey, ni tu asno, ni ningún otro de tus animales, ni tampoco el extranjero que reside en tus ciudades. Así podrán descansar tu esclavo y tu esclava, como lo haces tú. 15 Recuerda que fuiste esclavo en Egipto, y que el Señor te hizo salir de allí con el poder de su mano y la fuerza de su brazo. Por eso el Señor, tu Dios, te manda celebrar el día sábado.
16 Honra a tu padre y a tu madre, como el Señor, tu Dios, te lo ha mandado, para que tengas una larga vida y seas feliz en la tierra que el Señor, tu Dios, te da.
17 No matarás.
18 No cometerás adulterio.
19 No robarás.
20 No darás falso testimonio contra tu prójimo.
21 No codiciarás la mujer de tu prójimo, ni desearás su casa, su campo, su esclavo, su esclava, su buey, su asno, ni ninguna otra cosa que le pertenezca.
22 Estas son las palabras que el Señor les dirigió en la montaña, cuando todos ustedes estaban reunidos. Él les habló con voz potente, desde el fuego, la nube y una densa oscuridad. No añadió nada más, sino que escribió esas palabras en las dos tablas de piedra que me entregó.
Moisés, mediador entre Dios y el pueblo
23 Cuando oyeron la voz que salía de las tinieblas, mientras la montaña ardía envuelta en llamas, todos ustedes, jefes de tribu y ancianos, se acercaron a mí 24 y me dijeron: "El Señor, nuestro Dios, nos ha mostrado su gloria y su grandeza, y hemos oído su voz, que salía desde el fuego. Hoy hemos visto que Dios puede hablar con los hombres sin que por eso mueran. 25 Pero ahora, ¿por qué tendremos que morir, consumidos por este gran fuego? Si seguimos escuchando la voz del Señor, nuestro Dios, seguramente moriremos. 26 ¿Hay acaso algún hombre que pudo sobrevivir después de haber oído la voz del Dios viviente que le hablaba desde el fuego, como la hemos oído nosotros? 27 Por eso, acércate y escucha lo que dice el Señor, nuestro Dios, y luego repítenos todo lo que él te diga. Nosotros lo escucharemos y lo pondremos en práctica".
28 Cuando el Señor oyó las palabras que ustedes me dirigieron, me advirtió: "He oído las palabras que te dijo este pueblo. Todo lo que han dicho está muy bien. 29 ¡Ojalá que siempre estén dispuestos como ahora a temerme y a cumplir mis mandamientos! Así ellos y sus hijos serán siempre felices. 30 Ahora ve a decirles que regresen a sus carpas. 31 Tú, en cambio, quédate aquí junto a mí, y yo te indicaré los mandamientos, los preceptos y las leyes que deberás enseñarles, a fin de que los pongan en práctica en la tierra que les daré en posesión".
Exhortación a cumplir los mandamientos
32 Pongan cuidado en practicar lo que el Señor, su Dios, les ha ordenado, sin desviarse ni a la derecha ni a la izquierda. 33 Vayan por el camino que el Señor, su Dios, les ha trazado, para gozar de una larga vida en la tierra de la que van a tomar posesión.
El más importante de los mandamientos
6 1 Este es el mandamiento, y estos son los preceptos y las leyes que el Señor, su Dios, ordenó que les enseñara a practicar en el país del que van a tomar posesión, 2 a fin de que temas al Señor, tu Dios, observando constantemente todos los preceptos y mandamientos que yo te prescribo, y así tengas una larga vida, lo mismo que tu hijo y tu nieto. 3 Por eso, escucha, Israel, y empéñate en cumplirlos. Así gozarás de bienestar y llegarás a ser muy numeroso en la tierra que mana leche y miel, como el Señor, tu Dios, te lo ha prometido.
4 Escucha, Israel: el Señor, nuestro Dios, es el único Señor. 5 Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. 6Graba en tu corazón estas palabras que yo te dicto hoy. 7 Incúlcalas a tus hijos, y háblales de ellas cuando estés en tu casa y cuando vayas de viaje, al acostarte y al levantarte. 8 Átalas a tu mano como un signo, y que estén como una marca sobre tu frente. 9 Escríbelas en las puertas de tu casa y en sus postes.
10 Cuando el Señor, tu Dios te introduzca en la tierra que él te dará, porque así lo juró a tus padres, a Abraham, a Isaac y a Jacob –en ciudades grandes y prósperas que tú no levantaste; 11 en casas colmadas de toda clase de bienes, que tú no acumulaste; en pozos que tú no cavaste; en viñedos y olivares que tú no plantaste– y cuando comas hasta saciarte, 12 ten cuidado de no olvidar al Señor que te hizo salir de Egipto, de un lugar de esclavitud. 13 Teme al Señor, tu Dios, sírvelo y jura por su Nombre.
Exhortación a la fidelidad
14 No vayan detrás de otros dioses, de los dioses de los pueblos que están alrededor de ustedes. 15 Porque el Señor, tu Dios, que está en medio de ti, es un Dios celoso, y si su enojo se enciende contra ti, te exterminará de la tierra. 16No provoquen al Señor, su Dios, como lo hicieron en Masá. 17 Observen cuidadosamente los mandamientos del Señor, su Dios, y las instrucciones y los preceptos que él te dio. 18 Practica lo que es recto y bueno a los ojos del Señor, para ser feliz e ir a tomar posesión de la hermosa tierra que él prometió con un juramento a tus padres. 19 Porque el Señor expulsará a todos los enemigos que encuentres a tu paso, como te lo ha anunciado.
20 Y cuando tu hijo te pregunte el día de mañana: "¿Qué significan esas normas, esos preceptos y esas leyes que el Señor nos ha impuesto?", 21 tu deberás responderle: "Nosotros fuimos esclavos del Faraón en Egipto, pero el Señor nos hizo salir de allí con mano poderosa. 22Él realizó, ante nuestros mismos ojos, grandes signos y tremendos prodigios contra Egipto, contra el Faraón y contra toda su casa. 23 Él nos hizo salir de allí y nos condujo para darnos la tierra que había prometido a nuestros padres con un juramento. 24 El Señor nos ordenó practicar todos estos preceptos y temerlo a él, para que siempre fuéramos felices y para conservarnos la vida, como ahora sucede. 25 Y esta será nuestra justicia: observar y poner en práctica todos estos mandamientos delante del Señor, nuestro Dios, como él nos lo ordenó".
Israel, pueblo elegido
7 1 Cuando el Señor, tu Dios, te introduzca en la tierra de la que vas a tomar posesión, él expulsará a siete naciones más numerosas y fuertes que tú: a los hititas, los guirgasitas, los amorreos, los cananeos, los perizitas, los jivitas y los jebuseos. 2 El Señor, tu Dios, los pondrá en tus manos, y tú los derrotarás. Entonces los consagrarás al exterminio total: no hagas con ellos ningún pacto, ni les tengas compasión. 3No establezcas vínculos de parentesco con ellos, permitiendo que tu hija se case con uno de sus hijos, o tomando una hija suya por esposa de tu hijo. 4 De lo contrario, ella apartará de mí a tu hijo y lo hará servir a otros dioses. Entonces el Señor se irritará contra ustedes y en seguida los exterminará. 5 Por eso, trátenlos de este modo: derriben sus altares, destruyan sus piedras conmemorativas, talen sus postes sagrados y prendan fuego a sus ídolos. 6 Porque tú eres un pueblo consagrado al Señor, tu Dios: él te eligió para que fueras su pueblo y su propiedad exclusiva entre todos los pueblos de la tierra.
La gratuidad de la elección
7 El Señor se prendó de ustedes y los eligió, no porque sean el más numeroso de todos los pueblos. Al contrario, tú eres el más insignificante de todos. 8 Pero por el amor que les tiene, y para cumplir el juramento que hizo a tus padres, el Señor los hizo salir de Egipto con mano poderosa, y los libró de la esclavitud y del poder del Faraón, rey de Egipto. 9Reconoce, entonces, que el Señor, tu Dios, es el verdadero Dios, el Dios fiel, que a lo largo de mil generaciones, mantiene su alianza y su fidelidad con aquellos que lo aman y observan sus mandamientos; 10 pero que no tarda en dar su merecido a aquel que lo aborrece, a él mismo en persona, haciéndolo desaparecer.
La bendición prometidaa la fidelidad
11 Por eso, observa los mandamientos, los preceptos y las leyes que hoy te ordeno poner en práctica. 12 Porque si escuchas estas leyes, las observas y las practicas, el Señor, tu Dios, mantendrá en tu favor la alianza y la fidelidad que juró a tus padres. 13 Él te amará, te bendecirá y te multiplicará. Bendecirá el fruto de tu seno, el fruto de tu suelo –tu trigo, tu vino y tu aceite– y las crías de tus ganados y rebaños, en la tierra que él te dará, porque así lo juró a tus padres. 14Serás más bendecido que todos los demás pueblos. Nadie será estéril entre ustedes, ni los hombres, ni las mujeres, ni los animales. 15 El Señor apartará de ti toda enfermedad, y no te infligirá ninguna de esas plagas malignas que envió sobre Egipto, y que tú ya conoces. Las tendrá reservadas, en cambio, para aquellos que te odian. 16 Destruye entonces a todos esos pueblos que el Señor, tu Dios, pone en tus manos. No les tengas compasión ni sirvas a sus dioses, porque eso sería para ti una trampa.
Exhortación a confiar en el poder de Dios
17 Y si alguna vez te preguntas: "¿Cómo voy a desposeer a esas naciones, si son más numerosas que yo?", 18 no les tengas miedo. Recuerda cómo trató el Señor, tu Dios, al Faraón y a todo Egipto: 19 los grandes portentos que has visto con tus propios ojos y los signos que él realizó, cuando con mano poderosa y brazo fuerte te hizo salir de Egipto. Así tratará el Señor, tu Dios, a todos los pueblos que temes enfrentar. 20 Más aún, él hará cundir el pánico en medio de ellos, hasta que todos queden exterminados, incluso los sobrevivientes y los que intenten permanecer ocultos.
21 No tiembles delante de ellos, porque en medio de ti está el Señor, tu Dios, el Dios grande y temible, 22 que irá eliminando poco a poco a las naciones que encuentres a tu paso. No podrás exterminarlas de un solo golpe, porque de lo contrario, los animales salvajes se multiplicarían en perjuicio tuyo. 23 Pero el Señor, tu Dios, te las entregará, y sembrará entre ellas una gran confusión, hasta destruirlas. 24 Él pondrá a sus reyes en tus manos, y tu harás desaparecer sus nombres de la tierra. Ninguno te podrá resistir, hasta que los extermines por completo.
Advertencia contra la idolatría
25 Ustedes, por su parte, prendan fuego a las estatuas de sus dioses. Y no codicies la plata y el oro de que están recubiertas, ni te quedes con ellos, para no caer en una trampa. Porque eso es una abominación para el Señor, tu Dios. 26 No introduzcas en tu casa nada abominable, porque también tú te harías digno de ser consagrado al exterminio. Detesta todo eso y considéralo abominable, porque está consagrado al exterminio.
La protección divina en el desierto
8 1 Pongan cuidado en practicar íntegramente el mandamiento que hoy les doy. Así ustedes vivirán, se multiplicarán y entrarán a tomar posesión de la tierra que el Señor prometió a sus padres con un juramento. 2 Acuérdate del largo camino que el Señor, tu Dios, te hizo recorrer por el desierto durante esos cuarenta años. Allí él te afligió y te puso a prueba, para conocer el fondo de tu corazón y ver si eres capaz o no de guardar sus mandamientos. 3 Te afligió y te hizo sentir hambre, pero te dio a comer el maná, ese alimento que ni tú ni tus padres conocían, para enseñarte que el hombre no vive solamente de pan, sino de todo lo que sale de la boca del Señor. 4 La ropa que llevabas puesta no se gastó, ni tampoco se hincharon tus pies durante esos cuarenta años.
5 Reconoce que el Señor, tu Dios, te corrige como un padre a sus hijos. 6 Observa los mandamientos del Señor, tu Dios; sigue sus caminos y témelo.
Las tentaciones de los israelitasen la Tierra prometida
7 Sí, el Señor, tu Dios, te va a introducir en una tierra fértil, un país de torrentes, de manantiales y de aguas profundas que brotan del valle y de la montaña; 8 una tierra de trigo y cebada, de viñedos, de higueras y granados, de olivares, de aceite y miel; 9 un país donde comerás pan en abundancia y donde nada te faltará, donde las piedras son de hierro y de cuyas montañas extraerás cobre. 10 Allí comerás hasta saciarte y bendecirás al Señor, tu Dios, por la tierra fértil que él te dio.
11 Pero ten cuidado: no olvides al Señor, tu Dios, ni dejes de observar sus mandamientos, sus leyes y sus preceptos, que yo te prescribo hoy. 12 Y cuando comas hasta saciarte, cuando construyas casas confortables y vivas en ellas, 13 cuando se multipliquen tus vacas y tus ovejas, cuando tengas plata y oro en abundancia y se acrecienten todas tus riquezas, 14 no te vuelvas arrogante, ni olvides al Señor, tu Dios, que te hizo salir de Egipto, de un lugar de esclavitud, 15 y te condujo por ese inmenso y temible desierto, entre serpientes abrasadoras y escorpiones. No olvides al Señor, tu Dios, que en esa tierra sedienta y sin agua, hizo brotar para ti agua de la roca, 16 y en el desierto te alimentó con el maná, un alimento que no conocieron tus padres. Así te afligió y te puso a prueba, para que tuvieras un futuro dichoso. 17 No pienses entonces: "Mi propia fuerza y el poder de mi brazo me han alcanzado esta prosperidad". 18 Acuérdate del Señor, tu Dios, porque él te da la fuerza necesaria para que alcances esa prosperidad, a fin de confirmar la alianza que juró a tus padres, como de hecho hoy sucede. 19 Pero si llegas a olvidarte del Señor, tu Dios, y vas detrás de otros dioses, si los sirves y te postras delante de ellos, yo les aseguro solemnemente que ustedes perecerán. 20 Perecerán como esas naciones que el Señor va destruyendo delante de ustedes, por no haber escuchado la voz del Señor, su Dios.
La victoria, obra del Señor
9 1 Escucha, Israel. Hoy vas a cruzar el Jordán, para desposeer a naciones más numerosas y fuertes que tú, y a grandes ciudades defendidas por murallas que se alzan hasta el cielo. 2 Son los anaquitas, un pueblo numeroso y de elevada estatura. Tú ya los conoces y has oído decir de ellos: "¿Quién es capaz de enfrentar a los anaquitas?". 3 Pero ten presente que desde hoy el Señor irá delante de ti como un fuego devorador, y los destruirá. Él los someterá a ti para que puedas desposeerlos y hacerlos desaparecer rápidamente, como el Señor te lo ha prometido.
4 Y cuando el Señor, tu Dios, los arroje lejos de ti, no digas en tu corazón: "A causa de mi justicia, el Señor me ha puesto en posesión de esta tierra". Porque sólo por la perversidad de esas naciones, el Señor, tu Dios, las despoja ante ti. 5 No son ni tu justicia ni la rectitud de tu corazón las que te harán tomar posesión de esa tierra. Todo lo contrario: es a causa de la maldad de esas naciones que el Señor las despoja ante ti, para cumplir la promesa que él juró a tus padres, a Abraham, a Isaac y a Jacob. 6 Reconoce, entonces, que el Señor no te da la posesión de esa hermosa tierra a causa de tu justicia, porque tú eres un pueblo obstinado.
Recuerdo de las rebeldías pasadas
7 Acuérdate de esto, no lo olvides: has irritado en el desierto al Señor, tu Dios. Desde el día en que salieron de Egipto hasta que llegaron a este lugar, ustedes han sido rebeldes al Señor. 8 Ya en el Horeb lo irritaron, y él se indignó tanto que estuvo a punto de destruirlos. 9 Eso sucedió cuando yo subí a la montaña para recibir las tablas de piedra, las tablas de la alianza que el Señor hizo con ustedes. Yo estuve arriba, en la montaña, cuarenta días y cuarenta noches, sin comer ni beber. 10 Entonces el Señor me entregó las dos tablas de piedra, escritas por el dedo de Dios, donde estaban todas las palabras que él les dirigió en la montaña, desde el fuego, el día de la asamblea.
11 Al cabo de esos cuarenta días, cuando el Señor me entregó las dos tablas de piedra, las tablas de la alianza, 12 me dijo: "Baja de la montaña ahora mismo, porque tu pueblo, ese que sacaste de Egipto, se ha pervertido. Ellos se apartaron rápidamente del camino que yo les había trazado y se han fabricado una estatua de metal fundido". 13 Después agregó: "Ya veo que este es un pueblo obstinado. 14 Por eso, déjame que los destruya y que borre de la tierra hasta su nombre. De ti, en cambio, suscitaré una nación más numerosa y fuerte que ellos".
