CONCEPTO:
·
Generalmente, el término « experiencia" supone un conocimiento
práctico específico, adquirido con la repetición prolongada de determinadas
acciones, hasta alcanzar en ellas una habilidad consumada. Es la experiencia
del «experto".
·
Otras veces el término indica el conjunto de acontecimientos vividos,
que han influido de forma positiva en la persona del individuo, enriqueciéndolo
con un sentido iluminado de la existencia. Mediante el desarrollo moral,
intelectual y cultural al que ha llegado, el experto en este sentido actúa como
«sabio",
·
En sentido filosófico la experiencia es una forma de conocimiento, que
se distingue tanto de la pura intuición (conocimiento inmediato dentro del
mismo entendimiento y que forma cuerpo con él) como del simple conocimiento discursivo,
o del conocimiento aceptado sólo por autoridad, o finalmente del sentimiento
como distinto del mismo conocimiento.
·
Positivamente, la experiencia se especifica como un conocimiento vivido
de una situación o de una idea, más genéricamente de un dato cognoscible. Es
conocimiento, 'vivido", en cuanto que es un conocimiento obtenido
precisamente mediante la vida misma. En esta perspectiva se supera la reducción
semántica del empirismo, que identificaba la experiencia con la percepción
sensorial del mundo empírico y la oponía al conocimiento racional. El
conocimiento por experiencia engloba más bien comprensivamente a la una y a la
otra, De todas formas, la experiencia como percepción cognoscitiva no pertenece
al conocimiento puramente conceptual, sino al metaconceptual, ya que capta la
realidad de un modo que pertenece realmente al orden intelectual, pero se
realiza siempre en unidad existencial con la voluntad y con el conjunto global
de las energías interiores del individuo.
Por esta razón, en el proceso de la experiencia entran como elementos de
composición las diversas dimensiones del conocimiento humano: la visión, la
observación, el contacto vivido, la intuición, la comprensión, el sentimiento.
·
Es la capacidad que tenemos los seres humanos
para encontrarnos con un Dios que no está ausente. Lo encontramos a través de
señales e indicadores que aparecen en nuestra vida cotidiana, en momentos
señalados y en todos los acontecimientos.
LAS CARACTERÍSTICAS:
·
LA GLOBALIDAD: supone que la
experiencia no es simplemente afectiva (que excluya el conocimiento), y que
tampoco es puramente subjetiva o inmanente (que prescinda de la objetividad y
de la trascendencia). Es más bien viva y refleja y se presenta como una
estructura de la conciencia personal precisamente y tan sólo en la apertura a
la realidad En el plano subjetivo la experiencia engloba todos los tipos de
conocimiento, aunque en una medida que varía según las circunstancias. Y en el
plano objetivo, en su punto inicial la experiencia es la apertura de toda la
persona a la totalidad del ser.
·
LA INMEDIATEZ: la experiencia es un
conocimiento inmediato, en cuanto que es una modalidad de comprensión que
supone siempre un contacto inmediato y vivo con el objeto que se da a sí mismo
sin mediaciones ni símbolos, Los símbolos intervienen sólo como mediación para
los demás y como concienciación refleja posterior del sujeto experimentante. El
conocimiento experiencial se realiza en el encuentro de toda la persona con el
objeto experimentado, encuentro que se hace acogida inmediata y viva del mismo.
·
LA CERTEZA O LA
SEGURIDAD: esta actitud interior nace del modo en que el individuo llega al
conocimiento experiencial, es decir, de su encuentro personal con la presencia
inmediata del mismo dato, impacto que envuelve a toda la persona y le da una
especie de certeza de evidencias indiscutible. Es sólo este dato el que se
consigue comunicar a los demás, ya que la experiencia en su contenido inmediato
no puede compartirse ni representarse exteriormente
LA EXPERIENCIA RELIGIOSA.- La experiencia
religiosa puede entenderse rectamente sólo partiendo de un concepto preciso y
adecuado de "religión". Entendemos aquí por "RELIGIÓN" la relación de toda la persona, en su
dimensión individual y comunitaria, en cuanto interioridad y exterioridad, con
el Absoluto visto como sagrado o con el Ser captado como Persona divina.
Esta relación personal tan global tiene su fundamento en el
reconocimiento de la propia dependencia radical como criatura del mismo. El
Absoluto, es decir, lo sagrado de la perspectiva religiosa, que se llama
"Dios", es captado, bien como la plenitud absoluta que supera
infinitamente al hombre, bien como su fin último. De este hecho se deriva la
doble actitud de la adoración, vista como expresión de sumisión y de homenaje
absolutos, y la del amor incondicionado. Estas dos actitudes constituyen
finalmente la « oración", que es el corazón de toda religión.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario