TALLER DE ÉTICA GRADO 11º.
LA FAMILIA A TRAVÉS DEL TIEMPO
La
familia es desde tiempos, incluso prehistóricos, uno de los pilares más
importantes de la sociedad, que ha cobrado una vital importancia principalmente
desde la época moderna donde se ha convertido en el núcleo de la vida del
hombre y de la sociedad.
Comenzaremos
por ver a la familia del siglo XVIII, en el cual las parejas al casarse tenían
como objetivo tener la mayor cantidad de hijos que se pudiera y además entre
más varones mejor ya que se suponía que estos debían ayudar con las labores del
hogar y de sustentarlos una vez que crecieran y pudieran trabajar (haciendo así
que el hecho de tener más hijos hiciera de ellos una familia con poder
económico y social). Las hijas mujeres se encargaban con las labores primarias
del hogar como limpiar, cocinar, etc. En otras palabras, servían como amas de
llaves o empleadas del hogar. En este núcleo familiar en el que ostentaba la
máxima autoridad es el padre seguido de la madre, y los hijos eran extremadamente
respetuosos con sus padres, porque los padres eran totalmente autoritarios e
imponían un castigo duro de haber una desobediencia. La familia del siglo XIX
se integra al mundo económico basándose en que las actividades de sustento ya
no se realizaran en el hogar (agricultura, ganadería, etc.) Sino, ahora
eran trabajos en la industria. En esta etapa al estar los hombres más alejados
del hogar, la mujer toma un papel mucho más influyente en la formación de los
hijos. Ahora la estructura familiar durante el siglo XX se divide claramente en
dos partes. Durante la primera mitad la familia se reduce en número ya que el
costo de vida sube, lo que hacía más difícil criar niños por lo cual se tenían
en menor cantidad. Además, al industrializarse la sociedad los padres se
alejaron de la familia por el trabajo, causando un mayor protagonismo a las
madres sobretodo en la esfera privada por que los hombres seguían teniendo el
control en general en la esfera pública. Durante la segunda mitad del siglo XX las
mujeres se integran masivamente al campo laboral causando que la educación de
los hijos recaiga en las instituciones educativas públicas o privadas. Que tuvo
como consecuencias la disminución del orden jerárquico entre esposo y a la vez
entre padres e hijos. Ahora en el siglo XXI la familia se ha visto afectada por
los diversos cambios de estructuras a raíz de los masivos divorcios y abandonos
del hogar que se han dado siempre, pero con mayor numero en épocas recientes,
debido a los fuertes cambios de realidades sociales, causando en muchos casos
que los hijos se críen con carencias afectivas y/o con falta de un rol
masculino o femenino que los guíe provocando en algunos casos más
extremos problemas psicológicos que han llevado e esta sociedad actual a ser
una de las más violentas y conflictivas de todos los tiempos. Veamos a continuación la
familia a través de la línea del tiempo: la familia entre los sumerios, el matrimonio era
monogámico y sólo la mujer legítima tenía derecho a la herencia; se realizaba
mediante la firma de un contrato redactado por el novio, con el cual éste
fijaba los derechos y deberes que tendría su mujer. Además, establecía la
indemnización que pagaría el novio en caso de infidelidad. Antes de firmar, la
novia necesitaba que sus padres aprobaran el contrato. La familia
en china: En la China antigua se consideraba inmoral en un hombre él no
casarse. El celibato era un crimen contra los antepasados, contra el estado y
la raza. En los tiempos antiguos se designaba un funcionario especial para que
se ocupara de que todo hombre se casara antes de los treinta años y toda mujer
antes de los veinte. Originariamente la poligamia no existió en China.
Afortunadamente el divorcio fue poco frecuente. La familia en Japón: Existían
en el antiguo Japón diversas clases sociales definidas. En algunas era
permitida la monogamia natural y en otras se practicaba la poligamia. La
fidelidad matrimonial de la mujer era exigida bajo pena de muerte. La familia en asiría y caldea: En Asiría y Caldea se
protegía especialmente a la mujer. El matrimonio constituía un contrato del
cual había que dejar acta escrita. Una de las cláusulas principales era la de
la fidelidad exigida a la mujer, a quien se condenaba a muerte si no la
cumplía. La familia en Egipto: la monogamia era solamente obligatoria
para la clase sacerdotal, pues la poligamia era practicada por la familia real
y la monogamia por el pueblo. El rey tenía como esposa legítima a una de sus
hermanas, pues como se lo consideraba un dios sólo una mujer que participara de
su misma especie divina podía darle un hijo de su misma estirpe para sucederle
en el trono. El pueblo, en cambio, era monogámico y por lo general el marido
guardaba mucho la fidelidad a su mujer y viceversa. La familia
entre los hebreos: el pueblo judío
comprendió que la familia había sido instituida por Dios como un pacto natural.
Pero en la época de Jesús, el carácter indisoluble y monogámico del matrimonio
se hizo ley, sagrada con la sentencia y mandato de Cristo: “Lo que Dios ha
unido no lo separe el hombre.” Era importantísimo para el hombre asegurarse la
permanencia de la familia, es decir, casarse. Un célibe no era verdaderamente
un hombre. Por eso se consideraba el celibato como una anomalía, casi una
vergüenza. El primer hijo varón, según la ley de Moisés,
pertenecía a Dios. Por ello los padres para poder retenerlo debían presentarlo
en el Templo de Jerusalén y ofrecer algún animal en sacrificio a Dios Nuestro
Señor.
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