15 Yo me di vuelta y bajé de la montaña, que ardía envuelta en llamas, llevando en mis manos las tablas de la alianza. 16 Entonces vi que ustedes habían pecado contra el Señor, su Dios, haciéndose un ternero de metal fundido y apartándose rápidamente del camino que él les había trazado. 17 Por eso tomé las dos tablas de piedra, las arrojé violentamente, y las hice añicos en presencia de todos.
La intercesión de Moisés
18 Luego me postré delante del Señor, y permanecí cuarenta días y cuarenta noches sin comer ni beber, como lo había hecho la vez anterior. Lo hice a causa de todos los pecados que ustedes habían cometido, haciendo lo que es malo a los ojos del Señor y provocando su enojo. 19 Porque yo sentía un gran temor ante la ira y la indignación del Señor que se había desatado contra ustedes, hasta el punto de querer aniquilarlos. Pero él me escuchó una vez más. 20 El Señor estaba tan irritado contra Aarón que quería destruirlo, y en aquella oportunidad también intercedí por él. 21 Y a esa obra del pecado, a ese ternero que ustedes habían fabricado, lo tomé, lo quemé y lo molí, hasta convertirlo en polvo muy fino, y después lo arrojé en el torrente que baja de la montaña.
Nuevas infidelidades de Israel
22 Además, ustedes irritaron al Señor en Taberá, en Masá y en Quibrot Hataavá. 23 Y cuando el Señor les ordenó que salieran de Cades Barné, diciéndoles: "Suban a tomar posesión de la tierra que yo les he dado", ustedes se rebelaron contra la orden del Señor, su Dios; no le tuvieron confianza ni le obedecieron. 24 ¡Rebeldes! Eso es lo que ustedes han sido para con el Señor, su Dios, desde el día en que los conocí.
Nueva intercesión de Moisés
25 A pesar de todo, yo me postré delante del Señor y así estuve cuarenta días y cuarenta noches, porque el Señor amenazaba con destruirlos. 26 Entonces intercedí ante el Señor con estas palabras: "Señor, no destruyas al pueblo que es tu herencia, ese pueblo que tú has rescatado por tu grandeza, y que hiciste salir de Egipto con mano poderosa. 27 Acuérdate de Abraham, de Isaac y de Jacob, tus servidores, y no tengas en cuenta la obstinación de este pueblo, ni su maldad, ni su pecado. 28 De lo contrario, se dirá en el país de donde nos hiciste salir: ‘El Señor es impotente para introducirlos en la tierra que les había prometido, y por el odio que les tiene, los sacó para hacerlos morir en el desierto’. 29 Después de todo, ellos son tu pueblo y tu herencia, y tú los libraste con tu gran fuerza y tu brazo poderoso".
Las tablas de la Ley depositadas en el Arca
10 1 En aquel tiempo, el Señor me dijo: "Talla dos tablas de piedra iguales a las primeras y sube a la montaña para encontrarte conmigo. Construye también un arca de madera. 2 Yo escribiré en esas tablas las mismas palabras que estaban escritas en las que tú rompiste. Después las depositarás en el arca".
3 Hice un arca de madera de acacia, tallé dos tablas de piedra iguales a las primeras y subí a la montaña con las dos tablas en la mano. 4 Entonces el Señor escribió en ellas lo mismo que había escrito antes: las diez Palabras que había promulgado en la montaña, desde el fuego, el día de la asamblea. Cuando me las entregó, 5 yo me di vuelta, bajé de la montaña y deposité las tablas en el arca que había construido. Allí están todavía, como el Señor me lo ordenó.
La elección de los levitas
6 Los israelitas partieron de los pozos de Bené Iaacán y se dirigieron hacia Moserá. Allí murió y fue enterrado Aarón, y su hijo Eleazar lo sucedió en el ejercicio del sacerdocio. 7 Luego siguieron avanzando hasta Gudgodá, y de allí fueron a Jotbá, una región donde abundan los torrentes.
8 Entonces el Señor puso aparte a la tribu de Leví para que transportara el Arca de la Alianza del Señor, para que estuviera en su presencia y lo sirviera, y para que bendijera en su Nombre, como lo ha venido haciendo hasta ahora. 9 Por eso Leví no tiene parte ni herencia entre sus hermanos: el Señor es su herencia, como él mismo se lo ha declarado.
Moisés, intercesor y guía del pueblo
10 Yo estuve en la montaña cuarenta días y cuarenta noches, como lo había estado la vez anterior, y también esa vez me escuchó el Señor. Él no quiso destruirte, 11 sino que me dijo: "Ve ahora mismo a ponerte al frente del pueblo, para que entren a tomar posesión de la tierra que juré dar a sus padres".
La fidelidad al Señor
12 Y ahora, Israel, esto es lo único que te pide el Señor, tu Dios: que lo temas y sigas todos sus caminos, que ames y sirvas al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma, 13 observando sus mandamientos y sus preceptos, que hoy te prescribo para tu bien. 14 Al Señor, tu Dios, pertenecen el cielo y lo más alto del cielo, la tierra y todo lo que hay en ella. 15 Sin embargo, sólo con tus padres se unió con lazos de amor, y después de ellos los eligió a ustedes, que son su descendencia, prefiriéndolos a todos los demás pueblos.
16 Por eso, circunciden sus corazones y no persistan en su obstinación, 17 porque el Señor, su Dios, es el Dios de los dioses y el Señor de los señores, el Dios grande, valeroso y temible, que no hace acepción de personas ni se deja sobornar. 18 Él hace justicia al huérfano y a la viuda, ama al extranjero y le da ropa y alimento. 19 También ustedes amarán al extranjero, ya que han sido extranjeros en Egipto. 20 Teme al Señor, tu Dios, y sírvelo; vive unido a él y jura por su Nombre. 21 Él es tu gloria y tu Dios, y él realizó en tu favor esas tremendas hazañas de que fuiste testigo. 22 Porque cuando tus padres bajaron a Egipto, eran apenas setenta personas, y ahora el Señor te ha hecho numeroso como las estrellas del cielo.
Acontecimientos aleccionadores para Israel
11 1 Amarás al Señor, tu Dios, y observarás siempre sus prescripciones, sus preceptos, sus leyes y sus mandamientos. 2 Ustedes –y no sus hijos, que no han conocido ni experimentado la lección del Señor– son los que conocen hoy su grandeza, el poder de su mano y la fuerza de su brazo; 3 los signos y las obras que realizó en Egipto contra el Faraón, rey de Egipto, y contra todo su país; 4 lo que hizo con el ejército egipcio, con su caballería y sus carros de guerra, cuando se lanzaron en persecución de ustedes y él desencadenó contra ellos las aguas del Mar Rojo, y los hizo desaparecer hasta el día de hoy; 5 lo que hizo por ustedes en el desierto, hasta que llegaron a este lugar; 6 y la manera como trató a Datán y a Abirón, los hijos de Eliab, el rubenita, cuando la tierra abrió sus fauces y los devoró junto con sus familias, sus carpas, y todos sus secuaces, en medio de todo Israel. 7 Sí, son ustedes los que han visto, con sus propios ojos, la gran obra que realizó el Señor.
Promesas y amenazas
8 Observen todos los mandamientos que hoy les prescribo. Así tendrán la fuerza necesaria para ir a conquistar el país del que ustedes van a tomar posesión, 9 y podrán vivir largo tiempo en la tierra que el Señor juró dar a sus padres y a su descendencia, tierra que mana leche y miel.
10 Porque la tierra que tú vas a tomar en posesión no es como Egipto, el país de donde ustedes salieron. Allí sembrabas tu semilla, y luego tenías que regar con tu pie, como se riega una huerta. 11En cambio, la tierra que vas a tomar en posesión es una región de montañas y valles regados por la lluvia del cielo, 12 y está bajo el cuidado constante del Señor, tu Dios. Sobre ella permanecen fijos los ojos del Señor, tu Dios, desde el comienzo hasta el fin del año. 13 Y si ustedes obedecen fielmente los mandamientos que hoy les impongo, amando al Señor, su Dios, y sirviéndolo de todo corazón y con toda el alma, 14 yo enviaré lluvia a la tierra en el momento oportuno –lluvia de otoño y de primavera– y podrás recoger tu trigo, tu vino nuevo y tu aceite. 15 Haré crecer en tus campos pasto para tu ganado, y comerás hasta saciarte.
16 Pero tengan cuidado, no sea que sus corazones se dejen seducir, y ustedes se extravíen, sirviendo a otros dioses y postrándose delante de ellos. 17 Porque entonces la ira del Señor arderá contra ustedes: él cerrará el cielo y ya no habrá más lluvia; el suelo dejará de dar sus frutos, y ustedes no tardarán en desaparecer de esta tierra fértil que les da el Señor.
18 Graben estas palabras en lo más íntimo de su corazón. Átenlas a sus manos como un signo, y que sean como una marca sobre su frente. 19 Enséñalas a tus hijos, inculcándoselas cuando estés en tu casa y cuando vayas de viaje, al acostarte y al levantarte. 20 Escríbelas en las puertas de tu casa y en sus postes. 21 Así, mientras haya cielo sobre la tierra, durarán tus días y los de tus hijos en el suelo que el Señor juró dar a tus padres.
22 Porque si observan realmente todo este mandamiento que yo les doy, amando al Señor, su Dios, siguiendo siempre sus caminos y siendo en todo fieles a él, 23 el Señor desposeerá delante de ustedes a todas esas naciones, y así podrán conquistarlas, aunque sean más grandes y fuertes que ustedes. 24Todos los lugares donde pongan la planta de sus pies, les pertenecerán. Y estas serán sus fronteras: desde el desierto, el Líbano y el río Éufrates, hasta el mar occidental. 25 Nadie podrá resistirles, porque el Señor, su Dios, sembrará el pánico y el terror en todo el territorio por donde ustedes pasen, como él mismo les ha prometido.
La alternativa propuesta por el Señor a Israel
26 Yo pongo hoy delante de ustedes una bendición y una maldición. 27 Bendición, si obedecen los mandamientos del Señor, su Dios, que hoy les impongo. 28Maldición, si desobedecen esos mandamientos y se apartan del camino que yo les señalo, para ir detrás de dioses extraños, que ustedes no han conocido. 29 Y cuando el Señor, tu Dios, te introduzca en la tierra de la que vas a tomar posesión, pondrás la bendición sobre el monte Garizín y la maldición sobre el monte Ebal. 30 Estas montañas se encuentran, como es sabido, al otro lado del Jordán, detrás del camino del oeste, en el país de los cananeos que habitan en la Arabá, frente a Guilgal, cerca de la encina de Moré. 31 Porque ustedes van a cruzar el Jordán para ir a tomar posesión de la tierra que les da el Señor, su Dios. Cuando la posean y vivan en ella, 32 cumplan fielmente todos los preceptos y leyes que hoy les impongo.
LA LEGISLACIÓN DEUTERONÓMICA
Los discursos anteriores han aclarado el sentido y el valor de la Alianza. Ahora el Deuteronomio determina cómo se debe vivir esa Alianza en las circunstancias concretas de la existencia individual y social. Pero esta legislación dista mucho de ser un tratado rígidamente jurídico. Las diversas prescripciones están expuestas en un tono pausado, cálido y sugestivo. Sobre todo, se trata de inculcar el amor a la Ley. No es cuestión de imponerla desde afuera, sino de arraigarla en lo más profundo del corazón. Su finalidad esencial es hacer de Israel una comunidad de "hermanos". La idea de la unidad domina todo el Deuteronomio: un Dios, un Pueblo, un Templo, una Tierra y una Ley.
Otro rasgo característico de esta legislación es el espíritu humanitario que la anima. La honda preocupación por defender a los más débiles -personificados en el huérfano, la viuda y el extranjero, debido a la incapacidad de estos para hacer valer sus derechos- pone bien de manifiesto ese sentimiento de humanidad, que se extiende incluso a los animales y a las plantas (20. 19-20; 22. 6-7; 25. 4). Esto es lo que da una vigencia siembre actual al Deuteronomio, más allá de las diferencias culturales y sociales que separan su época de la nuestra.

El Santuario único
12 1 Estos son los preceptos y las leyes que ustedes deberán observar y poner en práctica, mientras vivan en la tierra que el Señor, el Dios de tus padres, te da en posesión. 2Harán desaparecer todos los lugares de culto, donde las naciones que ustedes van a desposeer sirven a sus dioses, en las montañas, sobre las colinas y debajo de todo árbol frondoso. 3Derriben sus altares, rompan sus piedras conmemorativas, prendan fuego a sus postes sagrados, destruyan las imágenes de sus ídolos y borren hasta sus nombres de aquel lugar.
4 Pero con el Señor, su Dios, ustedes se comportarán de una manera distinta. 5 Irán a buscarlo al lugar que él elija entre todas las tribus, para constituirlo morada de su Nombre. 6 Solamente allí presentarán sus holocaustos y sacrificios, sus diezmos y sus dones, sus ofrendas votivas y voluntarias, y también las primicias de sus ganados y rebaños. 7 Allí, ustedes y sus familias comerán en la presencia del Señor, su Dios, y se alegrarán por todos los beneficios que hayan obtenido de su trabajo, porque el Señor, tu Dios, te bendijo.
8 Entonces no se comportarán como lo hacemos ahora. Aquí cada uno hace lo que mejor le parece, 9 porque todavía no han entrado en el lugar del descanso y en la herencia que el Señor, tu Dios, te dará. 10 Pero cuando pasen el Jordán y se establezcan en la tierra que el Señor, su Dios, les dará como herencia, cuando él les dé el descanso, librándolos de todos los enemigos que estén a su alrededor, y ustedes se sientan seguros, 11 llevarán al lugar que el Señor, su Dios, elija para constituirlo morada de su Nombre, todo lo que yo les ordeno: sus holocaustos y sacrificios, sus diezmos, sus dones, y las ofrendas escogidas que le hayan prometido al Señor mediante un voto. 12 Y ustedes se alegrarán en la presencia del Señor, su Dios, junto con sus hijos y sus hijas, sus esclavos y sus esclavas, y también con el levita que viva en sus ciudades, ya que él no tendrá posesión ni herencia entre ustedes.
Indicaciones sobre los sacrificios
13 Ten cuidado, entonces, de no ofrecer tus holocaustos en cualquier santuario que veas. 14 Los ofrecerás únicamente en el lugar elegido por el Señor, tu Dios, en una de tus tribus, y allí harás todo lo que yo te ordeno. 15 Sin embargo, podrás matar animales y comer carne en cualquiera de tus ciudades, siempre que así lo desees y en la medida en que el Señor, tu Dios, te bendiga. Podrán comerla igualmente el impuro y el puro, como si se tratara de un ciervo o de una gacela. 16 Pero no comerán la sangre, sino que la derramarás en la tierra, como si fuera agua.
17 Tampoco comerás en tus ciudades el diezmo de tu trigo, de tu vino y de tu aceite, ni las primicias de tu ganado y tus rebaños, ni lo que hayas prometido al Señor mediante un voto, ni tus ofrendas voluntarias, ni tus dones. 18 Lo harás en presencia del Señor, tu Dios –en el lugar elegido por él– junto con tu hijo y tu hija, tu esclavo y tu esclava, y con el levita que viva en tu ciudad. Y en la presencia del Señor, tu Dios, te alegrarás por todos los beneficios que hayas obtenido de tu trabajo. 19 Ten cuidado de no abandonar nunca al levita.
20 Cuando el Señor, tu Dios, ensanche tus fronteras, como te lo ha prometido, y sientas deseos de comer carne, podrás comer toda la que quieras. 21 Si el lugar que el Señor, tu Dios, elija para constituirlo morada de su Nombre, se encuentra demasiado lejos, tú mismo podrás matar, conforme a mis prescripciones, los animales del ganado mayor o menor que el Señor, tu Dios, te dará. Y comerás en tu ciudad todo lo que quieras, 22 del mismo modo que se come una gacela o un ciervo. Podrán comerla igualmente el puro y el impuro; 23sólo tendrás que abstenerte de comer la sangre, porque la sangre es la vida, y tú no debes comer la vida junto con la carne. 24 Por eso, derramarás la sangre en la tierra, como si fuera agua. 25Así serán felices, tú y tus hijos después de ti, porque habrás realizado lo que es bueno y recto a los ojos del Señor, tu Dios.
