EL
MOVIMIENTO DE JESÚS DESPUÉS DE SU RESURRECCIÓN
Y ANTES DE LA IGLESIA
Y ANTES DE LA IGLESIA
INTRODUCCIÓN
El libro que aquí presentamos intenta una interpretación global de los
Hechos de los Apóstoles, tratando de combinar una exégesis científica con una
visión pastoral liberadora. La idea fundamental que guía nuestra interpretación
es que los Hechos de los Apóstoles de Lucas reflexiona sobre el período de los
orígenes del Cristianismo que va del año 30 al 60 dC, es decir, el período
después de la Resurrección de Jesús y antes de la institucionalización de la
Iglesia, que es posterior a los años 70 dC. El "movimiento de Jesús"
en este período, tal como aparece en Hechos, tiene tres características: es un
movimiento del Espíritu, un movimiento misionero, que se va estructurando en
pequeñas comunidades domésticas. Lucas busca desafiar la Iglesia de su tiempo
(años 80-90) desde esta perspectiva misionera del Espíritu y desde estas
primeras comunidades domésticas. El libro que presentamos también busca
desafiar las Iglesias de hoy desde esta misma perspectiva.
INTRODUCCIÓN A LOS HECHOS DE LOS APÓSTOLES
1.1 Algunas claves de interpretación
El libro de los Hechos de los Apóstoles (Hch) fue escrito entre los años
80 y 90 dC, posiblemente en Éfeso. La tradición reconoce como autor del tercer
Evangelio y de Hch a Lucas . El contenido del libro cubre casi completamente el
período llamado apostólico (30-70 dC): comienza con la resurrección de Jesús
(año 30 dC) y termina con la actividad durante dos años de Pablo en Roma (años
58-60 dC). El período en el cual Lucas escribe Hch es llamado período sub-apostólico
(70-135 dC). En este período se institucionalizan los diferentes modelos de
Iglesia ; es el período de la organización de la Iglesia. Lucas busca con su
libro de Hch reconstruir ese período que va desde la resurrección de Jesús
hasta la organización de las Iglesias. Es un período normalmente olvidado en la
tradición, pues en el imaginario colectivo de los cristianos, la organización e
institucionalización de la Iglesia aparece directamente ligada al Jesús
histórico. Jesús y la institución de la Iglesia aparecen unidos históricamente.
Rescatar el libro de Hch es justamente rescatar ese período histórico de 30
años entre la Resurrección de Jesús y la organización de las Iglesias, es
reconstruir el Movimiento de Jesús después de la Resurrección y antes de la
Iglesia .
El Evangelio de Lc y los Hch tienen un mismo autor y constituyen una sola
obra. Es posible que en su primera composición formara un solo libro. En ese
caso el Evangelio terminaría en 24,49 y Hch comenzaría en 1,6. Separadas las
dos obras se habría agregado al final del Evangelio los vv. 50-53 y al comienzo
de Hch los vv. 1-5. El prólogo que tenemos en Lc 1,1-4 es para toda la obra
Evangelio-Hechos. La obra comienza en el Templo de Jerusalén con el anuncio del
nacimiento de Juan Bautista y termina en Roma en una casa con la predicación
del Reino de Dios realizada por Pablo con toda valentía y sin estorbo alguno.
Toda la obra es un Evangelio y tiene una profunda coherencia teológica, si bien
hay un progreso histórico y teológico desde el comienzo hasta el final. Aquí
veremos solamente la segunda parte de este gran Evangelio que fue llamado desde
antiguo "Hechos de los Apóstoles".
El libro de Hch, como ya dijimos, reconstruye el Movimiento de Jesús
después de su Resurrección y antes de la institucionalización de las Iglesias
(realizada después del 70 dC). Este movimiento tiene según Hch tres
características fundamentales: es un movimiento animado por el Espíritu Santo,
es un movimiento misionero, cuya estructura básica son las pequeñas comunidades
domésticas. El tiempo después de la Resurrección de Jesús es así el tiempo
privilegiado del Espíritu y es justamente esto lo que rescata Hch. Por eso
muchos lo llaman el "Evangelio del Espíritu Santo". El movimiento de
Jesús es también en Hch, un movimiento esencialmente misionero. En 1,8 tenemos
resumidas estas dos características fundamentales: "recibirán la fuerza
del Espíritu Santo y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria y
hasta los confines de la tierra". El movimiento de Jesús, por lo tanto,
antes de institucionalizarse como Iglesia, fue un movimiento del Espíritu y un
movimiento misionero. La experiencia del Espíritu y de la Misión son
históricamente anteriores a la Iglesia. Primero es el Espíritu y la Misión,
luego viene la institucionalización de las Iglesias. Este movimiento de Jesús
después de su Resurrección tiene además como estructura fundamental las
pequeñas comunidades domésticas. Los momentos decisivos de Hch se realizan en
estas pequeñas comunidades que se reúnen en las casas: la primera comunidad
apostólica se reúne en una casa (1,12-14) y es en esa casa que se vive
Pentecostés (2,1-4); la comunidad ideal después de Pentecostés tiene su centro
en las casas, donde se celebra la Eucaristía (2,42-47); es la pequeña comunidad
la que permite resistir la persecución (4,23-31); la diakonía se organiza en
las casas (6,1-6); la persecución del movimiento de Jesús es por las casas
(8,3); la primera comunidad gentil convertida es la casa de Cornelio (10,1-48);
existe una comunidad que se reúne en la casa de María, la madre de Juan Marcos
(12,12-17); Pablo funda pequeñas comunidades en las casas: en Filipo
(16,11-40), en Tesalónica (17,1-9) y en Corintio (18,1-11); en una casa en
Tróade la comunidad vive la experiencia de la Palabra, de la Eucaristía y de la
Resurrección (20,7-12); en Cesarea encontramos una comunidad de mujeres
profetas (21,8-14); Pablo llega en Jerusalén a la casa-comunidad de Nasón
(21,17-20) y la última comunidad de Pablo en Roma es en una casa (28,30-31).