26 Pero los dones que debas consagrar al Señor y los que ofrezcas en cumplimiento de un voto, irás a llevarlos al lugar que el Señor elija. 27 Allí harás el holocausto de la carne y de la sangre sobre el altar del Señor, tu Dios. En cuanto a tus sacrificios, la sangre será derramada sobre el altar del Señor, tu Dios, y tú comerás la carne. 28 Escucha atentamente todas estas cosas que yo te mando. Así serás feliz, tú y tus hijos después de ti, porque habrás realizado lo que es bueno y recto a los ojos del Señor, tu Dios.
Advertencia contra los cultos cananeos
29 Y cuando el Señor, tu Dios, extirpe a las naciones que tú vas a desposeer, cuando las desalojes y te instales en su territorio, 30 ten cuidado, no sea que caigas en una trampa. No sigas su ejemplo después que hayan desaparecido de tu presencia, ni hagas averiguaciones respecto de sus dioses, diciendo: "¿Cómo servían a sus dioses estas naciones para que yo pueda hacer lo mismo?". 31No obres de esa manera con el Señor, tu Dios. Porque él considera abominable y detesta todo lo que ellas hacen para honrar a sus dioses, ya que llegan incluso a quemar a sus hijos y a sus hijas en homenaje a esos dioses.

Castigo de los falsos profetas
13 1 Practiquen cuidadosamente todo lo que yo les ordeno, sin añadir ni quitar nada.
2 Si surge en medio de ustedes un profeta o un intérprete de sueños, que te propone un signo o un prodigio, 3 y te dice: "Vamos detrás de otros dioses –que tú no conoces– para rendirles culto", aunque se cumplan el signo o el prodigio, 4 no hagas caso de las palabras de ese profeta o de los sueños de ese visionario. Porque el Señor, su Dios, los pone a prueba para ver si ustedes lo aman realmente con todo su corazón y con toda su alma. 5 Sigan al Señor, su Dios. Témanlo y observen sus mandamientos, escuchen su voz, sírvanlo y sean fieles a él. 6 Y ese profeta o ese intérprete de sueños deberá ser castigado con la muerte, por haber incitado a la rebelión contra el Señor, tu Dios –el que te hizo salir de Egipto y te rescató de la esclavitud– para desviarte del camino por donde él te ordenó que fueras. Así harás desaparecer el mal de entre ustedes.
Castigo de los que instigan a la idolatría
7 Si tu hermano –el hijo de tu padre o de tu madre– tu hijo o tu hija, la esposa que duerme en tus brazos, o tu amigo más íntimo, trata de seducirte en secreto, diciendo: "Vamos a servir a otros dioses", que ni tú ni tus padres conocieron 8 –los dioses de los pueblos próximos o lejanos que están a tu alrededor, de un extremo al otro de la tierra– 9 no cedas a sus instigaciones ni le hagas caso. Sé implacable con él, no lo perdones ni lo encubras. 10 Tendrás que hacerlo morir irremediablemente. Que tu mano sea la primera en levantarse contra él para quitarle la vida, y que después todo el pueblo haga lo mismo. 11 Deberás apedrearlo hasta que muera, porque intentó apartarte del Señor, tu Dios, que te hizo salir de Egipto, de un lugar de esclavitud. 12 Todo Israel, cuando se entere, sentirá temor, y no volverá a cometerse esta infamia entre ustedes.
Castigo de las ciudades apóstatas
13 Si de una de las ciudades que te dio el Señor, tu Dios, para que vivas en ella, te llega esta noticia: 14 Gente despreciable de tu misma raza ha logrado seducir a los habitantes de su ciudad, diciendo: "Vamos a servir a otros dioses" –que tú no conociste– 15 investiga el caso, examínalo e infórmate debidamente. Y si es verdad que la cosa es así, que se ha cometido semejante abominación, 16pasa sin compasión al filo de la espada a los habitantes de la ciudad, y conságrala al exterminio total con todo lo que hay en ella, incluido su ganado. 17 Reúne luego todos sus despojos en medio de la plaza, e incendia la ciudad con todos esos despojos, como un holocausto para el Señor, tu Dios. Ella se convertirá para siempre en un montón de ruinas y nunca más será reconstruida. 18 Y no retengas nada de lo que debe ser consagrado al exterminio. Así el Señor aplacará el ardor de su ira, se apiadará y tendrá misericordia de ti, y te multiplicará, como lo juró a tus padres, 19 con tal que tú escuches la voz del Señor, tu Dios, observando los mandamientos que hoy te prescribo y haciendo lo que es recto a los ojos del Señor, tu Dios.
Prohibición de una práctica pagana
14 1 Ustedes son hijos del Señor, su Dios. No se hagan incisiones ni se rapen el cabello sobre la frente en homenaje a un muerto. 2 Porque tú eres un pueblo consagrado al Señor, tu Dios, y él te eligió para que fueras su propio pueblo, prefiriéndote a todos los demás pueblos de la tierra.
Los animales puros e impuros
3 No comerán nada que sea abominable. 4 Ustedes podrán comer los siguientes animales: el buey, la oveja, la cabra, 5 el ciervo, la gacela, el venado, la cabra montés, el íbice, el antílope y la gamuza. 6 Podrán comer, asimismo, cualquier animal que tenga la pezuña partida –es decir, dividida en dos mitades– y que sea rumiante. 7 Pero se abstendrán de comer los animales que son solamente rumiantes y los que solamente tienen la pezuña partida por la mitad. No comerán camello, liebre ni damán, porque aunque son rumiantes, no tienen la pezuña partida. A estos animales deberán considerarlos impuros. 8Tampoco comerán cerdo, porque aunque tiene la pezuña partida, no es rumiante. También a este deberán considerarlo impuro, y no podrán comer su carne ni tocar su cadáver.
9 De entre los animales que viven en el agua, les estará permitido comer todos aquellos que tengan aletas y escamas. 10 Pero no podrán comer los que no tengan aletas ni escamas: a éstos deberán considerarlos impuros.
11 Podrán comer todas las especies de aves puras. 12 Pero se abstendrán de comer las siguientes: el águila, el quebrantahuesos, el águila marina, 13 el milano, las diversas especies de halcón, 14las diversas especies de cuervo; 15 el avestruz, la golondrina, la gaviota y las diversas especies de gavilán; 16 la lechuza, el búho, el ibis, 17 el pelícano, el buitre, el corvejón, 18 la cigüeña, las diversas especies de garza, la abubilla y el murciélago. 19 También deberán considerar impuros a todos los insectos con alas, 20 pero podrán comer cualquier clase de pájaros puros.
21 No comerán ningún animal muerto. Se lo darás al extranjero que resida en tu ciudad para que él lo coma, o se lo venderás al extranjero que va de paso. Porque tú eres un pueblo consagrado al Señor, tu Dios.
No harás cocer un cabrito en la leche de su madre.
El diezmo anual
22 Cada año deberás separar la décima parte de todo lo que hayan producido tus sembrados, 23 y en la presencia del Señor, tu Dios, en el lugar que él elija para constituirlo morada de su Nombre, comerás del diezmo de tu trigo, de tu vino y de tu aceite, y también los primogénitos de tu ganado mayor y menor. Así aprenderás a temer siempre al Señor, tu Dios.
24 Si el camino es demasiado largo para que puedas transportar el diezmo –porque el lugar que el Señor elija te queda muy lejos– cuando él te haya bendecido, 25 los cambiarás por dinero y luego irás a ese lugar, llevando contigo el dinero. 26 Allí podrás comprar con ese dinero todo lo que desees: ganado mayor o menor, vino o bebida fermentada, en una palabra, cualquier cosa que sea de tu agrado. Entonces comerás en la presencia del Señor, tu Dios, y te alegrarás junto con tu familia. 27 No olvides al levita que vive en tus ciudades, ya que él no tiene posesión ni herencia contigo.
El diezmo trienal
28 Al cabo de tres años, deberás separar la décima parte de todo lo producido ese año, y lo depositarás en la puerta de tu ciudad. 29 Entonces vendrá a comer el levita, ya que él no tiene posesión ni herencia contigo; y lo mismo harán el extranjero, el huérfano y la viuda que están en tus ciudades, hasta quedar saciados. Así el Señor te bendecirá en todas tus empresas.
El séptimo año: la remisión de las deudas
15 1 Al cabo de cada siete años, harás una remisión. 2 La remisión consiste en lo siguiente: Todo acreedor condonará a su prójimo el préstamo que le haya concedido. No hará ninguna demanda a su prójimo –es decir, a su hermano– porque se ha proclamado una remisión en homenaje al Señor. 3Podrás, eso sí, demandar al extranjero, pero deberás liberar a tu hermano del derecho que tengas sobre él. 4 Por lo demás, no habrá ningún pobre a tu lado, porque el Señor te bendecirá abundantemente en la tierra que él te da como herencia, 5 con esta sola condición: que escuches su voz, practicando cuidadosamente todo este mandamiento que hoy te prescribo. 6 Sí, el Señor, tu Dios, te bendecirá como te lo ha prometido: tú prestarás a muchas naciones, sin tener necesidad de pedirles prestado, y dominarás a muchas naciones sin que ellas te dominen.
7 Si hay algún pobre entre tus hermanos, en alguna de las ciudades del país que el Señor, tu Dios, te da, no endurezcas tu corazón ni le cierres tu mano. 8 Ábrele tu mano y préstale lo que necesite para remediar su indigencia. 9 No abrigues en tu corazón estos perversos pensamientos: "Ya está cerca el séptimo año, el año de la remisión", mirando por eso con malos ojos a tu hermano pobre, para no darle nada. Porque él apelaría al Señor y tú te harías culpable de un pecado. 10 Cuando le des algo, lo harás de buena gana. Así el Señor te bendecirá en todas tus obras y en todas las empresas que realices. 11 Es verdad que nunca faltarán pobres en tu país. Por eso yo te ordeno: abre generosamente tu mano al pobre, al hermano indigente que vive en tu tierra.
La remisión de los esclavos hebreos
12 Si tu hermano hebreo –sea hombre o mujer– se vende a ti, te servirá durante seis años y al séptimo año, lo dejarás en libertad. 13 Cuando le concedas la libertad, no lo envíes con las manos vacías. 14 Llénalo de presentes tomados de tu ganado menor, de tu era y de tu lagar, haciéndolo partícipe de los bienes con que el Señor, tu Dios, te bendiga. 15 Recuerda que tú fuiste esclavo en Egipto y que el Señor, tu Dios, te rescató. Por eso ahora te doy esta orden.
16 Pero si él te dice. "No quiero alejarme de ti" –porque te ama, y ama también a tu familia y se siente feliz a tu lado– 17 entonces tomarás una lezna y le perforarás la oreja contra la puerta de tu casa: así será tu esclavo para siempre. Lo mismo deberás hacer con tu esclava.
18 Que no te resulte penoso dejarlo en libertad, porque el servicio que te prestó durante seis años vale el doble del salario de un jornalero. Entonces el Señor te bendecirá en todas tus empresas.
Los primogénitos machos del ganado
19 Consagra al Señor, tu Dios, todos los primogénitos machos de tu ganado mayor y menor. Tú no trabajarás con el primogénito de tus vacas ni esquilarás al primogénito de tus ovejas. 20 Los comerás cada año junto con tu familia, en la presencia del Señor, tu Dios, en el lugar que el Señor elija. 21 Pero si es defectuoso –si es rengo, ciego o tiene cualquier otro defecto grave– no lo sacrificarás al Señor, tu Dios. 22 Lo comerás como se come una gacela o un ciervo. Podrán comerlo igualmente el puro y el impuro. 23 Sólo te abstendrás de comer la sangre: la derramarás en la tierra como si fuera agua.
Las tres Fiestas de peregrinación: la Pascua y los Ácimos
16 1 Solemniza el mes de Abib celebrando en él la Pascua en honor del Señor, tu Dios, porque una noche del mes de Abib él te hizo salir de Egipto. 2 Inmola al Señor, tu Dios, como víctima pascual, un animal del ganado mayor o menor, en el lugar que él elija para constituirlo morada de su Nombre. 3 No comas la víctima con pan fermentado. Durante siete días comerás pan sin levadura, que es un pan de aflicción, porque tú saliste precipitadamente de Egipto: así te acordarás siempre del día en que saliste de Egipto. 4 Esos siete días la levadura no deberá verse en todo tu territorio, y tampoco quedarán para el día siguiente restos de la carne sacrificada al atardecer del primer día. 5 No inmoles la víctima pascual en cualquiera de las ciudades que el Señor, tu Dios, te dará. 6 La inmolarás únicamente en el lugar que él elija para constituirlo morada de su Nombre, y lo harás al atardecer, cuando se ponga el sol, a la misma hora en que saliste de Egipto. 7 Cocerás y comerás la víctima en el lugar que el Señor, tu Dios, elija, y a la mañana siguiente emprenderás el camino de regreso a tu casa. 8 Durante seis días comerás pan sin levadura, y el séptimo día harás una asamblea litúrgica en honor del Señor, tu Dios. Ese día no realizarás ningún trabajo.

La Fiesta de las Semanas
9 Cuenta siete semanas a partir del momento en que empieces a cosechar, 10 y al término de ellas celebrarás la fiesta de las Semanas en honor del Señor, tu Dios, llevando tus ofrendas voluntarias, en la medida en que el Señor, tu Dios, te bendiga. 11 Te alegrarás en la presencia del Señor, tu Dios –en el lugar que él elija para constituirlo morada de su Nombre– junto con tu hijo y tu hija, con tu esclavo y tu esclava, con el levita que viva en tu ciudad, y con el extranjero, el huérfano y la viuda que estén contigo. 12 Recuerda que fuiste esclavo en Egipto y observa fielmente estas prescripciones.
La Fiesta de las Chozas
13 Celebra durante siete días la fiesta de las Chozas, apenas termines de recoger los frutos de tu era y de tu lagar. 14 Te alegrarás durante la fiesta, junto con tu hijo y tu hija, con tu esclavo y tu esclava, y con el levita, el extranjero, el huérfano y la viuda que vivan en tu ciudad. 15 Siete días estarás de fiesta en honor del Señor, tu Dios, en el lugar que él elija. Porque el Señor, tu Dios, te bendecirá en todas tus cosechas y en todas tus obras, para que seas plenamente feliz.
Resumen sobre las Fiestas
16 Tres veces al año, todos los varones se presentarán delante del Señor, tu Dios, en el lugar elegido por él: en la fiesta de los Ácimos, en la fiesta de las Semanas y en la fiesta de las Chozas. Nadie se presentará delante del Señor con las manos vacías. 17 Cada uno dará lo que pueda, conforme a la bendición que el Señor, tu Dios, te haya otorgado.
Los jueces
18 En cada una de las ciudades que el Señor, tu Dios, te dé para tus tribus, pondrás jueces y escribas que dicten sentencias justas en favor del pueblo. 19No tergiversarás el derecho; no harás acepción de personas ni te dejarás sobornar. Porque el soborno ciega los ojos de los sabios y pervierte las palabras de los justos. 20 Tu deber es buscar la justicia, sólo la justicia, para que tengas vida y poseas la tierra que el Señor, tu Dios, te da.
Advertencias contra las desviaciones cultuales
21 No plantarás ninguna clase de árbol, para tenerlo como poste sagrado, junto al altar que dediques al Señor, tu Dios. 22 Tampoco erigirás piedras conmemorativas, porque el Señor, tu Dios, las detesta.
17 1 No sacrificarás al Señor, tu Dios, ningún animal del ganado mayor o menor que tenga un defecto o cualquier clase de imperfección, porque eso es una abominación para el Señor, tu Dios.
2 Si en medio de ustedes, en una de las ciudades que el Señor, tu Dios, te dará, hay un hombre o una mujer que hace lo que es malo a los ojos del Señor, tu Dios, y quebranta su alianza, 3 porque va a servir a otros dioses y a postrarse delante de ellos –delante del sol, la luna o todo el Ejército del cielo– contrariamente a lo que yo te he mandado, 4 y el hecho llega a tu conocimiento, realiza una minuciosa investigación. Y si es verdad que la cosa es así, que se ha cometido semejante abominación en Israel, 5 saca a las puertas de tu ciudad al hombre o a la mujer que hayan cometido ese delito, y apedréalos hasta que mueran.
6 Para que alguien sea condenado a muerte se requiere el testimonio de dos o más testigos. Nadie será condenado a muerte en base al testimonio de uno solo. 7 Los testigos serán los primeros en levantar la mano contra él para hacerlo morir, y después todo el pueblo hará lo mismo. Así harás desaparecer el mal de entre ustedes.
Los jueces levitas
8 Si te resulta demasiado difícil juzgar un pleito por homicidio, por reclamación de derechos, por lesiones, o cualquier otra causa que se haya suscitado en tu ciudad, subirás hasta el lugar que el Señor, tu Dios, elija, 9 y te presentarás a los sacerdotes levitas y al juez en ejercicio. Tú les expondrás el caso, y ellos te harán conocer la sentencia. 10Deberás ajustarte a lo que ellos te digan en el lugar que elija el Señor, tu Dios, procediendo en todo conforme a sus instrucciones. 11 Procederás de acuerdo con la decisión que ellos tomen y con la sentencia que pronuncien, sin apartarse de lo que ellos te indiquen ni a la derecha ni a la izquierda. 12 El que obre presuntuosamente, desoyendo al sacerdote que está allí para servir al Señor, tu Dios, o al juez, ese hombre morirá. Así harás desaparecer el mal de Israel. 13 Y cuando el pueblo se entere, sentirá temor y dejará de obrar con presunción.
Los reyes
14 Cuando entres en el país que el Señor, tu Dios, te dará, cuando lo tomes en posesión y vivas en él, si alguna vez dices: "Voy a poner un rey para que me gobierne, como todas las naciones que están a mi alrededor", 15 pondrás un rey elegido por el Señor, tu Dios, que pertenezca a tu mismo pueblo. No podrás someterte a la autoridad de un extranjero, de alguien que no pertenezca a tu pueblo.
16 El rey no deberá tener muchos caballos ni hacer que el pueblo regrese a Egipto, con el pretexto de aumentar su caballería; porque el Señor, tu Dios, ha dicho: "No regresen nunca más por ese camino". 17 Tampoco tendrá muchas mujeres, para que su corazón no se desvíe, ni acumulará oro y plata en cantidad excesiva. 18 Cuando tome posesión del trono real, hará escribir en un libro, para su uso personal, una copia de esta Ley, conforme al texto que conservan los sacerdotes levitas. 19 La tendrá a su lado y la leerá todos los días de su vida, para que aprenda a temer al Señor, su Dios, observando todas las palabras de esta Ley y poniendo en práctica estos preceptos. 20 De esa manera, no se sentirá superior a sus hermanos, y no se apartará de estos mandamientos, ni a la derecha ni a la izquierda. Así prolongarán los días de su reinado, él y sus hijos, en medio de Israel.
El sacerdocio levítico
18 1 Los sacerdotes levitas –o sea, toda la tribu de Leví– no tendrán parte ni herencia con los israelitas: ellos se alimentarán de las ofrendas destinadas a los sacrificios y de la herencia del Señor. 2 Por lo tanto, esta tribu no poseerá una herencia en medio de sus hermanos: su herencia es el Señor, como él mismo se lo ha declarado.
3 Los derechos de los sacerdotes sobre las personas que ofrecen en sacrificio un animal del ganado mayor o menor son los siguientes: se dará al sacerdote la espalda, las quijadas y el estómago. 4 También le darás las primicias de tu trigo, de tu vino y de tu aceite, y las primicias de la esquila de tu ganado menor. 5 Porque el Señor, tu Dios, eligió al sacerdote y a sus hijos, entre todas tus tribus, para que siempre estuviera en su presencia y oficiara en nombre del Señor.
6 Si un levita que reside en cualquier parte del Israel, se traslada por voluntad propia de una de tus ciudades al lugar que elija el Señor, su Dios, 7 podrá oficiar allí en nombre del Señor como todos sus hermanos levitas que están en la presencia del Señor. 8 Y comerá una porción igual a la de ellos, además de lo que obtenga por la venta de sus bienes patrimoniales.
Los profetas
9 Cuando entres en la tierra que el Señor, tu Dios, te dará, no aprendas a practicar las abominaciones que cometen esas naciones. 10 Que no haya entre ustedes nadie que inmole en el fuego a su hijo o a su hija, ni practique la adivinación, la astrología, la magia o la hechicería. 11 Tampoco habrá ningún encantador, ni consultor de espectros o de espíritus, ni evocador de muertos. 12 Porque todo el que practica estas cosas es abominable al Señor, tu Dios, y por causa de estas abominaciones, él desposeerá a esos pueblos delante de ti. 13 Tú serás irreprochable en tu trato con el Señor, tu Dios. 14 Porque las naciones que vas a desposeer escuchan a los astrólogos y adivinos, pero a ti el Señor no te permite semejante cosa.
15 El Señor, tu Dios, te suscitará un profeta como yo; lo hará surgir de entre ustedes, de entre tus hermanos, y es a él a quien escucharán. 16 Esto es precisamente lo que pediste al Señor, tu Dios, en el Horeb, el día de la asamblea, cuando dijiste: "No quiero seguir escuchando la voz del Señor, mi Dios, ni miraré más este gran fuego, porque de lo contrario moriré". 17 Entonces el Señor me dijo: "Lo que acaban de decir está muy bien. 18 Por eso, suscitaré entre sus hermanos un profeta semejante a ti, pondré mis palabras en su boca, y él dirá todo lo que yo le ordene. 19 Al que no escuche mis palabras, las que este profeta pronuncie en mi Nombre, yo mismo le pediré cuenta. 20 Y si un profeta se atreve a pronunciar en mi Nombre una palabra que yo no le he ordenado decir, o si habla en nombre de otros dioses, ese profeta morirá". 21 Tal vez te preguntes: "¿Cómo sabremos que tal palabra no la ha pronunciado el Señor?". 22 Si lo que el profeta dice en nombre del Señor no se cumple y queda sin efecto, quiere decir que el Señor no ha dicho esa palabra. El profeta ha hablado temerariamente: no le temas.
Las ciudades de refugio y el derecho de asilo
19 1 Cuando el Señor, tu Dios, haya extirpado a las naciones cuyo territorio te entrega, y cuando tú las hayas desposeído y vivas en sus ciudades y en sus casas, 2 deberás poner aparte tres ciudades en medio del territorio que el Señor, tu Dios, te dará en posesión. 3 Medirás convenientemente las distancias y dividirás en tres partes el país que el Señor, tu Dios, te dará como herencia, para que allí pueda refugiarse el que haya cometido un homicidio. 4 Pero sólo en el caso siguiente: el homicida podrá salvarse huyendo a una de esas ciudades si mató a su prójimo involuntariamente, sin haberlo odiado antes. 5 Por ejemplo, si un hombre va a cortar leña al bosque en compañía de otro, y al empuñar el hacha para cortar un árbol, el hierro se suelta del mango y golpea a su acompañante, provocándole la muerte, el homicida irá a refugiarse en una de esas ciudades y así pondrá a salvo su vida. 6Es preciso evitar que el vengador del homicidio persiga lleno de furor al homicida, lo alcance –ya que el camino es muy largo– y le quite la vida, siendo así que no es reo de muerte, porque nunca fue enemigo de su víctima. 7 Por eso te ordeno que pongas aparte esas tres ciudades.
8 Si el Señor, tu Dios, extiende tus fronteras como lo juró a tus padres, y te da toda la tierra que les prometió 9 –siempre que te empeñes en cumplir íntegramente el mandamiento que hoy te prescribo de amar al Señor, tu Dios, y seguir sus caminos– entonces, a esas tres ciudades les añadirás otras tres. 10 Así no se derramará sangre inocente en medio del país que el Señor, tu Dios, te da como herencia, y tú no te harás culpable de un derramamiento de sangre.
11 Pero si alguien, impulsado por el odio, tiende a su prójimo una emboscada, y arrojándose sobre él, lo hiere mortalmente, y luego va a refugiarse en una de esas ciudades, 12 los ancianos de su ciudad lo harán apresar y lo pondrán en manos del vengador del homicidio, para que muera. 13 No le tendrás compasión, sino que harás desaparecer de Israel todo derramamiento de sangre inocente. Así serás feliz.
Los límites de la propiedad
14 No desplazarás los límites de la propiedad de tu vecino, los que han establecido los predecesores, en la herencia que recibirás cuando tomes posesión de la tierra que te da el Señor, tu Dios.

Los testigos
15 No basta un solo testigo para declarar a un hombre culpable de crimen o delito; cualquiera sea la índole del delito, la sentencia deberá fundarse en la declaración de dos o más testigos.
16 Si un falso testigo se levanta contra un hombre y lo acusa de rebeldía, 17 las dos partes en litigio comparecerán delante del Señor, en presencia de los sacerdotes y de los jueces en ejercicio. 18Los jueces investigarán el caso cuidadosamente, y si se pone de manifiesto que el acusador es un testigo falso y ha atestiguado falsamente contra su hermano, 19 le harán a él lo mismo que él había proyectado hacer contra su hermano. Así harás desaparecer el mal de entre ustedes. 20 Y cuando se enteren los otros, sentirán temor y no volverá a cometerse esta infamia entre ustedes. 21No tendrás compasión: vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie.
Las instrucciones a los combatientes
20 1 Cuando salgas a combatir contra tus enemigos y veas caballos, carros de guerra y un ejército más numeroso que tú, no les tengas miedo: el Señor, tu Dios, el mismo que te hizo salir de Egipto, está contigo. 2 Y cuando ya estén prontos para entrar en combate, el sacerdote se adelantará y arengará a la tropa 3 en estos términos: "Escucha, Israel. Ahora ustedes están próximos a entrar en batalla contra sus enemigos. ¡Tengan valor! No teman, ni se angustien, ni tiemblen ante ellos, 4porque el Señor, su Dios, los acompaña, y él combatirá en favor de ustedes para darles la victoria sobre sus enemigos".
5 Los escribas, por su parte, dirán a la tropa:
"¿Alguien construyó una casa nueva y todavía no la estrenó? Que se retire y vuelva a su casa, no sea que muera en el combate y otro hombre la estrene.
6 ¿Alguien plantó una viña y todavía no recogió los primeros frutos? Que se retire y vuelva a su casa, no sea que muera en el combate y otro hombre los recoja.
7 ¿Alguien está comprometido con una mujer y todavía no se unió a ella? Que se retire y vuelva a su casa, no sea que muera en el combate y otro hombre se case con ella".
8 Además, los escribas harán esta advertencia a la tropa:
"¿Alguien tiene miedo y le falta valor? Que se retire y vuelva a su casa, no sea que transmita a sus hermanos su propia cobardía".
9 Y cuando los escribas hayan terminado de instruir a la tropa, los jefes de batallones se pondrán al frente de ella.
El asedio de las ciudades enemigas
10 Cuando te acerques a una ciudad para atacarla, primero le ofrecerás la paz. 11 Si ella la acepta y te abre sus puertas, toda la población te pagará tributo y te servirá. 12 Pero si rehusa el ofrecimiento de paz y te opone resistencia, deberás sitiarla. 13 Cuando el Señor, tu Dios, la ponga en tus manos, tú pasarás al filo de la espada a todos sus varones. 14 En cuanto a las mujeres, los niños, el ganado y cualquier otra cosa que haya en la ciudad, podrás retenerlos como botín, y disfrutar de los despojos de los enemigos que el Señor, tu Dios, te entrega. 15 Así tratarás a todas las ciudades que estén muy alejadas de ti y que no pertenezcan a las naciones vecinas. 16 Pero en las ciudades de esos pueblos que el Señor, tu Dios, te dará como herencia, no deberás dejar ningún sobreviviente. 17 Consagrarás al exterminio total a los hititas, a los amorreos, a los cananeos, a los perizitas, a los jivitas y a los jebuseos, como te lo ordena el Señor, tu Dios, 18 para que ellos no les enseñen a imitar todas las abominaciones que cometen en honor de sus dioses. Así ustedes no pecarán contra el Señor, su Dios.
19 Si para conquistar una ciudad tienes que asediarla mucho tiempo, no destruirás sus árboles a golpes de hacha. Come de sus frutos, pero no los cortes. ¿Acaso los árboles del campo son hombres, para que los hagas también a ellos víctimas del asedio? 20 Podrás destruir y cortar, en cambio, los árboles que sepas que no dan ningún fruto, a fin de construir máquinas de asedio contra la ciudad que te oponga resistencia, hasta que logres someterla.
Expiación del homicidio cometido por un desconocido
21 1 Si en la tierra que el Señor, tu Dios, te da en posesión, alguien encuentra un hombre muerto, tendido en medio del campo, y no se sabe quién lo mató, 2 tus ancianos y tus jueces irán a medir las distancias que hay entre la víctima y las ciudades de alrededor. 3Luego los ancianos de la ciudad más cercana tomarán una ternera que no haya sido sometida a ningún trabajo ni haya estado bajo el yugo; 4 la llevarán hasta un arroyo de agua perenne, a un lugar donde no se cultiva ni se siembra, y la desnucarán junto al arroyo. 5También se harán presentes los sacerdotes levitas, porque el Señor los eligió para que estuvieran a su servicio y para que bendijeran en su Nombre, y a ellos les corresponde resolver los litigios y los casos de agresión. 6 Luego los ancianos de la ciudad más cercana a la víctima se lavarán las manos en el arroyo, sobre la ternera desnucada, 7 y pronunciarán estas palabras: "Nuestras manos no han derramado esa sangre y nuestros ojos no han visto nada. 8 Perdona, Señor, a tu pueblo Israel, ese pueblo que tú rescataste, y no dejes recaer sangre inocente sobre tu pueblo Israel". Así quedarán absueltos del delito de sangre. 9 De esta manera harás desaparecer de entre ustedes la sangre inocente, haciendo lo que es recto a los ojos del Señor.
El matrimonio con una prisionera de guerra
10 Cuando salgas a combatir contra tus enemigos, y el Señor, tu Dios, los ponga en tus manos, si tomas algunos prisioneros 11 y entre ellos ves una mujer hermosa que te resulta atrayente, y por eso la quieres tomar por esposa, 12 deberás llevarla a tu casa. Entonces ella se rapará la cabeza, se cortará las uñas, 13 se quitará su ropa de cautiva y permanecerá en tu casa durante un mes entero, llorando a su padre y a su madre. Sólo después de esto podrás unirte a ella para ser su esposo, y ella será tu mujer. 14 Pero si más tarde dejas de quererla, le permitirás disponer de sí misma, y no podrás venderla por dinero ni maltratarla, porque la has violentado.
El derecho de primogenitura
15 Si un hombre que tiene dos mujeres, ama a una y a la otra no, y las dos le dan hijos, pero el primogénito es hijo de la mujer que no ama, 16 cuando reparta la herencia entre sus hijos, no podrá considerar como primogénito al hijo de la mujer que ama, en perjuicio del verdadero primogénito. 17 Él deberá reconocer como primogénito al hijo de la mujer que no ama, dándole dos partes de todo lo que posee, porque este hijo es el primer fruto de su vigor, y por eso le corresponde el derecho de primogenitura.
El hijo rebelde
18 Si un hombre tiene un hijo indócil y rebelde, que desobedece a su padre y a su madre, y no les hace caso cuando ellos lo reprenden, 19 su padre y su madre lo presentarán ante los ancianos del lugar, en la puerta de la ciudad, 20 y dirán a los ancianos: "Este hijo nuestro es indócil y rebelde; no quiere obedecernos, y es un libertino y un borracho". 21Entonces todos los habitantes de su ciudad lo matarán a pedradas. Así harás desaparecer el mal de entre ustedes, y todo Israel, cuando se entere, sentirá temor.
El cadáver expuesto
22 Si un hombre, culpable de un crimen que merece la pena de muerte, es ejecutado y colgado de un árbol, 23 su cadáver no quedará en el árbol durante la noche, sino que lo enterrarás ese mismo día, porque el que está colgado de un árbol es una maldición de Dios. Y tú no mancharás el suelo que el Señor, tu Dios, te da como herencia.
Prescripciones diversas
22 1 Si ves extraviados al buey o a la oveja de tu hermano, no te despreocupes de ellos y vé a devolvérselos cuanto antes. 2 Si ese hermano no es tu vecino o no sabes quién es, encierra al animal en tu casa y cuídalo hasta que él lo venga a reclamar. Entonces se lo devolverás. 3 Lo mismo harás con su asno, con su ropa y con cualquier otro objeto que pierda tu hermano y que tú encuentres: no podrás despreocuparte de ellos.
4 Si ves caídos en el camino al asno o al buey de tu hermano, no te despreocupes de ellos y ayúdalo a levantarlos.
5 La mujer no se pondrá ropa de hombre, ni el hombre un vestido de mujer: el que lo hace resulta abominable a los ojos del Señor, tu Dios.