Lucas escribe Hch en los años 80-90 cuando se institucionalizaban los
diferentes modelos de Iglesia. El aporte de Lucas a dicho proceso es justamente
la reconstrucción del movimiento de Jesús después de la resurrección, como un
movimiento del Espíritu, un movimiento misionero, organizado en pequeñas
comunidades. El libro de Hch construye así a partir de la tradición una
perspectiva específica, una metodología, un espíritu, un modelo o paradigma,
para institucionalizar la Iglesia de su tiempo. Nosotros proponemos interpretar
los Hch con esta perspectiva propia de Lucas, con la intención, espíritu y
metodología con la cual Lucas mismo escribió Hch, que serán para nosotros las
claves hermenéuticas para interpretar el libro:
(1) Desde la perspectiva del Espíritu Santo. Todo el libro lo
interpretaremos como el "Evangelio del Espíritu Santo", buscando
descubrir la presencia y la acción de Espíritu en toda la narrativa del libro.
Trataremos, siguiendo la perspectiva del mismo Lucas, reconstruir el movimiento
de Jesús después de su resurrección, como un movimiento del Espíritu. La
referencia al Espíritu Santo será la clave hermenéutica fundamental para la
nuestra interpretación del libro de Hch Daremos además a nuestra interpretación
la misma intencionalidad que da Lucas a su libro: reconstruir el movimiento de
Jesús, como movimiento del Espíritu Santo, como una perspectiva concreta y
específica para la construcción posterior de la Iglesia.
(2) Desde la perspectiva de la misión. Todo el libro de Hch es un
movimiento misionero, desde Jerusalén hasta los confines de la tierra, cuyo
contenido fundamental es la Palabra de Dios. El crecimiento del movimiento de
Jesús se identifica con el crecimiento de la Palabra (6,7; 12,24 y 19,20) y es
la Palabra de Dios la que tiene el poder para construir la Iglesia (20,32).
Trataremos, siguiendo esta perspectiva de Lucas, reconstruir el movimiento de
Jesús como un movimiento misionero. La referencia a la misión será la segunda
clave hermenéutica fundamental para nuestra interpretación del libro de Hch El
rescate de esta dimensión misionera sigue la misma intencionalidad de Lucas:
reconstruir el movimiento de Jesús como movimiento misionero, como una
perspectiva concreta y específica para la construcción posterior de la Iglesia.
(3) Desde la perspectiva de las pequeñas comunidades domésticas. El
movimiento de Jesús, después de su Resurrección y antes de la
institucionalización de la Iglesia, se estructura en pequeñas comunidades
domésticas. Todo el libro tiene una dinámica que parte del Templo y llega a la
casa. La formación de pequeñas comunidades es lo que permite que la Palabra se
haga presente en las ciudades y en las culturas. La pequeña comunidad es el
lugar donde se mantiene viva la enseñanza de los apóstoles (la memoria de
Jesús) y donde se vive la koinonía (tenían todo en común), la diakonía (no
había pobres entre ellos) y la Eucaristía (Hch 2,42-47). Esta reconstrucción
del movimiento de Jesús como construcción de comunidades domésticas, será la
tercera clave hermenéutica fundamental para interpretar el libro de Hch y lo
hacemos también con la misma intencionalidad de Lucas: crear una perspectiva o
metodología fundamental para la posterior institucionalización de la Iglesia.
(4) Otras claves para nuestra interpretación de Hch (solo las enumeremos,
pues las explicaremos en la práctica misma de nuestra interpretación de Hch):
- La participación de la mujer en el movimiento de Jesús
- La dimensión de las culturas y de la inculturación del Evangelio
- La pluralidad de ministerios, carismas y funciones en la misión
- La dimensión política: el movimiento de Jesús y el Imperio romano
- La participación de la mujer en el movimiento de Jesús
- La dimensión de las culturas y de la inculturación del Evangelio
- La pluralidad de ministerios, carismas y funciones en la misión
- La dimensión política: el movimiento de Jesús y el Imperio romano
PABLO RICHARD: Licenciado en Sagrada Escritura y Teología, y doctor en
sociología. Profesor de teología en la Universidad Nacional de Costa Rica y
miembro del Departamento Ecuménico de Investigaciones (DEI).
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