6 Si mientras vas caminando, encuentras en un árbol o en el suelo un nido de pájaros con pichones o con huevos, y la madre está echada encima de ellos, no tomes a la madre con su cría. 7 Deja en libertad a la madre y toma para ti los pichones. Así serás feliz y tendrás una larga vida.
8 Cuando construyas una casa nueva, pondrás una baranda alrededor de la terraza. Así no harás a tu casa responsable de derramamiento de sangre, en el caso de que alguien se caiga de allí.
9 No sembrarás en tu viña otra clase de plantas, porque de lo contrario toda la cosecha será sagrada: tanto el producto de lo que siembres como el fruto de la viña.
10 No ares con un buey y un asno juntos.
11 No vestirás ropa tejida de lana mezclada con lino.
12 Coloca unos flecos en las cuatro puntas del manto con que te cubres.
Las acusaciones contra una joven esposa
13 Si un hombre se casa con una mujer y se une a ella, pero después le toma aversión, 14 la acusa falsamente y la difama, diciendo: "Yo me casé con esta mujer, y cuando me uní a ella comprobé que no era virgen", 15 entonces el padre y la madre de la joven tomarán las pruebas de su virginidad, y las exhibirán ante los ancianos, en la puerta de la ciudad. 16 El padre de la joven dirá a los ancianos: "Yo entregué mi hija a este hombre para que fuera su esposa, pero él le ha tomado aversión 17 y ahora la acusa falsamente, declarando que no encontró en ella las señales de la virginidad. Aquí están las pruebas de que mi hija era realmente virgen". Y en seguida extenderán la sábana nupcial ante los ancianos de la ciudad. 18 Entonces estos tomarán al hombre y lo castigarán 19 por haber difamado a una virgen israelita, condenándolo, además, a pagar cien siclos de plata, que entregarán al padre de la joven. Ella seguirá siendo su mujer, y el hombre no podrá repudiarla nunca más.
20 Pero si la acusación resulta verdadera y no aparecen las pruebas de la virginidad de la joven, 21 la sacarán a la puerta de la casa de su padre, y la gente de esa ciudad la matará a pedradas, por haber cometido una acción infame en Israel, prostituyéndose en la casa de su padre. Así harás desaparecer el mal de entre ustedes.
El adulterio, la violación y el incesto
22 Si se sorprende a un hombre acostado con una mujer casada, morirán los dos: el hombre que estaba acostado con la mujer, y también ella. Así harás desaparecer el mal de entre ustedes.
23 Si una joven virgen está comprometida con un hombre, y otro la encuentra en la ciudad y se acuesta con ella, 24 se hará salir a los dos a la puerta de esa ciudad y los matarán a pedradas: a la joven por no haber pedido auxilio, a pesar de que estaba en la ciudad; y al hombre por haber violado a la mujer de su prójimo. Así harás desaparecer el mal de entre ustedes. 25 Pero si el hombre encuentra en el campo a la joven comprometida y se acuesta con ella por la fuerza, sólo morirá el hombre que se acostó con ella. 26 A la joven, no le harás nada, porque no ha cometido un pecado que merezca la muerte. Es un caso semejante al de un hombre que ataca a otro y lo mata: 27 como el encuentro se produjo en el campo, tal vez la joven pidió auxilio, pero no había nadie que la socorriera.
28 Si un hombre encuentra a una joven virgen que no está comprometida, la toma por la fuerza y se acuesta con ella, y son sorprendidos, 29 el hombre que se acostó con ella deberá pagar al padre de la joven cincuenta siclos de plata y ella será su mujer. Nunca podrá repudiarla, porque él la violó.
23 1 Ningún hombre tomará como esposa a una mujer de su padre, ni descubrirá el borde de la manta de su padre.
Las personas excluidas de la comunidad de Israel
2 El que tenga los testículos mutilados o el pene cortado no será admitido en la asamblea del Señor.
3 El bastardo no será admitido en la asamblea del Señor, ni siquiera en la décima generación.
4 El amonita y el moabita no serán jamás admitidos en la asamblea del Señor, ni siquiera en la décima generación. 5Porque ellos no se adelantaron para ofrecerles agua y alimento, cuando ustedes iban por el camino, a la salida de Egipto; y porque Moab contrató a Balaam, hijo de Beor, que era de Petor en Arám Naharaim, a fin de que te maldijera. 6 Pero el Señor, tu Dios, no quiso escuchar a Balaam, sino que cambió la maldición en bendición, porque él te ama. 7 Por eso, mientras vivas, nunca busques su prosperidad y su bienestar. 8 En cambio, no consideres abominable al edomita, porque es tu hermano, ni tampoco al egipcio, porque tú fuiste huésped en su país. 9 A partir de la tercera generación, sus descendientes podrán ser admitidos en la asamblea del Señor.
La higiene de los campamentos
10 Cuando emprendas una campaña contra tus enemigos, evita cuidadosamente toda acción indecente. 11 Si alguno de ustedes ha caído en estado de impureza a causa de una polución nocturna, saldrá fuera del campamento y no volverá a entrar en él. 12 Pero al llegar la tarde se lavará, y al ponerse el sol entrará de nuevo en el campamento.
13 Tendrás, asimismo, un lugar fuera del campamento para hacer allí tus necesidades. 14 También llevarás una estaca en tu equipaje, y cuando salgas afuera para hacer tus necesidades, cavarás un hoyo con la estaca y luego lo volverás a tapar para cubrir tus excrementos. 15 Porque el Señor, tu Dios, recorrerá el campamento para protegerte y para poner a tus enemigos en tus manos. Por eso tu campamento será un lugar santo, y el Señor no debe ver en él nada indecente. De lo contrario se apartaría de ti.

La protección del esclavo fugitivo
16 No entregarás al esclavo que acuda a ti huyendo de su dueño. 17 Se quedará contigo, entre los tuyos, en el lugar que él elija, en la ciudad que más le agrade; y no lo molestarás.
La prostitución sagrada
18 Ningún hombre o mujer israelita practicará la prostitución sagrada. 19 No llevarás a la Casa del Señor, tu Dios, la paga de una prostituta ni el salario de un perro, cualquiera sea el voto que hayas hecho: porque ambos son una abominación para el Señor, tu Dios.
El préstamo a interés
20 No obligues a tu hermano a pagar interés, ya se trate de un préstamo de dinero, de víveres, o de cualquier otra cosa que pueda producir interés. 21 Podrás prestar a interés al extranjero, pero no a tu compatriota, para que el Señor, tu Dios, te bendiga en todas tus empresas, en la tierra de la que vas a tomar posesión.
El cumplimiento de los votos
22 Si haces un voto al Señor, tu Dios, no tardes en cumplirlo, porque él no dejará de pedirte cuenta, y si no lo cumples, cometerás un pecado. 23 Si te abstienes de hacer votos, no cometes ningún pecado. 24 Sé un hombre de palabra, y cumple el voto que hagas espontáneamente al Señor, tu Dios, expresándolo con tus propios labios.
Concesiones en favor de los pobres
25 Si entras en la viña de tu prójimo, podrás comer todas las uvas que quieras, hasta quedar saciado, pero no guardarás nada en tu bolsa. 26 Si pasas por los sembrados maduros de tu prójimo, podrás arrancar espigas con la mano, pero no aplicarás la hoz.
El divorcio
24 1 Si un hombre se casa con una mujer, pero después le toma aversión porque descubre en ella algo que le desagrada, y por eso escribe un acta de divorcio, se la entregará y la despedirá de su casa. 2 Una vez que esté fuera de su casa, si la mujer se desposa con otro 3 y este último también la rechaza, escribe un acta de divorcio y la despide, o bien muere, 4 su primer marido no podrá volver a tomarla por esposa, puesto que ella ha sido mancillada. Esto sería abominable a los ojos del Señor, y tú no puedes manchar con un pecado la tierra que el Señor, tu Dios, te da en herencia.
Leyes humanitarias
5 Si un hombre acaba de casarse, no saldrá a combatir ni se le impondrá ninguna otra obligación. Quedará libre por un año para ocuparse de su casa y contentar a la mujer que tomó por esposa.
6 Nadie tomará en prenda un molino de mano y ni siquiera la piedra movible del molino, porque ello sería tomar en prenda la vida de una persona.
7 Si se descubre que alguien ha raptado a uno de sus hermanos israelitas –sea que lo haya maltratado o que lo haya vendido– el ladrón morirá. Así harás desaparecer el mal de entre ustedes.
8 Cuando se produzcan casos de lepra, cuida muy bien de hacer exactamente lo que les indiquen los sacerdotes levitas. Pongan cuidado en practicar lo que yo les he mandado. 9 Acuérdate de lo que el Señor, tu Dios, hizo con Miriam durante el viaje, después que ustedes salieron de Egipto.
10 Si prestas algo a tu prójimo, no entres en su casa a retirar la prenda. 11Quédate afuera, mientras el hombre a quien concediste el préstamo te trae la prenda. 12 Y si es una persona de condición humilde, no vayas a dormir con su prenda. 13 Se la entregarás al ponerse el sol, para que pueda acostarse con su ropa. Así él te bendecirá, y tú habrás realizado una obra de justicia a los ojos del Señor, tu Dios.
14 No explotarás al jornalero pobre y necesitado, ya sea uno de tus compatriotas, o un extranjero que vive en alguna de las ciudades de tu país. 15 Págale su jornal ese mismo día, antes que se ponga el sol, porque él está necesitado, y su vida depende de su jornal. Así no invocará al Señor contra ti, y tú no te harás responsable de un pecado.
16 Los padres no morirán por culpa de los hijos ni los hijos por culpa de los padres. Cada cual morirá por su propio pecado.
17 No conculcarás el derecho del extranjero o del huérfano, ni tomarás en prenda el vestido de la viuda. 18 Recuerda que fuiste esclavo en Egipto y que el Señor, tu Dios, te rescató de allí. Por eso te ordeno obrar de esta manera.
19 Cuando recojas la cosecha en tu campo, si olvidas en él una gavilla, no vuelvas a buscarla. Será para el extranjero, el huérfano y la viuda, a fin de que el Señor, tu Dios, te bendiga en todas tus empresas.
20 Cuando sacudas tus olivos, no revises después las ramas. El resto será para el extranjero, el huérfano y la viuda. 21 Cuando recojas los racimos de tu viña, no vuelvas a buscar lo que haya quedado. Eso será para el extranjero, el huérfano y la viuda. 22 Acuérdate siempre que fuiste esclavo en Egipto. Por eso te ordeno obrar de esta manera.
25 1 Si entre dos hombres se produce un litigio y ellos acuden a la justicia, se los juzgará, y se absolverá al inocente y se condenará al culpable. 2 Si este último merece ser apaleado, el juez lo obligará a tenderse en el suelo y lo hará castigar en su presencia, con un número de golpes proporcionado a su culpa. 3 Podrá infligirle hasta cuarenta golpes, pero no más, no sea que castigándolo más de la cuenta, el castigo resulte excesivo y tu hermano quede envilecido a tus ojos.
4 No pondrás bozal al buey que trilla.
Obligaciones matrimoniales de los cuñados
5 Si varios hermanos viven juntos y uno de ellos muere sin tener hijos, la mujer del difunto no se casará con un extraño. El hermano del difunto se unirá con ella, y cumplirá con sus deberes de cuñado tomándola por esposa. 6 El primogénito que ella dé a luz llevará el nombre de su hermano difunto, y así su nombre no se borrará de Israel. 7 Pero si el cuñado se niega a tomarla por esposa, ella subirá a la puerta de la ciudad donde están los ancianos, y dirá: "Mi cuñado se niega a perpetuar en Israel el nombre de su hermano; y no está dispuesto a cumplir en mi favor sus deberes de cuñado". 8 Entonces los ancianos de su ciudad llamarán a ese hombre y le pedirán una explicación. Si él persiste en su negativa, diciendo: "No quiero casarme con ella", 9 su cuñada se acercará a él en presencia de los ancianos, le quitará la sandalia del pie, lo escupirá en la cara y le dirá: "Así se debe obrar con el hombre que no edifica la casa de su hermano". 10 Y en adelante, se lo apodará en Israel: "Casa del descalzo".
El pudor en las peleas
11 Si unos hombres se pelean, y la mujer de uno de ellos, para librar a su marido de los golpes del otro, extiende la mano y lo toma por las partes genitales, 12 deberás cortarle la mano sin tenerle compasión.
Deberes de justicia
13 No tendrás en tu bolsa dos pesas, una liviana y otra pesada. 14 No tendrás en tu casa dos medidas, una grande y otra pequeña. 15 Deberás tener una pesa exacta y justa, y también una medida exacta y justa, para gozar de una larga vida en el suelo que el Señor, tu Dios, te da. 16 Porque él considera abominable al que procede de esa manera, a cualquiera que comete una injusticia.
El castigo de Amalec
17 Recuerda lo que te hizo Amalec cuando ustedes iban por el camino, después que salieron de Egipto: 18 cómo te salió al paso y atacó por la espalda a todos los que se habían quedado a la retaguardia, agotados por el cansancio. Entonces tú estabas fatigado y sin fuerzas, pero él no tuvo temor de Dios. 19Por eso, cuando el Señor, tu Dios, te libre definitivamente de todos los enemigos que están a tu alrededor, en la tierra que él te dará en herencia, borrarás de todas partes el recuerdo de Amalec. ¡No lo olvides!
La entrega de las primicias
26 1 Cuando entres en la tierra que el Señor, tu Dios, te da en herencia, cuando tomes posesión de ella y te establezcas allí, 2 recogerás las primicias de todos los frutos que extraigas de la tierra que te da el Señor, tu Dios, las pondrás en una canasta, y las llevarás al lugar elegido por el Señor, tu Dios, para constituirlo morada de su Nombre. 3 Entonces te presentarás al sacerdote que esté en funciones en aquellos días, y le dirás:
"Yo declaro hoy ante el Señor, tu Dios, que he llegado a la tierra que él nos dio, porque así lo había jurado a nuestros padres".
4 El sacerdote tomará la canasta que tú le entregues, la depositará ante el altar, 5 y tú pronunciarás estas palabras en presencia del Señor, tu Dios:
"Mi padre era un arameo errante que bajó a Egipto y se refugió allí con unos pocos hombres, pero luego se convirtió en una nación grande, fuerte y numerosa. 6 Los egipcios nos maltrataron, nos oprimieron y nos impusieron una dura servidumbre. 7 Entonces pedimos auxilio al Señor, el Dios de nuestros padres, y él escuchó nuestra voz. Él vio nuestra miseria, nuestro cansancio y nuestra opresión, 8 y nos hizo salir de Egipto con el poder de su mano y la fuerza de su brazo, en medio de un gran terror, de signos y prodigios. 9 Él nos trajo a este lugar y nos dio esta tierra que mana leche y miel. 10 Por eso ofrezco ahora las primicias de los frutos del suelo, que tú, Señor, me diste".
Tú depositarás las primicias ante el Señor, tu Dios, y te postrarás delante de él. 11 Luego te regocijarás por todos los bienes que él te concede, a ti y a tu casa, y también se alegrarán el levita y el extranjero que viven contigo.
Prescripciones sobre el diezmo trienal
12 El tercer año, el año del diezmo, cuando tomes la décima parte de tus cosechas y se la des al levita, al extranjero, al huérfano y a la viuda, a fin de que ellos puedan comer en tus ciudades hasta saciarse, 13 dirás en presencia del Señor, tu Dios:
"Yo saqué de mi casa lo que debía ser consagrado, y se lo di al levita, al extranjero, al huérfano y a la viuda, conforme al mandamiento que tú me diste, sin quebrantar ni olvidar ninguno de tus preceptos. 14 No comí nada de eso estando de duelo, no consumí nada en estado de impureza, ni lo ofrecí como alimento a un muerto. Obedecí la voz del Señor, mi Dios, y obré en todo según lo que tú me ordenaste. 15 Inclínate desde tu santa morada, desde lo alto del cielo, y bendice a tu pueblo Israel y a la tierra que nos diste –esa tierra que mana leche y miel– como lo habías jurado a nuestros padres".
Israel, Pueblo de Dios
16 Hoy el Señor, tu Dios, te ordena practicar estos preceptos y estas leyes. Obsérvalas y practícalas con todo tu corazón y con toda tu alma.
17 Hoy tú le has hecho declarar al Señor que él será tu Dios, y que tú, por tu parte, seguirás sus caminos, observarás sus preceptos, sus mandamientos y sus leyes, y escucharás su voz. 18 Y el Señor hoy te ha hecho declarar que tu serás el pueblo de su propiedad exclusiva, como él te lo ha prometido, y que tú observarás todos sus mandamientos; 19 que te hará superior –en estima, en renombre y en gloria– a todas las naciones que hizo; y que serás un pueblo consagrado al Señor, como él te lo ha prometido.
CELEBRACIÓN Y SANCIÓN DE LA ALIANZA
Aquí se interrumpe bruscamente el discurso de Moisés y se introducen varios fragmentos narrativos, referentes a los ritos establecidos para la renovación de la Alianza. Esta liturgia, celebrada periódicamente en Siquém, entre los montes Ebal y Garizím, incluía la proclamación de la Ley y la recitación por dos coros alternados de las fórmulas de bendición y maldición. Dichas promesas y amenazas debían alertar a Israel sobre la gravedad del compromiso asumido ante su Dios.

Promulgación pública de la Ley
27 1 Moisés y los ancianos de Israel dieron esta orden al pueblo:
Observa íntegramente el mandamiento que hoy les prescribo. 2 El día en que crucen el Jordán para ir a la tierra que el Señor, tu Dios, te da, erigirás unas piedras, bien grandes, las blanquearás con cal, 3 y escribirás en ellas todas las palabras de esta Ley. Harás esto cuando cruces el Jordán para entrar en el país que te da el Señor, tu Dios –esa tierra que mana leche y miel– como el Señor, el Dios de tus padres te lo ha prometido.
4 Después de cruzar el Jordán, pondrán esas piedras en el monte Ebal, según instrucciones que hoy les doy, y las blanquearán con cal. 5 Allí erigirás también un altar de piedra en honor del Señor, tu Dios. No usarás ningún instrumento de hierro para trabajar las piedras, 6 porque el altar del Señor deberá estar construido con piedras intactas. Ofrecerás en él holocaustos al Señor, tu Dios, 7 e inmolarás sacrificios de comunión. Allí comerás y te alegrarás en la presencia del Señor, tu Dios, 8 y escribirás en las piedras, con rasgos bien claros, todas las palabras de esta Ley.
9 Después, Moisés y los sacerdotes levitas se dirigieron a todo Israel en estos términos: "Calla, Israel, y escucha. Hoy te has convertido en el pueblo del Señor, tu Dios. 10 Escucha la voz del Señor, tu Dios, y practica los mandamientos y las leyes que hoy te prescribo".
11 Aquel día, Moisés dio esta orden al pueblo:
12 Después de cruzar el Jordán, las tribus de Simeón, Leví y Judá, Isacar, José y Benjamín, estarán en el monte Garizím, para proclamar la bendición al pueblo; 13y las tribus de Rubén, Gad y Aser, Zabulón, Dan y Neftalí estarán en el monte Ebal, para proclamar la maldición.

Las doce maldiciones
14 Los levitas tomarán la palabra y dirán en alta voz a todos los hombres de Israel:
15 Maldito sea el hombre que hace un ídolo tallado o de metal fundido –abominación para el Señor, obra de un artesano– y lo guarda en un lugar oculto. Y todo el pueblo responderá: Amén.
16 Maldito sea el que menosprecia a su padre o a su madre. Y todo el pueblo responderá: Amén.
17 Maldito sea el que desplaza los límites de la propiedad de su vecino. Y todo el pueblo responderá: Amén.
18 Maldito sea el que aparta a un ciego del camino. Y todo el pueblo responderá: Amén.
19 Maldito sea el que conculca el derecho del extranjero, del huérfano o de la viuda. Y todo el pueblo responderá: Amén.
20 Maldito sea el que se acuesta con la mujer de su padre, porque de esa manera descubre el borde de la manta de su padre. Y todo el pueblo responderá: Amén.
21 Maldito sea el que se acuesta con un animal. Y todo el pueblo responderá: Amén.
22 Maldito sea el que se acuesta con su hermana, la hija de su padre o de su madre. Y todo el pueblo responderá: Amén.
23 Maldito sea el que se acuesta con su suegra. Y todo el pueblo responderá: Amén.
24 Maldito sea el que mata ocultamente a su prójimo. Y todo el pueblo responderá: Amén.
25 Maldito sea el que se deja sobornar para quitar la vida a un inocente. Y todo el pueblo responderá: Amén.
26 Maldito sea el que no respeta ni cumple las palabras de esta Ley. Y todo el pueblo responderá: Amén.
Promesas de bendición
28 1 Si escuchas la voz del Señor, tu Dios, y te empeñas en practicar todos los mandamientos que hoy te prescribo, él te pondrá muy por encima de todas las naciones de la tierra. 2 Y por haber escuchado la voz del Señor, tu Dios, vendrán sobre ti y te alcanzarán todas estas bendiciones:
3 Bendito serás en la ciudad y bendito en el campo.
4 Benditos serán el fruto de tus entrañas y el fruto de tu suelo, los partos de tu ganado y las crías de tus vacas y tus ovejas.
5 Bendita será tu canasta y bendito el recipiente donde amasas tu pan.
6 Bendito serás al salir y bendito al entrar.
7 El Señor hará que caigan derrotados todos los enemigos que se alcen contra ti: vendrán a atacarte por un camino y por siete caminos huirán de ti.
8 El Señor ordenará que la bendición esté contigo en tus graneros y en todas tus empresas, y te bendecirá en la tierra que él te da.
9 El Señor hará de ti su pueblo santo, como te lo juró, si cumples sus mandamientos y sigues sus caminos. 10 Entonces todos los pueblos de la tierra verán que tú eres llamado con el nombre del Señor, tu Dios, y te temerán.
11 El Señor te dará sobreabundancia de bienes en el fruto de tus entrañas, en las crías de tu ganado y en los productos de tu suelo, de la tierra que él te da, porque así lo juró a tus padres. 12 Él te abrirá el cielo –su rico tesoro– para proveer de lluvia a tu tierra en el momento oportuno, y para bendecir todos tus trabajos.
Serás acreedor de muchas naciones y deudor de ninguna. 13 El Señor te pondrá al frente, no detrás. Siempre estarás arriba, nunca abajo, con tal que obedezcas los mandamientos del Señor, tu Dios, que hoy te ordeno practicar cuidadosamente, 14 sin apartarte, ni a la derecha ni a la izquierda, de las palabras que hoy te prescribo, y sin ir detrás de otros dioses para servirlos.
Amenazas de maldición
15 Pero si no escuchas la voz del Señor, tu Dios, y no te empeñas en practicar todos los mandamientos y preceptos que hoy te prescribo, caerán sobre ti y te alcanzarán todas estas maldiciones:
16 Maldito serás en la ciudad y maldito en el campo.
17 Maldita será tu canasta y maldito el recipiente donde amasas tu pan.
18 Malditos serán el fruto de tus entrañas y el fruto de tu suelo, las crías de tus vacas y los partos de tus ovejas.
19 Maldito serás al entrar y maldito al salir.
20 El Señor enviará contra ti la maldición, el pánico y el fracaso sobre todas tus empresas, hasta que seas exterminado y desaparezcas rápidamente, a causa de tu mal proceder, por haberme abandonado. 21 El Señor hará que se te contagie la peste, hasta que seas eliminado de la tierra que vas a tomar en posesión. 22 El Señor te castigará con tisis, fiebre, inflamación, ardores, aridez, quemadura y pulgón que te hostigarán hasta que desaparezcas.
23 El cielo sobre tu cabeza será de bronce, y la tierra bajo tus pies será de hierro. 24 En lugar de lluvia, el Señor enviará polvo a tu tierra, y sobre ti caerá arena desde el cielo, hasta que seas exterminado.
25 El Señor te hará caer derrotado ante tus enemigos: saldrás a atacarlo por un camino y por siete caminos huirás de ellos; y todos los reinos de la tierra sentirán horror de ti. 26 Tus cadáveres serán pasto de todas las aves del cielo y de todos los animales de la tierra, y no habrá nadie que los espante.
27 El Señor te herirá con forúnculos de Egipto, con tumores, sarna y tiña, de los que no podrás curarte. 28 El Señor te castigará con locura, ceguera y delirio, 29 y andarás a tientas en pleno día, como anda a tientas un ciego, envuelto en la oscuridad. Nunca verás realizados tus proyectos; serás oprimido y despojado constantemente y nadie saldrá en tu defensa.
30 Te casarás con una mujer y otro gozará de ella. Construirás una casa y no la habitarás. Plantarás una viña y no recogerás sus frutos. 31 Tu buey será degollado delante de tus ojos y no lo podrás comer. Tu asno será arrebatado de tu misma presencia y no te lo devolverán. Tus ovejas serán entregadas a tus enemigos y nadie saldrá en tu defensa. 32 Tus hijos y tus hijas serán entregados a otro pueblo; y tu vista se consumirá de tanto mirar hacia ellos, pero no podrás hacer nada. 33 Un pueblo que no conoces comerá el fruto de tu suelo y todo el producto de tus fatigas. Serás oprimido y explotado constantemente, 34 hasta volverte loco a causa de lo que verán tus ojos. 35 El Señor te herirá con forúnculos malignos e incurables en las rodillas y en las piernas, desde la planta de los pies hasta la cabeza.
36 El Señor los deportará, a ti y al rey que hayas puesto para que te gobierne, a una nación que ni tú ni tus padres conocían, y allí servirás a otros dioses, dioses de madera y de piedra. 37 Entonces serás motivo de consternación y de burla en todos los pueblos adonde el Señor te conduzca.
38 Sembrarás en tus campos mucha semilla, pero cosecharás muy poco, porque la devorará la langosta. 39 Plantarás viñas y las cultivarás, pero no podrás beber ni almacenar el vino, porque se las comerá el gusano. 40 Tendrás olivares en todo tu territorio, pero no podrás ungirte con aceite, porque se caerán las aceitunas. 41 Tendrás hijos e hijas, pero no te pertenecerán, porque serán llevados cautivos. 42 Los insectos arrasarán con todos tus árboles y con todos los frutos de tu suelo. 43 El extranjero que viva en tu país subirá cada vez más alto, mientras que tú caerás cada vez más bajo. 44 Él será tu acreedor, y tú, su deudor; él estará al frente, y tú detrás.
45 Todas estas maldiciones caerán sobre ti, te perseguirán y te alcanzarán hasta exterminarte, por no haber escuchado la voz del Señor, tu Dios, observando los mandamientos y los preceptos que él te prescribió. 46 Ellas estarán siempre sobre ti y sobre tus descendientes, como una señal y una advertencia.
47 Por no haber servido al Señor, tu Dios, con alegría y de todo corazón, mientras lo tenías todo en abundancia, 48 servirás a los enemigos que el Señor enviará contra ti, en medio del hambre y la sed, de la desnudez y de toda clase de privaciones. Y él pondrá en tu cuello un yugo de hierro, hasta destruirte. 49 El Señor alzará contra ti a una nación lejana, que avanzará desde los extremos de la tierra con la velocidad del águila. Será una nación cuya lengua no entiendes, 50 un pueblo de aspecto feroz, que no sentirá compasión del anciano ni se apiadará del niño. 51 Ella se comerá los productos de tu ganado y los frutos de tu suelo, hasta que quedes exterminado, porque te dejará totalmente desprovisto de trigo, de vino y de aceite, de las crías de tus vacas y tus ovejas, hasta hacerte desaparecer. 52 Sitiará a todas tus ciudades, hasta que se derrumben esas murallas altas e inaccesibles en que habías depositado tu confianza. Sí, él te sitiará en todas las ciudades que estén dentro de la tierra que el Señor, tu Dios, te da. 53 Y durante el asedio, será tal la penuria a que te reducirá tu enemigo, que te comerás hasta el fruto de tus entrañas, la carne de tus hijos y de tus hijas, los mismos que el Señor, tu Dios, te había dado.
54 El más fino y delicado entre los hombres de tu pueblo mirará con odio a su hermano, a la esposa que dormía en sus brazos y a los hijos que todavía le queden, 55 para no compartir con ellos la carne de sus hijos: se la comerá él solo, porque ya no le quedará más nada, en medio del asedio y la penuria a que te reducirá tu enemigo en todas tus ciudades. 56 La más fina y delicada entre las mujeres de tu pueblo –tan fina y delicada que ni siquiera se hubiera atrevido a pisar el suelo con la planta de sus pies– mirará con odio al esposo de su corazón, a su hijo y a su hija, 57 y se ocultará para comer la placenta salida de su seno y a los hijos que dé a luz, porque estará privada de todo, en medio del asedio y la penuria a que te reducirá tu enemigo.
58 Si no te empeñas en practicar todas las palabras de esta Ley, como están escritas en este Libro, temiendo el Nombre glorioso y terrible del Señor, tu Dios, 59 él te castigará, a ti y a tu descendencia, con calamidades extraordinarias. Serán calamidades grandes y persistentes, enfermedades malignas e incurables. 60 Él hará recaer sobre ti todas las plagas de Egipto, esas que tanto te horrorizaron. 61 Además, el Señor te enviará todas las enfermedades y todas las desgracias que no están escritas en el libro de esta Ley, hasta que seas exterminado. 62 Después de haber sido numeroso, como las estrellas del cielo, quedarás reducido a un pequeño número, por no haber escuchado la voz del Señor, tu Dios. 63 Y así como antes él se complacía en hacerlos felices y numerosos, luego se complacerá en destruirlos y exterminarlos. Y ustedes serán arrancados de la tierra, donde vas a entrar para tomar posesión de ella.
64 El Señor te dispersará entre todos los pueblos, de un extremo al otro de la tierra, y allí servirás a otros dioses que ni tú ni tus padres conocían, dioses de madera y de piedra. 65 No tendrás paz en medio de aquellas naciones y tu pie no encontrará descanso. El Señor llenará de angustia tu corazón, nublará tus ojos y abatirá tu ánimo. 66 Tu vida estará pendiente de un hilo; día y noche sentirás temor y no tendrás ninguna seguridad de sobrevivir. 67 Por la mañana dirás: "¡Ojalá fuera de tarde!", y por la tarde: "¡Ojalá fuera de mañana!", a causa del temor que sentirás y de lo que verán tus ojos. 68 El Señor te hará volver en barcos a Egipto, por ese camino del que yo te dije: "No lo volverás a ver". Allí, ustedes se venderán a sus enemigos como esclavos y esclavas, pero nadie querrá comprarlos.
ÚLTIMO DISCURSO DE MOISÉS
Este último discurso vuelve sobre el tema central del Deuteronomio –la Alianza del Señor con su Pueblo– y resume los aspectos del mismo. Dios no puede pactar en términos de igualdad con el hombre, porque la Alianza es siempre una iniciativa de su gracia. Pero él no impone su Alianza, sino que la ofrece como un don y una responsabilidad. Así quedan abiertos dos caminos: el de la fidelidad y la vida, o el de la rebeldía y la muerte. A cada uno le toca decidir libremente, comprometiendo en esa decisión todo su futuro.

Introducción
69 Estas son las palabras de la alianza que el Señor ordenó a Moisés hacer con los israelitas en territorio de Moab, además de la alianza que había hecho con ellos en el Horeb.
Evocación de las acciones divinas
29 1 Moisés convocó a todo Israel, y le dijo:
Ustedes han visto con sus propios ojos lo que el Señor hizo en Egipto al Faraón, a sus servidores y a todo su país: 2las grandes hazañas que ustedes mismos han presenciado, y aquellos signos y prodigios admirables. 3 Pero hasta el día de hoy, el Señor no les había dado inteligencia para entender, ni ojos para ver, ni oídos para oír.
4 Yo los hice caminar por el desierto durante cuarenta años, sin que se les gastara la ropa que llevaban puesta ni las sandalias que tenían en los pies. 5No fue pan lo que comieron, ni vino u otro licor lo que bebieron, para que ustedes supieran que yo soy el Señor, su Dios.
6 Al llegar a este lugar, Sijón, rey de Jesbón, y Og, rey de Basán, nos salieron al encuentro para combatir, pero nosotros los derrotamos. 7 Así conquistamos sus territorios y se los dimos en herencia a las tribus de Rubén y de Gad, y a la mitad de la tribu de Manasés. 8Por eso, observen fielmente las cláusulas de esta alianza y pónganlas en práctica, para prosperar en todas sus empresas.
La Alianza, sus exigencias y sanciones
9 Hoy todos ustedes han comparecido ante el Señor, su Dios: los jefes con sus tribus, sus ancianos y sus escribas, todos los hombres de Israel 10 con sus mujeres y sus hijos, y también los extranjeros que se han incorporado a sus campamentos, desde el leñador hasta el aguatero. 11 Todos están aquí para entrar en la alianza del Señor, tu Dios, esa alianza corroborada con una imprecación, que el Señor, tu Dios, hoy hace contigo, 12 a fin de convertirte en su pueblo y ser tu Dios, como te lo ha prometido, y como lo juró a tus padres, a Abraham, a Isaac y a Jacob. 13 Esta alianza, corroborada con una imprecación, no la hago sólo con ustedes. 14 La hago con aquel que hoy está aquí con nosotros delante del Señor, nuestro Dios, y con aquel que no está.
15 Ustedes saben muy bien que nosotros estuvimos en Egipto, y que luego pasamos por varias otras naciones. 16Allí vieron los ídolos abominables y los fetiches que ellas tienen, y que no son más que madera y piedra, plata y oro. 17 ¡Que no haya entre ustedes ni hombre ni mujer, ni clan ni tribu, cuyo corazón se aparte hoy del Señor, nuestro Dios, para ir a servir a los dioses de esas naciones! ¡Que no haya entre ustedes una raíz que produzca hierbas venenosas o ajenjo! 18 Porque si alguien, al oír los términos de esta imprecación, se congratula diciendo: "Todo me irá bien aunque persista en mi obstinación, ya que el terreno regado no tiene más sed", 19 el Señor no lo perdonará. Al contrario, la ira y los celos del Señor se encenderán contra ese hombre, hasta que cada una de las sanciones enumeradas en este Libro caigan sobre él, y el Señor borre su nombre de la tierra. 20 El Señor lo apartará, para su desgracia, de todas las tribus de Israel, conforme a las sanciones de la alianza consignadas en el libro de esta Ley.
21 Y las generaciones futuras –los niños que nacerán después de ustedes y los extranjeros que vendrán de tierras lejanas– verán las calamidades y las enfermedades que el Señor habrá infligido a ese país. 22 Y al ver todo su suelo devastado por el azufre y la sal, donde no se siembra ni crece nada, ni brota ninguna hierba –como sucedió en la catástrofe de Sodoma y Gomorra, de Admá y Seboím, a las que el Señor destruyó en su ira y su furor– 23 todas las naciones preguntarán: "¿Por qué el Señor trató así a esta tierra? ¿De dónde procede este enojo tan tremendo?". 24 Y las mismas naciones responderán: "Porque abandonaron la alianza que el Señor, el Dios de sus padres, hizo con ellos cuando los hizo salir de Egipto. 25 Fueron a servir a otros dioses y a postrarse delante de ellos, a dioses que no conocían y que él no les había dado en suerte. 26 Por eso el Señor se irritó contra este país y atrajo sobre él todas las maldiciones consignadas en este Libro. 27 El Señor los arrancó de su suelo, con enojo, furia y gran indignación, y los deportó a otra tierra, como sucede todavía hoy".
28 Las cosas ocultas conciernen al Señor, nuestro Dios; pero las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos, para que practiquemos siempre todas las palabras de esta Ley.
La conversión y el regreso a la patria
30 1 Cuando te sucedan todas estas cosas –la bendición y la maldición que he puesto delante de ti– si las meditas en tu corazón en medio de las naciones donde el Señor, tu Dios, te habrá arrojado, 2 si te conviertes al Señor, tu Dios, y tú y tus hijos le obedecen con todo su corazón y con toda su alma, exactamente como hoy te lo ordeno, 3entonces el Señor, tu Dios, cambiará tu suerte y tendrá misericordia de ti. Él te volverá a reunir de entre todos los pueblos por donde te había dispersado. 4 Aunque tus desterrados se encuentren en los confines del cielo, de allí el Señor, tu Dios, te volverá a reunir, de allí te tomará. 5 Él te hará entrar en la tierra que poseyeron tus padres, y tú también la poseerás; y hará que seas más feliz y numeroso que tus padres.
6 El Señor, tu Dios, circuncidará tu corazón y el corazón de tus descendientes, para que lo ames con todo tu corazón y con toda tu alma, y así tengas vida. 7 Y él hará caer todas estas maldiciones sobre tus enemigos y sobre los adversarios que te hayan perseguido. 8 Entonces tú escucharás de nuevo la voz del Señor y pondrás en práctica todos sus mandamientos, tal como hoy te los prescribo. 9 El Señor, tu Dios, te dará abundante prosperidad en todas tus empresas, en el fruto de tus entrañas, en las crías de tu ganado y en los productos de tu suelo. Porque el Señor volverá a complacerse en tu prosperidad, como antes se había complacido en la prosperidad de tus padres. 10 Todo esto te sucederá porque habrás escuchado la voz del Señor, tu Dios, y observado sus mandamientos y sus leyes, que están escritas en este libro de la Ley, después de haberte convertido al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma.
11 Este mandamiento que hoy te prescribo no es superior a tus fuerzas ni está fuera de tu alcance. 12 No está en el cielo, para que digas: "¿Quién subirá por nosotros al cielo y lo traerá hasta aquí, de manera que podamos escucharlo y ponerlo en práctica?". 13 Ni tampoco está más allá del mar, para que digas: "¿Quién cruzará por nosotros a la otra orilla y lo traerá hasta aquí, de manera que podamos escucharlo y ponerlo en práctica?". 14 No, la palabra está muy cerca de ti, en tu boca y en tu corazón, para que la practiques.
Israel ante la vida y la muerte
15 Hoy pongo delante de ti la vida y la felicidad, la muerte y la desdicha. 16 Si escuchas los mandamientos del Señor, tu Dios, que hoy te prescribo, si amas al Señor, tu Dios, y cumples sus mandamientos, sus leyes y sus preceptos, entonces vivirás, te multiplicarás, y el Señor, tu Dios, te bendecirá en la tierra donde ahora vas a entrar para tomar posesión de ella. 17 Pero si tu corazón se desvía y no escuchas, si te dejas arrastrar y vas a postrarte ante otros dioses para servirlos, 18 yo les anuncio hoy que ustedes se perderán irremediablemente, y no vivirán mucho tiempo en la tierra que vas a poseer después de cruzar el Jordán. 19 Hoy tomo por testigos contra ustedes al cielo y a la tierra: yo he puesto delante de ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Elige la vida, y vivirás, tú y tus descendientes, 20 con tal que ames al Señor, tu Dios, escuches su voz y le seas fiel. Porque de ello depende tu vida y tu larga permanencia en la tierra que el Señor juró dar a tus padres, a Abraham, a Isaac y a Jacob.
ÚLTIMAS DISPOSICIONES Y MUERTE DE MOISÉS
El final del Deuteronomio es también la conclusión de todo el Pentateuco. Ante la inminencia de su muerte, Moisés da sus últimas instrucciones. Israel ha vivido una dura experiencia en el desierto, pero ahora se abre ante él un futuro lleno de esperanza. Josué será el nuevo jefe, y tanto él como el Pueblo deben saber que el Señor está con ellos, para no caer en el temor, el desaliento o la cobardía.
Aquí se incluyen, además, dos textos poéticos. El primero es un hermoso poema lírico-didáctico, que recapitula la historia de Israel, contraponiendo la bondadosa condescendencia del Señor a la infidelidad de su Pueblo. El otro es un antiguo poema, que contienen una serie de bendiciones, introducidas por un canto guerrero. La bendición a las tribus israelitas sirve de ocasión para trazar un breve retrato de cada una de ellas. Las alusiones históricas indican que el poema proviene de los tiempos heroicos de la conquista de Canaán.

Las últimas instrucciones de Moisés
31 1 Moisés fue a decir estas palabras a todo Israel:
2 "Ya tengo ciento veinte años. En adelante no podré ejercer ninguna actividad; además, el Señor me dijo: ‘Tú no pasarás el Jordán’. 3 El Señor, tu Dios, es el que cruzará delante de ti; él eliminará de tu presencia a todas esas naciones, y tú las desposeerás de sus dominios. Será Josué el que cruzará al frente de ti, como el Señor lo ha ordenado. 4 El Señor tratará a esas naciones como trató a Sijón y a Og –los reyes amorreos– y a sus países, cuando los destruyó por completo. 5 Él las pondrá en tus manos, y entonces ustedes deberán comportarse con ellas conforme a la orden que les di. 6 ¡Sean fuertes y valientes! No tengan miedo ni tiemblen ante ellas. Porque el Señor, tu Dios, te acompaña, y él no te abandonará ni te dejará desamparado".
7 Después Moisés llamó a Josué y le dijo en presencia de todo Israel:
"Sé fuerte y valiente. Tú irás con este pueblo hasta la tierra que el Señor les dará, porque así lo juró a sus padres, y tú los pondrás en posesión de ella. 8 El Señor irá delante de ti; él estará contigo y no te abandonará ni te dejará desamparado. No temas ni te acobardes".
La lectura ritual de la Ley
9 Moisés escribió esta Ley y la entregó a los sacerdotes levitas –los encargados de transportar el Arca de la Alianza del Señor– y a todos los ancianos de Israel. 10 Después les dio las siguientes instrucciones:
Cada siete años, en el tiempo fijado para el año de la remisión, durante la fiesta de las Chozas, 11 cuando todo Israel se presente delante del Señor en el lugar que él haya elegido, leerás en voz alta esta Ley, en presencia de todo Israel. 12 Reúne al pueblo –hombres, mujeres y niños, y también a los extranjeros que vivan en tus ciudades– para que la oigan y así aprendan a temer al Señor, su Dios, y a practicar cuidadosamente todas las palabras de esta Ley. 13 También deberán oírla sus hijos, los que todavía no la conocen, para que aprendan a temer al Señor mientras ustedes vivan en la tierra que van a poseer después de cruzar el Jordán.
Instrucciones del Señor a Moisés y a Josué
14 Entonces el Señor dijo a Moisés: "Ya se acerca el día de tu muerte. Llama a Josué y preséntense en la Carpa del Encuentro para que les dé mis instrucciones". Moisés y Josué se presentaron, 15y el Señor se apareció en la Carpa, en una columna de nube, la cual se detuvo a la entrada de la Carpa.
16 El Señor dijo a Moisés: "Pronto irás a descansar junto con tus padres, y este pueblo se prostituirá yendo detrás de dioses extraños, los dioses de la tierra donde está por entrar; me abandonará y quebrantará la alianza que hice con él. 17 Entonces arderá mi enojo, y yo los abandonaré y les ocultaré mi rostro. Se convertirán en una presa pronta para ser devorada, muchos males y desgracias se abatirán sobre ellos, y dirán: ‘Estas desgracias me suceden porque mi Dios no está conmigo’. 18 Pero aquel día yo mantendré oculto mi rostro, por todo el mal que ellos hicieron yendo detrás de otros dioses. 19 Por eso, escribe este poema y enséñalo a los israelitas. Ordénales que lo reciten, para que me sirva de testigo contra ellos. 20 Porque cuando yo los introduzca en la tierra que prometí a sus padres con un juramento –esa tierra que mana leche y miel– ellos comerán hasta saciarse y engordarán. Entonces se volverán hacia otros dioses y los servirán, despreciándome a mí y quebrantando mi alianza. 21 Pero muchos males y desgracias se abatirán sobre ellos, y este poema dará testimonio contra ellos, porque sus descendientes no lo habrán olvidado. Yo conozco los planes que hoy están tramando, aún antes de introducirlos en la tierra que juré darles". 22Aquel día, Moisés escribió este poema y se lo hizo aprender a los israelitas.
23 Luego el Señor dio esta orden a Josué, hijo de Nun: "Sé fuerte y valiente, porque tú conducirás a los israelitas hasta la tierra que juré darles, y yo estaré contigo".
La Ley junto al Arca de la Alianza
24 Cuando Moisés terminó de fijar por escrito las palabras de esta Ley, 25 ordenó a los levitas encargados de transportar el Arca de la Alianza del Señor: 26"Tomen este Libro y pónganlo junto al Arca de la Alianza del Señor, su Dios. Que esté presente allí como un testigo contra ti. 27 Porque yo conozco muy bien tu rebeldía y tu obstinación. Y si ahora que estoy todavía con ustedes, son tan rebeldes al Señor, ¡cuánto más lo serán después de mi muerte! 28 Reúneme aquí a todos los ancianos de sus tribus y a sus escribas, para que pueda transmitirles todas estas palabras y para poner al cielo y a la tierra como testigos contra ellos. 29 Porque estoy seguro de que cuando yo muera, ustedes se van a pervertir y se van a desviar del camino que les he trazado. Y en el futuro les van a suceder muchas desgracias por haber obrado mal a los ojos del Señor, su Dios, y por haberlo irritado con sus malas obras".
30 Entonces Moisés recitó hasta el final las palabras de este poema, en presencia de toda la comunidad de Israel:
El canto de Moisés
32 1 "Escucha, cielo, y hablaré, oiga la tierra las palabras de mi boca.
2 Que mi enseñanza descienda como lluvia y mi palabra caiga como rocío, como aguacero sobre la hierba, como chaparrones sobre el pasto.
3 Yo voy a proclamar el nombre del Señor: ¡den gloria a nuestro Dios!
4 Él es la Roca: su obra es perfecta, todos sus caminos son justos; es un Dios fiel y sin falsedad,
justiciero y recto.
5 Pero se comportaron mal con él los que ya no son sus hijos, a causa de su depravación,
esa generación tortuosa y perversa.
6 ¿Así le pagas al Señor, pueblo necio e insensato? ¿Acaso él no es tu padre y tu creador,
el que te hizo y te afianzó?
7 Acuérdate de los días lejanos, considera las épocas pasadas; pregúntale a tu padre, y él te informará, a los ancianos, y ellos te lo dirán:
8 Cuando el Altísimo dio una herencia a cada nación, cuando distribuyó a los hombres,
él fijó las fronteras de los pueblos según el número de los hijos de Dios.
9 Pero la parte del Señor es su pueblo, la porción de su herencia es Jacob.
10 Lo encontró en una tierra desierta, en la soledad rugiente de la estepa: lo rodeó y lo cuidó,
lo protegió como a la pupila de sus ojos.
11 Como el águila que impulsa a su nidada, revoloteando sobre sus pichones, así extendió sus alas, lo tomó y lo llevó sobre sus plumas.
12 El Señor solo lo condujo, no había a su lado ningún dios extranjero.
13 Lo puso encima de las alturas del país, para que comiera los frutos de los campos; lo alimentó con miel de los peñascos, con aceite de la roca dura;
14 con cuajada de vaca y leche de oveja, con la gordura de corderos y carneros; con toros de Basán y con cabritos, y con la mejor harina de trigo; y le dio como bebida, la sangre espumante de la uva.
15 Así engordó Iesurún y dio patadas ¡sí, engordaste, te pusiste obeso y corpulento! Él rechazó al Dios que lo creó, despreció a su Roca salvadora.
16 Provocaron sus celos con dioses extraños, lo irritaron con abominaciones.
17 Ofrecieron sacrificios a demonios que no son Dios, a dioses que no conocían,       a dioses nuevos, recién llegados, que sus padres no habían venerado.
18 Así despreciaste a la Roca que te engendró, olvidaste al Dios que te hizo nacer.
19 Al ver esto, el Señor se indignó y desechó a sus hijos y a sus hijas.
20 Entonces dijo: Les ocultaré mi rostro, para ver en qué terminan. Porque son una generación perversa, hijos faltos de lealtad.
21 Provocaron mis celos con algo que no es Dios, me irritaron con sus ídolos vanos; yo provocaré sus celos con algo que no es un pueblo, los irritaré con una nación insensata.
22 Porque se ha encendido el fuego de mi ira y arderá hasta el fondo del abismo; consumirá la tierra y sus cosechas y abrasará los cimientos de las montañas.
23 Amontonaré desastres sobre ellos, lanzaré contra ellos todas mis flechas.
24 Quedarán extenuados por el hambre, consumidos por la fiebre y la peste maligna; enviaré contra ellos los dientes de las fieras y el veneno de reptiles que se arrastran sobre el polvo.
25 Afuera los diezmará la espada, y adentro, el terror, tanto al joven como a la muchacha, al niño de pecho como al anciano.
26 Yo me propuse reducirlos a polvo y borrar su recuerdo de entre los hombres,
27 pero temí que sus enemigos se jactaran, que cayeran en el error y dijeran: ‘Nuestra mano ha prevalecido, no es el Señor el que hizo todo esto’.
28 Porque esa gente ha perdido el juicio y carece de inteligencia.
29 Si fueran sensatos entenderían estas cosas, comprenderían la suerte que les espera.
30 ¿Cómo podría uno solo desbandar a mil y dos, poner en fuga a diez mil, si su Roca no los hubiera vendido y el Señor no los hubiera entregado?
31 Porque la roca de ellos no es como nuestra Roca: nuestros mismos enemigos lo confirman.
32 Su viña es un retoño de la viña de Sodoma, de las plantaciones de Gomorra. Sus uvas son uvas venenosas, sus racimos tienen un sabor amargo.
33 Su vino es veneno de serpientes, un terrible veneno de víboras.
34 ¿Acaso no está esto registrado y sellado en mis archivos?
35 Mía será la venganza y la retribución en el momento que vacilen sus pies, porque está cerca el día de su ruina y ya se precipita el desenlace.
36 Sí, el Señor hará justicia con su pueblo y tendrá compasión de sus servidores. Cuando vea que sus manos flaquean y ya no quedan esclavos ni hombres libres,
37 él dirá: ¿Dónde están sus dioses, la roca donde buscaron un refugio
38 los que comían la grasa de sus sacrificios y bebían el vino de sus libaciones? Que se levanten y vengan en su ayuda, que sean para ustedes un refugio.
39 Miren bien que yo, sólo yo soy, y no hay otro dios junto a mí. Yo doy la muerte y la vida,
yo hiero y doy la salud, y no hay nadie que libre de mi mano.
40 Yo levanto mi mano hacia el cielo y juro: Tan cierto como que vivo eternamente,
41 cuando afile mi espada fulgurante y mi mano empuñe la justicia, me vengaré de mis enemigos
y daré su merecido a mis adversarios.
42 Embriagaré mis flechas con sangre mi espada devorará carne: sangre de muertos y cautivos,
cabezas de jefes enemigos.
43 Naciones, aclamen a su pueblo, porque él vengará la sangre de sus servidores, se vengará de sus enemigos y purificará su tierra y su pueblo".
44 Moisés fue con Josué, hijo de Nun, y recitó delante del pueblo todas las palabras de este poema.
La Ley, fuente de vida
45 Cuando Moisés terminó de recitar estas palabras a todo Israel, 46 les dijo: "Presten atención a todas las palabras de esta Ley, con las que hoy atestiguo contra ustedes. Prescríbanselas a sus hijos, para que ellos practiquen cuidadosamente todas las palabras de esta Ley. 47 Porque esta no es una palabra vana, sino que es la vida de ustedes, y por ella vivirán muchos años en la tierra que van a poseer después que crucen el Jordán".
El anuncio de la muerte de Moisés
48 Aquel mismo día, el Señor dijo a Moisés: 49 "Sube a esa montaña de los Abarím, al monte Nebo que está en el país de Moab, frente a Jericó, y contempla la tierra de Canaán que yo doy en propiedad a los israelitas. 50 Tú morirás en la montaña a la que vas a subir e irás a reunirte con los tuyos, como tu hermano Aarón murió en el monte Hor y fue a reunirse con los suyos. 51 Porque ustedes fueron infieles a mí junto a las aguas de Meribá de Cades, en el desierto de Cin, y no manifestaron mi santidad en medio de los israelitas. 52 Por eso no entrarás en la tierra que yo daré a los israelitas, sino que solamente la verás de lejos".
Las bendiciones de Moisés
33 1 Esta es la bendición con que Moisés, el hombre de Dios, bendijo a los israelitas antes de morir.
2 Él dijo: " El Señor vino del Sinaí, brilló para ellos desde Seír; resplandeció desde el monte Parán
y llegó a Meribá de Cades, desde el sur hasta las pendientes.
3 Él ama de veras a los pueblos; ¡todos sus santos están en tus manos! Ellos se postran a tus pies,
cada uno recibe tus palabras.
4 Moisés nos prescribió una Ley, que es la posesión de la asamblea de Jacob.
5 Y hubo un rey en Iesurún, cuando se reunieron los jefes del pueblo, junto con las tribus de Israel.
6 Que viva Rubén y no muera, aunque sus hombres sean pocos".
7 De Judá dijo lo siguiente: "Escucha, Señor, la voz de Judá, y reintégralo a su pueblo; él se defenderá con su mano y tú serás una ayuda contra sus adversarios".
8 Dijo acerca de Leví: "Que tu Tumím y tu Urím estén con tu hombre de confianza: el que pusiste a prueba en Masá y por quien litigaste junto a las aguas de Meribá;
9 el que dijo de su padre y de su madre: ‘No los he visto’; el que no reconoció a sus hermanos
e ignoró hasta a sus propios hijos. Porque ellos observaron tu palabra y mantuvieron tu alianza.
10 Ellos enseñan tus normas a Jacob y tu Ley a Israel; hacen subir hasta ti el incienso y ofrecen el holocausto en tu altar.
11 Bendice, Señor, su valor y acepta la obra de sus manos. Castiga las espaldas de sus agresores
y que sus enemigos no se levanten más".
12 Dijo acerca de Benjamín: "El amado del Señor habita seguro junto a aquel que lo protege constantemente; y habita entre los flancos de sus colinas".
13 Dijo acerca de José: "Que el Señor bendiga su tierra con el más excelente don del cielo –el rocío– y con el océano que se extiende por debajo;
14 con los mejores productos del sol y los brotes más escogidos de cada lunación;
15 con las primicias de las montañas seculares y la riqueza de las colinas eternas;
16 con la fecundidad de la tierra y con su plenitud, y con el favor del que mora en la Zarza. Que todo esto descienda sobre la cabeza de José, sobre la frente del consagrado entre sus hermanos.
17 Él es un toro primogénito: a él, la gloria; sus cuernos son cuernos de búfalo: con ellos embiste a los pueblos hasta los confines de la tierra. Así son las decenas de miles de Efraím, así son los millares de Manasés".
18 Dijo acerca de Zabulón: "Alégrate, Zabulón, de tus salidas, y tú, Isacar, en tus carpas.
19 Ellos convocan a los pueblos en la montaña, donde ofrecen sacrificios legítimos, porque disfrutan de la abundancia de los mares y de los tesoros ocultos en la arena".
20 Dijo acerca de Gad: "¡Bendito sea el que abre campo libre a Gad! Tendido como una leona,
despedaza el brazo y también la cabeza.
21 Él se atribuyó las primicias, porque allí estaba reservada la porción de un jefe. Él vino con los jefes del pueblo, ejecutó la justicia del Señor y sus juicios en favor de Israel".
22 Dijo acerca de Dan: "Dan es un cachorro de león, que se abalanza desde Basán".
23 Dijo acerca de Neftalí: "Neftalí, saciado de favor y colmado de la bendición del Señor, toma posesión del oeste y del sur".
24 Y dijo acerca de Aser: "¡Bendito sea Aser entre todos los hijos! Que sea el favorito de sus hermanos y que bañe sus pies en aceite.
25 Que tus cerrojos sean de hierro y de bronce, y tu poder dure tanto como tus días.
26 Iesurún, no hay nadie como Dios, que cabalga por los cielos para venir en tu ayuda,
y por las nubes, lleno de majestad.
27 El Dios de los tiempos antiguos es un refugio, y sus brazos obran desde siempre aquí abajo.
Él expulsó a tus enemigos delante de ti y ordenó: ¡Extermina!
28 Así Israel habita seguro, la fuente de Jacob, en un lugar apartado, en una tierra de trigo y de vino,
cuyo cielo destila rocío.
29 ¡Dichoso tú, Israel! ¿Quién es como tú, pueblo salvado por el Señor? Él es tu escudo protector, tu espada victoriosa. Tus enemigos te adularán, pero tú pisotearás sus espaldas".
La muerte y la sepultura de Moisés
34 1 Moisés subió de las estepas de Moab al monte Nebo, a la cima del Pisgá, frente a Jericó, y el Señor le mostró todo el país: Galaad hasta Dan, 2 todo Neftalí, el territorio de Efraím y Manasés, todo el territorio de Judá hasta el mar Occidental, 3 el Négueb, el Distrito y el valle de Jericó –la Ciudad de las Palmeras– hasta Soar. 4 Y el Señor le dijo: "Esta es la tierra que prometí con juramento a Abraham, a Isaac y a Jacob, cuando les dije: ‘Yo se la daré a tus descendientes’. Te he dejado verla con tus propios ojos, pero tú no entrarás en ella".
5 Allí murió Moisés, el servidor del Señor, en territorio de Moab, como el Señor lo había dispuesto. 6 Él mismo lo enterró en el Valle, en el país de Moab, frente a Bet Peor, y nadie, hasta el día de hoy, conoce el lugar donde fue enterrado. 7 Cuando murió, Moisés tenía ciento veinte años, pero sus ojos no se habían debilitado, ni había disminuido su vigor. 8 Los israelitas lloraron a Moisés durante treinta días en las estepas de Moab. Así se cumplió el período de llanto y de duelo por la muerte de Moisés.
Josué, sucesor de Moisés
9 Josué, hijo de Nun, estaba lleno del espíritu de sabiduría, porque Moisés había impuesto sus manos sobre él; y los israelitas le obedecieron, obrando de acuerdo con la orden que el Señor había dado a Moisés.
El elogio de Moisés
10 Nunca más surgió en Israel un profeta igual a Moisés –con quien el Señor departía cara a cara– 11 ya sea por todas las señales y prodigios que el Señor le mandó realizar en Egipto contra el Faraón, contra todos sus servidores y contra todo su país, 12 ya sea por la gran fuerza y el terrible poder que él manifestó en presencia de todo Israel.
1 1-2. Como los nombres acumulados en el v. 1 no se refieren a un sitio particular sino a toda una región, es poco probable que señalen el marco geográfico del discurso de Moisés. Más bien, deben entenderse como un resumen de su actividad hasta la llegada a Moab.
15-16. Según Éx. 18. 13-26, la iniciativa de organizar al pueblo de esta manera procede de Jetró, el suegro madianita de Moisés.
22-31. Ver Núm. 13-14.
32-33. Ver nota Éx. 13. 22.
36. Ver Núm. 14. 6-9.
41. Ver Núm. 14. 39-44.
2 4. La "región de Seír" era el territorio habitado por los edomitas. Ver Gn. 32. 4; Núm. 24. 18.
10-11, 20. Sobre los "emíes", "anaquitas" y "zamzumíes", ver nota Núm. 13. 33.
26-37. Ver Núm. 21. 21-25.
30-34. "Como lo está todavía hoy": esta es una frase estereotipada, que suele llamar la atención sobre el cumplimiento de una promesa o de una amenaza. Sobre la acción de Dios que "ofusca el espíritu" y "endurece el corazón", ver nota Éx.4.21.
3 1-7. Ver Núm. 21. 33-35.
4 Aunque este capítulo se presenta como una continuación del discurso anterior, la mención del exilio (vs. 25-31) indica que fue redactado posteriormente, entre la destrucción de Jerusalén y el retorno de los deportados (2 Rey. 25. 8-21; Esd.1.1-6).
3. Ver Núm. 25. 1-18.
11-12. Ver Éx. 19. 16-18; Heb. 12. 18-19.
19. "Ejército de los cielos": esta expresión se refiere al culto de los astros. El Deuteronomio considera legítimo este culto para los pueblos paganos, pero no para Israel, que recibió la revelación del único Dios.
24. "Dios celoso": ver nota Éx. 20. 5.
Ver nota Éx. 20.
6 4. Este pasaje ocupa un lugar muy importante en la piedad judía, que lo emplea como profesión de fe en el único Dios. Ver Mc. 12. 29.
5. Ver Mc. 12. 30
8. Ver nota Éx. 13. 9.
16. Ver Éx. 17. 1-7.
8 3. Ver nota Éx. 16; Mt. 4. 4.
9 2. Ver Núm. 13. 28, 33.
12. Ver Éx. 32. 1-6.
12-17. Ver Éx. 32. 19.
22. Ver Núm. 11. 1-3; Éx. 17. 1-7; Núm. 20. 1-13; 11. 4-34.
26-29. Ver Éx. 32. 11-13.
10 6. Ver Núm. 33. 31-38.
9. Ver Núm. 18. 20-24.
11 6. Ver Núm. 16.
10. "Regar con tu pie": alusión a un sistema especial de irrigación, que practicaban los egipcios para llevar el agua del Nilo a los campos de cultivos.
29. Este versículo alude anticipadamente a la ceremonia descrita en 27. 2-26, cuya celebración es relatada en Jos. 8. 30-35. Los montes "Ebal" y "Garizím" dominan el valle donde se alzaba Siquém, la antigua ciudad cananea de la Palestina central, conquistada luego por los israelitas. Sobre el monte Garizím, los samaritanos erigieron después del exilio un templo cismático, al que se refiere Jesús en Jn.4.21.
12 2-3. A diferencia del Código de la Alianza (Éx. 20. 24) que autorizaba la construcción de un santuario en cualquier lugar donde el Señor manifestara su presencia, el Deuteronomio considera legítimo un solo Santuario. Cuando se puso en práctica esta disposición, ese Santuario único era el Templo de Jerusalén. La centralización del culto es un rasgo esencial de la legislación deuteronómica, y su finalidad era preservar la fe de Israel de toda contaminación con el paganismo.
14 1. Ver Lev. 19. 26-28.
3. Ver nota Lev. 11. 4.
21. Ver nota Éx. 23. 19.
22-23. Ver Núm. 18. 21-32.
15 Ver Éx. 23. 10-11; Lev. 25. 1-7.
19. Ver Éx. 13. 11-16.
16 Ver nota Éx. 23. 14.
19 1-13. Ver nota Núm. 35. 9-29.
21. Ver Éx. 21. 23-25; Lev. 24. 19-20; nota Gn.4.23-24.
21 1-9. Este rito expiatorio -como los de Lev. 14; 16; Núm. 5. 11-31- es una supervivencia de costumbres arcaicas. Pero la legislación israelita lo purifica de todo carácter mágico, incluyendo una profesión de inocencia (v. 7) y una súplica al Señor, para que libre al país de las consecuencias de un crimen no expiado (v. 8).
23 1. "Descubrir el borde de la manta" significa atentar contra el derecho del marido sobre su mujer. "Extender el borde de la manta" sobre una mujer, en cambio, designa el acto de tomarla por esposa (Rt. 3. 9; Ez. 16. 8).
3. El significado de la palabra hebrea traducida por "bastardo" es oscuro. En los textos rabínicos designa al hijo nacido de relaciones incestuosas, pero en este contexto parece referirse a los hijos de israelitas casados con mujeres extranjeras.
18-19. La "prostitución sagrada" era una práctica muy difundida en Canaán. "Perro" es una expresión despectiva que en Fenicia designaba una categoría de servidores de los templos que ejercían dicha prostitución.
25 5-10. Esta disposición, llamada "ley del levirato" -del latín, que significa "cuñado"- debía aplicarse cuando varios hermanos vivían juntos en una misma propiedad, cuya división era preciso evitar. Si el cuñado se negaba a cumplirla, "se le quitaba la sandalia del pie", es decir, se lo obligaba a renunciar a la herencia. El Deuteronomio atenúa así una costumbre, que antes parece haber sido mucho más exigente. Ver Gn. 38. 8-10; Rt. 4.
17. Ver Éx. 17. 8-16.
26 1-11. La ofrenda de las primicias va precedida de una declaración, que expresa el significado del rito. Esta declaración tiene las características de una profesión de fe, y se la designa habitualmente con el nombre de "Credo" israelita.
14. "Ni lo ofrecí como alimento a un muerto": esta declaración implica una condena del culto tributado a los muertos. Algunos consideran que se trata más bien de "el Muerto", designación despectiva de Baal, el dios cananeo de la vegetación, que moría durante el tiempo de las cosechas y renacía al comenzar la primavera.
27 12-13. Las fórmulas de bendición y de maldición son un elemento esencial en el ritual de la Alianza. Si alguien quebranta el vínculo sagrado establecido por la Alianza, atrae sobre sí la maldición.
32 4. "ÉI es la Roca": la roca es símbolo de estabilidad y de firmeza, y pone de relieve la fidelidad de Dios. Ver nota Sal. 18. 3.
8. Cada pueblo ha sido puesto bajo la protección de un "hijo de Dios", es decir, de un ángel, mientras que el Señor se reservó para sí a Israel.
15. "lesurún": diminutivo cariñoso para designar a Israel, derivado de una raíz hebrea que significa "justo".
31-37. El autor llama irónicamente "roca" a los dioses paganos. Ver Is. 31. 9.
33 Este poema consta de dos partes: un himno que celebra al Dios de Israel (vs. 2-5, 26-29) y una colección de oráculos que evocan el destino particular de las diversas tribus. Estas "bendiciones" presentan cierta analogía con el "testamento" de Jacob (Gn. 49). En la lista de las tribus falta el nombre de Simeón que, probablemente, ya había dejado de ser una tribu independiente. Ver nota Jos. 15. 32; Jc. 1. 3.
8. "Tumím" y "Urím": ver nota Éx. 28. 30.
16. El "que mora en la Zarza": ver Éx. 3. 4